Los principales inconvenientes del presidente Danilo Medina para ganar las elecciones presidenciales del 15 de mayo del 2016 son, en principio, a más de otros factores: 1- Que se presenta a la reelección luego de un proceso traumático inédito en el PLD oficialista, 2- Que el PLD como que luego de resentirse internamente tiende a fraccionarse, 3- el impacto negativo de la carestía repentina de productos de alto consumo que se prolongará hasta después de enero, y (4) la falta de reputados mandos centrales electorales liderados por uno principal fiable.

Mientras su contrincante Luis Abinader asciende –tuvo una intervención casi excelente en el programa AeroMundo del sancarleño Guillermo Gómez antes de Noche Buena-, el presidente Medina desciende, aunque a nadie le cabe dudas de que su pautada ofensiva a partir de mediados de este Enero lo apuntalaría más cómodo que ahora.

Si los actores y las estructuras internas del PLD terminaran perdiendo el norte –sacudidas por los fraccionamientos, las competencias y las imposiciones en un proceso de decisión de las microfísicas del poder popular: regidores, alcaldes, diputados, etc.- resultaría cuesta arriba una solución de primera vuelta y pondría en peligro la de la segunda vuelta.

De todas maneras el proceso electoral interno del PLD ha provocado lo que asesores conyugales llaman un “divorcio emocional”, que a veces se refleja en que los de  la pareja cohabitante de la misma casa duermen en camas separadas, y evitan la comunicación y la comprensión.

¿A quiénes se les ocurrió darle autoridad a “Francis” Domínguez Brito para, en un caso, alentar la persecución contra el carismático Leonel Fernández, presidente del PLD y ex presidente por 12 años, ordenar bajo cuerdas perseguir y encarcelar al Tesorero del PLD y perseguir y desatar un mayúsculo berenjenal de persecución contra el Secretario de Organización; y para colmo de los colmos también contra el presidente de la organización choferil afín al PLD, UNATRAFIN, a partir de una frágil y casi teatral acusación de sicariato y actuando presionado por una organización de la competencia y enemiga del PLD?

Con su propio librito, Danilo Medina ha sido un buen Presidente, empleado a fondo en sus quehaceres, y pareciera ser que, salvo por su permisividad excedida en la haitianización arrabalizadora del país y la falta de un Stop a cierta injerencia descarada y a veces nada diplomática, se merece un nuevo período de gobierno, pero es el caso que Luis Abinader se ha empleado a fondo y adquirido perfil presidencial.