Uno vive de sorpresa en sorpresa cuando ve a la inmensa mayoría de los “ciudadanos” este país disfrutando del circo que le montan detrás de alguna quimera elevada al nivel de un salvamento de la patria, mientras quienes dirigen la orquesta tienen a un grupo de carteristas desvalijándolos de todo lo que tiene algún valor.

Medio país se movilizó para que Loma Miranda fuera parque nacional para que Falcondo no pueda extraer material minero de una de sus propiedades supuestamente para que no se dañe el ambiente, mientras el mismo gobierno, que nunca ha hecho nada por salvar los ríos del país (el principal recurso ecológico, después del hombre) ni siquiera se sonroja para dañar parques nacionales con obras estatales agresivas y dañinas para el país en todos los sentidos.

Un tribunal (Tribunal Constitucional) emite una sentencia que declara “no dominicanos” a cientos de miles de nacidos en el territorio nacional cuando la Constitución garantizaba la nacionalidad a personas residentes permanentes sin papeles y el gobierno fue muy claro al decir que tenía que cumplirla porque era vinculante a todos los poderes.

Otro tribunal  (Tribunal Superior Administrativo) ordena detener el proceso de construcción de obras (plantas a carbón en Baní) entregadas en un proceso irregular, pero el mismo gobierno dice que no la acata porque esas obras solo las para Dios. ¿Las decisiones de las cortes son vinculantes para todos los poderes solo cuando les conviene a algunos funcionarios? ¡Tremendo Estado de derecho!

Con Miranda parque nacional, aparentemente se ha salvado el país. ¡Qué lejos estamos de entender la realidad y sus apremios!

Vamos a ver si hay empresas importantes que tengan interés en venir a invertir su dinero al país en procesos industriales que dan empleo de calidad, transfieren tecnología y adiestran mano de obra (no en bancas de apuestas, casinos o negocios de mujeres en cueros) después que una corporación minera es objeto de despojo caprichoso de sus propiedades para cerrar sus operaciones que aun podían prolongarse otros veinte años.

Uno puede entender que el gobierno trate de actuar a conveniencia, incluso de negocios, pero lo que no parece claro es por qué hay tanta selectividad de algunos sectores progresistas que aceptan que el Estado viole la ley para construir plantas a carbón sin permiso ambiental, mientras también viola la ley para despojar a una empresa extranjera de sus derechos de concesión y de propiedad, como es el caso de Falcondo en Miranda, porque no tiene permiso ambiental.

Lo que uno quisiera saber es si los “revolucionarios” dominicanos que no están de acuerdo con que se extraiga ferroníquel de loma Miranda, en La Vega, se atreven a decirle a los líderes de la Revolución Cubana que no extraigan minerales de los 45 yacimientos de níquel que hay en la isla, especialmente en el extremo oriental, que es donde están las lomas más altas de la mayor de las Antillas.

Si esos admirables dominicanos y admiradores fervientes de la Revolución Cubana le sugirieran a Cuba que por la vida del río Cauto debe cerrar la extracción y procesamiento de materiales en los combinados minero metalúrgicos “Comandante René Ramos Latour”, en Nícaro;  “Comandante Pedro Soto Alba”, en Moa, y la “Comandante Che Guevara”, en Punta Gorda, muy probablemente nadie los escucharía porque los cubanos no son tan estúpidos como para dejar bajo tierra más de mil millones de toneladas de minerales preciosos cuando con su explotación y venta han podido conservar la antilla mayor bien reforestada y su población saludable, alimentada, educada y feliz.

Y que conste, Cuba no explota ella sola esos yacimientos, sino que para eso dispone de empresas mixtas (asociados con extranjeros) como la Caribbbean Nickel S.A. 

Este país está lleno de simpatizantes de China Continental (lo de comunista es un recuerdo triste) que son a la vez casi todos anti-yanquistas, pero resulta que la casi totalidad del níquel que se extrae en Bonao y La Vega va a parar al mercado chino, que de detenerse la extracción por la acción de sus simpatizantes aquí terminará dejando sin esa importante cuota a la industria médica, tecnológica y militar de China.

Para mayor asombro hemos descubierto con la lucha por Miranda que el Sindicato de Camioneros, que ha chantajeado a todos los gobiernos y mantiene un monopolio de cargas en el país, ahora sus empresarios-dueños son ecologistas. ¡Caramba! Los camiones de Fenatrado lanzan más dióxido de carbono a la atmósfera que la operación total de Falcondo, además de que provocan más muertes en las carreteras con el manejo temerario que cualquier otro tipo de vehículos en el país.

Aquí hay gente contrayendo compromisos muy serios para hundir el futuro de este país y tal vez nunca tengan que rendir cuentas porque creen que la masa de ignorantes que han tenido por opositores serán “líderes eternos” de todas las causas perdidas. Ese es un error. Cada vez que aquí ha habido Anexión, la respuesta, a su tiempo, ha sido la Restauración de la Independencia; cuando se ha entronizado la dictadura sangrienta, sus energúmenos han caído bajo el plomo justiciero que tanto usaron para hundir al pueblo; cada vez que los seudo-demócratas han engañado al pueblo por un tiempo, han sido desenmascarados con el tiempo y hoy son solo escoria del fuego que pasó sobre ellos.

Todo el que crea que aquí nunca habrá justicia ¡qué siga la fiesta!, que tome, beba, mujeree y fume, pues si sus cálculos salen bien, ganó; pero si este pueblo se despierta aunque sea en cien años, pobre de ellos, sus hijos, nietos y biznietos.