Este domingo, no fue posible enviar mi aporte al periódico Acento.com.do. La culpa fue de la convención de Miguel, ya que mi empleada doméstica, también trabaja para el PRD, y desde viernes ha tenido que permanecer en guardia, mientras yo sola, me dedico a las tareas del hogar con frenesí.

No he podido más que aceptar con resignación sus excusas, ya que se trata de una madre soltera,  a quien le vienen dando unos de 2 mil pesos semanales, para que se encargue  de recoger unos “simpatizantes” de cualquier tendencia para inscribirse  en el padrón de Miguel.

El caso es que ese padrón ni ella, PRDista desde pequeña, apareció cuando le tocó votar, y poco le importó porque lo que interesaba era garantizar que  su “gente  votarían  por Miguel y cualquier otro que no fuera Guido Gómez”.  Le estaban pagando  RD$400 a cada uno de los votantes, ya previamente  registrados para votar,  pero a ella le pagarían 5 mil pesos por llevar a sus compañeros a las urnas.

Todo lo que esta joven mujer me ha contado de los entretelones de su “militancia política”, o militancia de sobrevivencia, me lleva a  pensar en lo que siempre hemos dicho: la población  se ha envilecido y por unos pesos hace cualquier cosa, se  pone  cachuchas,  aplaude, grita consignas y bebe. En fin, las personas le sirven  a quien sea, y eso lo saben los candidatos .

Esos,  los que se tiran  y tirarán a la calle  con  los millones   que nos han robado, y que ahora los usan para seguir robándonos la capacidad de soñar, de  luchar por una idea, por un país, por algún hombre o mujer íntegros, capaces de hacernos creer que todavía tenemos  esperanzas  de construir una sociedad decente

Aquí se construye el liderazgo a punta de sobrecitos, como viene  enseñado el Dr. Fernández. Algo que  Miguel parece haber aprendido bien, ahí están los hechos. Es bueno resaltarlo, para que después cuando empecemos a vivir otras experiencias, nadie diga que no se le aviso, que  no vio nada.

Estas pretensiones de luchar contra el “líder” autoritario desde una perspectiva institucional, nos hace pensar en una modalidad que se viene implantando en  América Latina, donde algunos  pueblos, quisieron acogerse al discurso “democrático” de  sus  gobiernos, mientras estos ya tenían claras sus agendas, sus  trampas “institucionales”.

Reclamar espacios democráticos con caciques, autoritarios y dictadores en ciernes es ridículo. Son diálogos que terminan en monólogos, porque los que exigen se quedan siempre hablando solos, que es lo  que viene  pasando con  Vargas Maldonado desde unos dos años y en el país, de manera general, desde hace una década, sobran ejemplos.

Si Miguel ha logrado llegar hasta este punto, donde la Policía Nacional le sirve para mantener alejados  de las urnas a todos aquellos que podrían votar en su contra, reprimiendo para que ni siquiera la prensa libre entre a ver lo que está sucediendo, donde el candidato único, que tuvo el valor de enfrentarlo no puede tener representantes, ni votar, donde todo lo que ha hecho la  Junta Central Electoral es legitimar los desaciertos de Vargas… ¿Es este  el preámbulo a lo que nos puede pasar a todos y todas en un futuro cercano?

Mi empleada ya me había prevenido, de que no vendría el sábado,  que la consigna era votar temprano el domingo. “ To esa gente yo debo llevala temprano, porque depué  van a almá el lío”.

Y así fue  , ella que al principio me decía que “Guido estaba comprado por Miguel para hacerle el juego”, ahora  cuando la llamo para saber cómo  le fue, me dice:

– “Doña Amanda, to eso taba agendao. Yo quería,  votá , pero ni siquiera aparecí,  to ta arreglao pa que no gane  Guido, no van deja que nadie vote por él, por lo meno en el Ditrito”.

Sin embargo, le insistí:

-“Uno no  debe ni puede votar por  farsantes que ofrecen sacarte de abajo. No te  vendas por tan poco. Nadie hará nada por ti, solo tú misma”.

Tras esta convención de Miguel, mi empleada  exhausta (de su militancia de sobrevivencia) ha quedado cesante, hasta  que aparezca otro “líder”.

Mientras , me refugio en  la memoria, negándome  a olvidar y a creer que esa convención puede ser del  PRD, esa organización que esperó a Don Juan frente al parque Colón en los altos de aquella casa en la calle El  Conde, donde apareció Peña Gómez, al atardecer, flaco, elegante y magnético, ese PRD, del primer padrón  clandestino, cuando inscribirse en un partido político era un acto heroico, ese no es el PRD que hizo la convención este domingo triste, como diría el poeta. Este domingo triste donde también han caído algunos infelices y otros han perdido las manos, aferrados a un  sentimiento de pertenencia a una organización histórica que se pretende destruir.

“Este domingo triste pienso en ti, y mi vieja mentira de olvido ya no miente” declamaba la bohemia revolucionaria .Mientras Estrella Liz moría en la cabeza del puente y la OEA era una organización.

No podemos olvidar… aunque la gente está desesperada, ante  una clase de políticos  buitres, que han explotado la desesperación en el pueblo. Esos,  los que se tiran  y tirarán a la calle  con  los millones   que nos han robado, y que ahora los usan para seguir robándonos la capacidad de soñar, de  luchar por una idea, por un país, por algún hombre o mujer íntegros, capaces de hacernos creer que todavía tenemos  esperanzas  de construir una sociedad decente.

Al final del domingo nos  enteramos de que Miguel  se proclamó el ganador de su propia convención con el 85% de los votos. Felicitaciones para Miguel, finalmente ganó SU convención.