De inicio me permito compartir que dicho país, tiene una población de 17,667.339, habitantes, de los cuales, 8, 611,252, corresponde al sexo masculino (48.7%) y 9, 056,087 del femenino (51.3%). Dispone de una extensión aproximada de 106,889 Km2, resultando ser 2.22 veces mayor de extensión que la Republica Dominicana, y algo igual a 7 millones mayor en población.
En las elecciones del 16 de junio del 2019, se arrastró una especie de paranoia política que dista de la renuncia de Otto Pérez Molina en 2 de septiembre del 2015, sucediendo lo propio, con su vicepresidenta. Todo impulsado por un proceso de juzgamientos que abarcó otras autoridades públicas, que devino por efecto de grandes protestas en contra de la corrupción.
En dicho proceso -2019-, el país estrena una Reforma Electoral y de Partidos Políticos, que trajo consigo, cambiar las reglas del juego, en la que se incluye, adelanto de la fecha de votación, de septiembre para junio, normativas de profundas restricciones, en la que abarca, publicidad políticas, inhabilitación de candidaturas, estrictos controles de financiación, inclusive, con la amenaza de que no se aceptaran candidaturas sin que las personas aspirantes presentaran el finiquito, o sea, una especie de acreditación de que no tendrían problemas pendientes con la justicia ni el fisco. En materia de habito político-electoral, se pasó de marzo para junio fase de campaña, etc., limitándose también, los lugares donde se podía colocar las pancartas o letreros de promoción de campaña, solo siendo permitidos, sembrados en las áreas verdes de isletas a nivel de suelo.
Otro aspecto que devino de la nueva reforma electoral es que la mecánica para que los partidos pautaran con los medios de comunicación está centralizada. En efecto, ningún candidato o Partidos Políticos, puede pautar propaganda, directamente con los medios de comunicación, debe ser hacerse a través del órgano electoral.
El padrón electoral para estas elecciones estuvo compuesto de 4, 386,509 (mujeres) y 3, 763,284 (hombres), para un total de electores inscritos de 8, 149,703, para ser disputados por 26 Partidos Políticos. La boleta presidencial, ya el 4 de marzo del presente año, contaba con veintiún (21) candidatos para presidentes y vicepresidentes, lógicamente, quedando muchas de ellas en espera de ser aceptadas o rechazadas por el órgano de justicia.
En este mismo aspecto, cabe connotar que fueron inhabilitados después de inscritos por sus partidos; Zury Ríos, en razón de que tener parentesco con caudillo del golpe, es un causal de inhabilitación, teniendo incluso, una intención del 15% del voto en el mes de mayo cuando fue inhabilitada. Por igual, Mario Estrada, por tener el lastre de haber sido detenido en USA por asunto de Narcotráfico, lo propio a Mauricio Radford, por tener proceso penal pendiente. En suma, cinco candidaturas presidenciales inhabilitadas, 22 procesos de impugnación de candidatos a diputados, por motivo de transfuguismo, 84 candidatos a diferentes cargos de elección municipal impugnados por falta de finiquitos y 27 candidatos cuya inscripción fue cuestionada/impugnadas por ser contratistas del Estado.
En relación al destino del resultado electoral, según se registra en la página 21 del documento de orientación entregado por el TSE (Tribunal Supremo Electoral), a los observadores electorales, el estado de candidaturas impugnadas, indica que Sandra Torres, la más votada en las elecciones del domingo pasado, hasta ese día, tenía pendiente el fallo de su impugnación.
Como parte del colofón, para adentrarnos directamente al comportamiento del cuerpo electoral, se precisa decir, que este acudió a votar con todo dicho cuadro, pero, además, que el voto nulo, inclusive achacable al elector, tenía el peso jurídico que si se daba en la proporción de 50-1, anularía ipso facto las elecciones. Por el lado de los electores, se observa que se notó un alto orden cívico, observándose que el promedio de depositar el voto en las urnas, fue de 5 minutos, tardanza atribuida a una dubitación que pesaba en cada uno para seleccionar sus candidatos de una lista de opciones de bajo carisma o poca atracción y encanto de los votantes, o por el contrario a que los votos nulos tenían un valor jurídico y los electores votaban con cautela, sin embargo, los votantes de la parte urbana, según observamos, lo hacían más rápido.
Según se pudo notar a través de los comportamientos de los fiscales (Delegados Políticos aquí), se sentía bajo pasión de representación, estos, pernoctaban sin ningún afán de determinar cosas que le pudieran afectar sus representados. Cabe destacar que las mesas estuvieron instaladas a tiempo, el cierre del centro de votación que observamos, fue normal, y sobretodo, el escrutinio, aunque un poco artesanal, fue realizado con mucha normalidad. Aunque la transferencia de resultados, se hizo a través de un técnico provisto de una aplicación de transmisión de resultados, relativamente temprano, ya las elecciones marcaron tendencia entre Sandra Torres y Alejandro Giammattei. La primera con un 23.98 y el segundo con un 15.07 de los votos escrutados.
Finalmente, es menester cerrar este esbozo, diciendo que al momento del cierre del escrutinio publicado, se estimaba la participación del cuerpo electoral en un 58%, reflejando un bajo entusiasmo de los electores. Por demás, sería pertinente asociar que por igual, en República Dominicana, que los electores acuden a las urnas con una Reforma Electoral para el 2020, por demás, muy cuestionada e accidentada, podría esperarse una constricción de los electores, si no se subsanan aspectos que pudieran servir de perturbación y de desánimo electoral.