En nuestro artículo de la semana pasada, tratamos de exponer algunas consideraciones en torno a todos los males que se derivan de los enormes congestionamientos de tráfico que se producen en el Gran Santo Domingo.

Continuando con el tema del transporte, parecería interesante analizar las principales causas que han venido incidiendo históricamente en este gran problema que ocasiona considerables pérdidas económicas tangibles, daños al medio ambiente y representa un obstáculo a nuestro desarrollo económico, toda vez que son un causante importante de pérdida de la competitividad de nuestro país.

De igual forma, ponderar las mas recientes iniciativas que se han realizado en el país con miras a mejorar la movilidad urbana y en general a contribuir con la transformación del sector transporte.

Finalmente plantear algunas recomendaciones que pudiesen contribuir con este gran mal que afecta grandemente nuestras actividades diarias.

Es indudable que una de las principales causas del deterioro de la movilidad urbana en el país, ha sido el crecimiento del parque vehicular, sobre todo en las grandes urbes, como son el Gran Santo Domingo y la ciudad de Santiago.

Mientras el parque vehicular creció en los últimos años a una tasa acumulativa anual de un 6%, pasando de 2,735,000 a 4,889,000 en el periodo 2010-2020, o sea un aumento absoluto de 2,154,000 vehículos, la población se incrementó en ese mismo periodo en 1,003,218 habitantes, o sea que por cada habitante del país se introdujeron al parque vehicular un poco mas de dos vehículos.

Las obras de infraestructuras viales no han ido ni siquiera a la par con el enorme aumento del parque vehicular indicado, trayendo como consecuencia un desmejoramiento del índice de movilidad urbana en el Gran Santo Domingo y en la ciudad de Santiago.

Como se sabe, en el año 2017, se aprobó la ley 63-17, de Movilidad, transporte Terrestre y Seguridad Vial de la República Dominicana, que tiene por objeto regular y supervisar la movilidad, el transporte terrestre, el tránsito y la seguridad vial en la República Dominicana y establecer las instituciones responsables de planificar y ejecutar dichas actividades, así como la normativa a tal efecto.

Esta ley crea el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT, que es el organismo rector, nacional y sectorial, encargado de cumplir y hacer cumplir esta ley y sus reglamentos; así mismo establece otros organismos como son el DIGESET y la Escuela Nacional de la Educación Vial (ENEVIAL), principalmente.

El INTRANT, preparó en noviembre del año 2017, El plan estratégico para el periodo 2018-2022, documento que plantea las “acciones para establecer un equilibrio entre las necesidades de movilidad y accesibilidad de la población, al tiempo que favorece la protección del medio ambiente, la educación ciudadana y el desarrollo económico”.

Consideramos que con la aprobación de la ley 63-17 y la creación de los organismos indicados precedentemente, podrían ser las bases y bastiones, que contribuyan al desarrollo de una movilidad urbana sostenible que a su vez mejore en este sentido la competitividad de nuestro país.

Lo lamentable de todo esto es que a poco mas de tres años de haberse aprobado la ley 63-17, no es mucho lo que se ha hecho, sobre todo en procura de mejorar males profundos que afectan el sector, y que creemos que son entre otros:

La débil y muy mal diseñada infraestructura vial de las ciudades de mayor circulación de vehículos

La falta de educación vial de los conductores y

El inadecuado parque vehicular del país.

La solución de estos grandes males, requiere del esfuerzo conjunto de las autoridades regentes del sector, del apoyo del gobierno central y de la participación del sector privado, con capacidad entre otras de:

Introducir innovaciones tecnológicas que promuevan la diversificación y mejores opciones de transporte para obtener una mayor eficiencia y competencia.

Realización de la mayor inversión posible en el menor tiempo, tomando en cuenta el crecimiento natural del parque vehicular.

Promover y financiar opciones no motorizadas de transporte.

En la medida en que se ataquen las grandes debilidades de nuestro transporte terrestre con acciones concretas los resultados se podrán ver en el corto y mediano plazo.

Es necesario que se realicen mediciones que contemplen, tener conocimiento del índice de movilidad por lo menos en el Gran Santo Domingo, porque tal como indica Las Naciones Unidas “La movilidad es una cuestión fundamental para el desarrollo”, y estas mediciones pueden servir de herramientas para

cuantificar los avances e Ir corrigiendo sobre la marcha, los escollos que se presenten. Si no se hacen mediciones, es imposible determinar si las acciones tomadas están siendo las adecuadas.

Hay que recordar que la movilidad eficiente es sinónimo de crecimiento sostenido y sustentable de las ciudades, mejora la calidad de vida de sus habitantes y aumenta su productividad.