Las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, en la República Dominicana, al igual que el resto del mundo, tienen una influencia determinante sobre la evolución económica de las naciones, en adición, de jugar un papel muy importante en la cohesión social, contribuyendo significativamente a la generación de empleos, de ingresos, erradicación de la pobreza, a la vez de dinamizar la actividad productiva nacional, colaborando de esta forma al desarrollo regional, sectorial, económico y social de nuestros países.

Entre las características más relevantes podemos destacar que estas empresas son: Generadoras de empleos e ingresos, detonadoras de desarrollo local, promueven mercados competitivos, complementan el trabajo de la gran empresa (encadenamientos productivos), y son impulsoras de la innovación tecnológica.

En la República Dominicana existen 1.4 millones de MiPyMEs que representan el 98% del total de empresas, generando 2.2 millones de empleos en la economía, lo que equivale al 54.4% de la población ocupada en mercado de trabajo, aportando un significativo porcentaje al PIB 38.6%, de este total de empresas, el 50.98% están ubicadas en locales fijos, el 26.78% están ubicados en locales móviles, el 21.70% pertenece al sector agropecuario y tan solo el 0.55% pertenece al sector de pesca y minería, según el informe de gestión 2015-2016 MiPyMEs.

En adición a lo anteriormente expresado, es importante puntualizar, que las microempresas tienen una estructura productiva más flexible que las grandes empresas, a pesar de presentar importantes restricciones técnicas, operativas y competitivas, caracterizándose estas por limitadas escalas de producción y por una elevada informalidad. Más del 83.3% de las mismas están concentradas en la zona urbana y tan solo 16.7% se localiza en la zona rural, en ese tenor, debemos indicar que las mujeres lideran un 51.3% de las microempresas del país. Su distribución porcentual según actividad económica, en su gran mayoría pertenece al sector comercio 46.7%, seguida por el sector servicios 38.4%, en tanto, que la industria representa un 14.9%, según la Encuesta Nacional de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la República Dominicana elaborada por FONDOMICRO y la ONE, (Encuesta Nacional de Hogares de propósitos múltiples, ENHORAR al 2013).

Por otra parte, debemos señalar que el marco jurídico de las MiPyMEs está regulado por la siguiente Ley y los Reglamentos:

  • La Ley 488-08: Régimen Regulatorio para el Desarrollo y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs), de fecha 19/12/2008.
  • Reglamento de aplicación de la Ley 187-17 que modifica la Ley 488- 08 sobre la clasificación y el registro de las Micro, Pequeñas y medianas Empresas (MiPyMEs), de fecha 28/07/2017.
  • El Reglamento de Microcréditos, aprobado por la Junta Monetaria mediante su Segunda Resolución de fecha 14/08/2014, que tiene por objeto establecer los lineamientos para el otorgamiento y administración de microcréditos y, la metodología que deben seguir las entidades de intermediación financiera, para evaluar y mitigar el riesgo de crédito asociados a sus operaciones de microcrédito, el cual fue modificado por la Primera Resolución de fecha 17/05/2018.
  • El Reglamento de Protección al Usuario de los Productos y Servicios Financieros, el cual estableció Junta Monetaria a través de su Primera Resolución de del de fecha 05/02/2015.

PROBLEMAS Y/O RESTRICCIONES QUE DEBEN ENFRENTAR MIPYMES EN NUESTRO PAÍS:

Elevada informalidad del sector, limitado acceso al crédito en el Sistema Financiero Nacional por falta de garantías reales de este tipo de empresas, por lo cual tienen que asumir altos costos financieros, en adición, de los costos operativos, de distribución y comercialización, un sistema tributario poco flexible, escaza capacidad gerencial y del personal en su estructura organizacional, nivel tecnológico deficiente, limitada inserción en mercado local y en los mercados internacionales, lo que genera una posición poco dominante en el mercado de consumo, dada su escala individual y una elevada marginalidad y alta mortalidad de las mismas.

Por lo antes expuesto algunas MiPyMEs han canalizado esfuerzos conjuntos hacia la articulación funcional de cadenas empresariales, formándose diferentes tipos de clústeres por tipo de actividad económica, lo cual le ha permitido combatir exitosamente las limitaciones propias de su tamaño y el escalamiento productivo hacia productos y servicios de mayor valor agregado, a través de:

  • Economía de escala.
  • Mejoramiento de la Innovación, (transferencias tecnológicas).
  • Integración de nuevos procesos productivos.
  • Mayor penetración en los mercados nacionales e internacionales.
  • Mejoramiento en los beneficios empresariales.
  • Mejoramiento en la calidad del entorno y el poder de negociación.
  • Esto le ha permitido compartir riesgos de costos a través de los clústers, línea de producto y diversificar otros, canales de distribución, medios y servicios de abastecimiento, mejor uso del potencial financiero local e internacional.

Por otra parte, el Banco de Reservas de la República Dominicana a través Banca Solidaria, informa al 27/06/2018 que ha desembolsado RD$24 mil millones y beneficiado a casi 500 mil microempresarios, por lo que debemos reconocer que en los últimos años este sector de la economía ha mejorado pero no en la cantidad y calidad requerida.

En República Dominicana existen seis centros Pymes, que brindan asesoría a estas empresas, entre las cuales se encuentran: La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la Universidad Iberoamericana (UNIBE), Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), en el Instituto Superior de Agricultura (ISA), en la Universidad Católica Tecnológica de Barahona (UCATEBA) y en la UASD de Hato Mayor, esto es producto de una alianza del sector privado, las universidades y el gobierno, pero todavía debemos incorporar un gran número de MiPyMEs a estos asesoramientos.

ESTRATEGIA PARA DESARROLLAR ESTE SECTOR

El apoyo e incentivos a este tipo de empresas requieren de estrategias bien definidas a través de las cuales se implementen políticas públicas integrales con la finalidad de contribuir a disminuir los problemas o dificultades de índoles financieras, administrativas, capacitación e impositivas, pero estos deben estar condicionado con un estudio de factibilidad de los negocios existentes y de los nuevos proyectos de emprendimientos, para verificar su situación actual y sus proyecciones futuras, para poder prevenir o mitigar los riesgos inherente de este tipo de empresas, pero lo primero que se tiene que realizar es un levantamiento de informaciones actualizada por tipo de empresas, ya que la última encuesta fue elaborada por FONDOMICRO en el año 2013.

En ese sentido, hay que destacar que el actual Código Tributario castiga fuertemente a este sector de la economía, siendo cada vez mayor el incremento de la carga impositiva o presión tributaria, llevándolos con estas medidas a mantener una elevada informalidad o simplemente a desaparecer del mercado.

Otro aspecto que limita el acceso al financiamiento, lo constituye la ausencia de registros financieros auditados e historias de créditos documentados, y la carencia de activos fijos que puedan ser ofrecidos como garantías reales, lo que les limita al momento de demandar fondos para financiar sus proyectos existentes o nuevos.

De igual forma no podemos dejar de mencionar algunos aspectos muy sensibles que están relacionados con la actual crisis de este sector, entre los cuales podemos mencionar: Los precios de los hidrocarburos, energía eléctrica, la tasa del dólar, inseguridad ciudadana, este último ítem obliga a estas empresas a tener un sistema de seguridad adecuado para proteger sus bienes, en adición, de otros costos fijos y variables que cada día van en aumento fruto de la inflación, lo cual encarece sus costos operativos.

Por lo que concluimos, que este tipo de empresas posee altos costos operativos, elevadas cargas fiscales y sociales, débil gestión administrativa y contable, alta rotación de empleados, ya que estos abandonan las empresas cuando tienen experiencia, bajo nivel educativo y barreras de acceso a las tecnologías, desconocimientos de los procesos de penetrar a los nichos de mercados internacionales, añadiéndole a esto, los problemas que enfrentan para acceder a las fuentes de financiamientos del sector financiero bancario para costear sus proyectos, ya que conlleva una series de requisitos que no están en condiciones de cumplir, encontrándose las Micros, Pequeñas y Medianas Empresas inmersa en una gran crisis para poder mantenerse en la cadena productiva y ser competitivas en los mercados locales e internacionales.

Reiteramos que el diseño de políticas públicas efectivas juegan un rol fundamental en el desarrollo de este importante sector de la economía, por lo que el próximo gobierno correspondiente al periodo 2020-2024 debe asegurar a través de un conjunto de acciones coordinadas con el sector privado, sector público y Organismos Internacionales, una mayor promoción de las MiPyMEs , aumentando así el número de este tipo de empresas, otorgando incentivos y exenciones fiscales, además, se debe implementar programas financieros especiales focalizados a los microcréditos (microfinanzas) para que este tipo de empresas tengan garantizado el capital de trabajo, lo que redundará en un mayor número de empleos, inversión e ingreso nacional, afianzando la estructura productiva; el ordenamiento de la economía, mejorando la recaudación fiscal, canalizando al mismo tiempo adecuadas políticas para las MiPyMEs, lo que se traducirá en un aumento de la eficiencia en el gasto público.