Mon Laferte llamo la atención de América latina & del mundo, en los Latin Grammy de 2019, al descubrirse los pechos en la alfombra roja y mostrar, no solo la hermosura de los encantos propios de una mujer; sino también su cuerpo escrito con las palabras: “EN CHILE TORTURAN VIOLAN Y MATAN”.
La cantante & activista nacida en viña del mar, no solo nos deleitó con los encantos de sus hermosos pechos, también nos mostró su piel, la piel chilena que sufre represión en carne viva. Ella evidentemente que por su naturaleza nacionalista, hizo un llamado a la comunidad mundial, sobre lo que su amado Chile padece; pero en ese momento ella quizá sin saberlo, representaba a todo una América latina reprimida & abusada.
Ejerció su derecho a la libre expresión, al libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la protesta pacífica, el derecho a ser oída. Y siendo ella una artista, lo hizo con la herramienta de los actores de grandes culebrones cinematográficos, su cuerpo. Ese cuerpo de miles de mujeres que no solo en América, sino en el mundo, son abusadas, maltratadas, humilladas & hasta matadas.
Precisamente en la piel de esas mujeres golpeadas, es que llevan marcados los estigmas de una sociedad indiferente, que mira sin ningún asombro como son malogradas las hijas de Sanchez, de Bolivar, de Sucre, de Gómez, de Duarte, entre otros grandes hombres que lo dieron todo por la libertad.
Chile, Venezuela, Cuba, & toda América latina estaba encarnada en las letras pintadas sobre los pechos de esta mujer valiente que se atrevió. Se atrevió a atreverse a protestar con su propio cuerpo. En sus redes acotó: “Mi cuerpo libre para una patria libre”.
Ella, al recibir el Grammy, recitó un poema que La Chinganera, una cantante andina, le pidió que leyera, y que acotaba: “Chile me dueles por dentro. Me sangras por cada vena. Me pesa cada cadena. Que te aprisiona hasta el centro. Chile afuera, Chile adentro. Chile al son de la injusticia. La bota de la milicia. La bala del que no escucha. No detendrá nuestra lucha. Hasta que se haga justicia”.
Excelente por ella; en toda América latina necesitamos mujeres de carácter & valentía, que con una visión y carácter indomable, se atrevan a dar los pasos revolucionarios para respirar algún día, aires de libertad.
El deleite de la libertad de expresión de Laferte, es una forma de protesta social poética & muy certera. Que aunque algunos les resulte chocante, tiene sus efectos en procura de los derechos logrados por la mujer.
No todos están quizá, en posición a entender el mensaje que ella envía. Ella lo manifesto de forma artística, & precisamente el creador de todo, hizo arte, al crear el incombustible cuerpo de mujer; tallado entre curvas infinitas, pechos hermosos y sueños de ser libre.
Ante el rechazo o la condena de algunos, que no se detienen a ver su valiente mensaje, y que incluso la tildan de loca por esto; ellos olvidan que al manifestarse con arte, el arte siempre tendrá esa hermosa chispa de locura que precisamente le caracteriza.
A ellos les dejo con una parte de lo plasmado por Jack Kerouac en su libro “En el camino”:
“Brindemos por los locos, por los inadaptados, por los rebeldes, por los alborotadores, por los que no encajan, por los que ven las cosas de una manera diferente. No les gustan las reglas y no respetan el statu-quo. Los puedes citar, no estar de acuerdo con ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Pero lo que no puedes hacer es ignorarlos. Porque cambian las cosas. Empujan adelante la raza humana. Mientras algunos los ven como locos, nosotros los vemos como genios. Porque las personas que se creen tan locas como para pensar que puedan cambiar el mundo, son las que lo hacen…”.
Grande Monserrat.