Este último año ha sido, si se quiere, algo traumático para la República Dominicana. Cuando no ha sido por la mala gestión de las autoridades de turnos, como los traumas provocados por -Ley 168/13 y sus mandatos retroactivos-, traduciéndose en una mala imagen del país y de todos los dominicanos, lo cual podría contribuir que recibamos menos inversiones del exterior, reducción de las remesas y menos afluencia turística. Entonces nos sorprenden fenómenos ambientales y de descuido sanitario-preventivo en la agricultura, como es lo que está ocurriendo con la invasión de algas sargazo y la mosca del mediterráneo.
Nuestras zonas costeras incluyendo las playas, están siendo afectadas -cubiertas- por las algas sargazo, debido a un proceso desplazamiento de biomasa de origen natural. Aunque dicha situación de desplazamiento de dichas algas puede cesar de forma natural, es preciso mitigar sus efectos temporales, porque representan gran inconveniencias para el sector turístico.
Nuestro artículo anterior, de fecha 23/7/15, en acento.com.do, sugirió hacer jornadas de limpieza manual, con la participación de los empleados públicos, la oposición, voluntarios, los turistas que deseen involucrarse y el sector hotelero. De esa manera, damos frente a la situación mitigando sus efectos negativos al tiempo que no se perturba la estabilidad de los mantos arenosos, así como el anidamiento de especies marinas y silvestres.
Acento.com.do en fecha 25/7/15, trae un reportaje de Méjico, el cual reseña que las autoridades turísticas y ambientales, limpiarán las playas, utilizando obreros para su limpieza manual, tal como hemos sugerido en nuestro artículo anterior. Veamos un fragmento del citado artículo: “Cancún (México), 23 jul (EFE).- El Gobierno de México anunció hoy la puesta en marcha del Programa de Empleo Temporal para la limpieza de playas con presencia de sargazo, que afecta los principales balnearios del estado suroriental de Quintana Roo, como Cancún y la Riviera Maya…”
Dicha recomendación no descarta las alternativas científicas para su uso y manejo, sino todo lo contrario. Dado que tenemos autoridades especializadas en resolver los problemas nacionales a través de los medios de comunicación, no nos sorprendería si anunciaron la contratación de “expertos” que probablemente arriben a las mismas recomendaciones que ya hemos planteado. Pero no sólo sería a un alto costo, sino, y esto es lo más doloroso, cuando la situación sea más compleja y la disminución de la afluencia turística, sea una triste realidad.