Segun Wikipedia  “La moral o moralidadson las reglas, posicionamientos, normas o consensos por las que se rige y juzga el comportamiento o la conducta de un ser humano en una sociedad”. Y continúa… “en ese enfoque, lo que forma parte del comportamiento moral está sujeto a ciertas convenciones sociales y no forman un conjunto universalmente compartido. Por otra parte, las sociedades humanas parecen compartir un núcleo de consensos sobre la inaceptabilidad de ciertas conductas, ampliamente rechazadas (entre ellas la mentira ventajosa, el causar grandes daños a personas inocentes o desvalidas, etc.)”, y aquí lo dejo…

Observo un contrasentido en la manifestación de valores en el comportamiento de mucha gente,y es sencillamente sorprendente.Habrá quien no lo note y, por tanto, ni lo analice, pero basta con poner un poco de atención.Tal parece queuna parte de los colectivos han extraviado la línea que divide lo correcto de lo incorrecto. Se me antoja un urgente replanteo de la propia conducta, un mirarnos hacia dentro, honestamente, porque hay cosas que sencillamente van mal.

Alguien muere en un accidente y su cuerpo termina siendo un cúmulo de carne amorfa y la gente, “conmovida”, empieza a compartir en redes la foto del sujeto en particular, con un morbo más que evidente, olvidando la dignidad del fallecido, la familia, hijos.En cualquier conversación, sobre todo en redes virtuales, las diferencias se dirimen por medio del insulto personal. Los conceptos y las corrientes de pensamiento, si es que las hay, pasan a un segundo plano, dando lugar al “tú eres esto y yo aquello”, y así las cosas, la espiral de ofensas y falta de respeto se hace interminable. Nadie come, cena o desayuna sin avisarle al resto del universo el contenido de su plato; la guerra, con sus miles y miles de civiles y niños asesinados, ya no sorprenden a nadie; por más que la gente se altere con el tema de turno –y cambie sus perfiles de Facebook con los colores de momento–, al tercer o segundo día cada quien empieza a consumir el tema siguiente, sin mayor problema.

En cualquier conversación, sobre todo en redes virtuales, las diferencias se dirimen por medio del insulto personal. Los conceptos y las corrientes de pensamiento, si es que las hay, pasan a un segundo plano, dando lugar al “tú eres esto y yo aquello”

Podría continuar con otros ejemplos, como que la gente hace tremendo quilombo porque una mujer amamante a su hijo en público y muestre una de sus mamas. O que el gobierno de turno muestre en sus actividades populares a mujeres de generosa anatomía, vestidas con enterizos que sugieren la gruesa carne de sus vaginas, pero al mismo tiempo cree campañas de “ni una más” para “promover” la no violencia contra la mujer.

Simulamos una patética tolerancia a la diversidad, pero “si un hijo mío me sale pájaro” lo saco de mi casa. No tenemos problemas de racismo, pero definitivamente “hay que mejorar la raza”. Somos un país de gente noble y buena y no discriminamos, pero le negamos la entrada a un albañil de apariencia descuidada a una plaza o Mall porque “su vestimenta no corresponde con el público de la plaza”.

¿Qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos…? ¿Se ha sentado usted en algún momento a conversar con sus niños sobre homosexualidad, racismo, discriminación?¿Les ha preguntado qué opinan, qué han escuchado y qué piensan de eso que escuchan? ¿O es usted de esas personas que sostienen que “con los muchachos no se hablan estas cosas”? Me permito invitarle a mirar un poco a su alrededor; pregúntese con honestidad si vamos por buen rumbo. Mejor aún, pregúntele a ese que está en el espejo si está haciendo su parte, si está siendo ese cambio que tanto demanda.

Insisto en el relevo generacional.  El reto de los educadores de este tiempo es tremendo. Cada era tiene uno, y creo que el de ahora consiste en revisar los parámetros de moral sobre los cuáles se han levantado las sociedades tradicionales.Asumir de una y por todas que el cambio se nos vino encima y evidentemente no nos prepararon, ni nos preparamos; entonces, trabajemos con el futuro este presente que nos toca. Es nuestra obligación, y el tiempo lo exige.

@riveragnosis