El 31 de agosto de 1813 Carlos Urrutia, Gobernador español en Santo Domingo, daba un informe a la reina de España en relación a la situación de la educación, en el que explica que sólo hay  entonces seis escuelas en todo el territorio, y agrega a su informe  que “ siento entrañablemente manifestar a V.E. que sin exagerar ni faltar a la pureza con que debo proceder en la materia, podía llenarlo en todas sus partes (el informe, R.M.) con decir en compendio que nada hay absolutamente de cuanto desea saber el gobierno y si quiere que lo haya, es menester fundarlo todo de nuevo, comenzando por las escuelas de primeras letras”.

Si se remite a la población  de la época se estima que en el  territorio hay entre 80 mil y 100 mil habitantes.

¿Qué desafíos podía ofrecer el sistema educativo de entonces si prácticamente no  existe?

Mientras que 200 años después, es decir en el 2013 cuando se toma la histórica decisión de ejecutar  el equivalente del 4% del PIB a la educación preuniversitaria,  existe  un sistema educativo cuyas dimensiones sí significan un extraordinario desafío junto a lo económico, gerencial y humano.

En la actualidad  hay más de 11 mil centros educativos, más de 2 millones 782 mil 826 estudiantes en el nivel preuniversitario, es decir que en lo cuantitativo el problema educativo es enorme; pero si se toma en cuenta  lo cualitativo y se recuerda en el lugar que en calidad de educación primaria ocupamos en el  Informe Global de Competitividad  2012-2013, la posición  143 de 144 naciones, indica que es un sistema educativo muy cuestionado en cuanto a sus procesos y sobre todo sus resultados.

Por lo tanto las acciones conjuntas que actualmente implementa el Ministro de Educación junto a la ADP es una respuesta a los desafíos del sistema de gran calado. Hacer contacto con las  direcciones  municipales  de la ADP y los funcionarios correspondientes para escuchar detenidamente y por más de 4 horas los diagnósticos  de la situación de la educación en función de sus múltiples variables, nos remite a los mejores tiempos del histórico Plan Decenal de Educación.

Es un muy buen camino que de seguro dará excelentes resultados;  que cuando se sume con las  acciones de la ADP del programa Marcha Hacia La Calidad, ya listo para entrar en ejecución, el país en un tiempo relativamente breve dará al respecto el gran salto.

El proceso de consulta-diagnóstico  detenido y profundo que sigue el Ministerio de Educación con su nuevo incumbente junto a la ADP, es una loable iniciativa.