Del engaño de AFP, supongo. Del cruento viacrucis que padecen los familiares para retirar el dinero de afiliados fallecidos. Del altísimo margen que tienen y de la burocracia operativa. De los más de 1200 casos de dinero sin reclamantes de los cuales reposan en la plantillas de casos "incógnitos" y de ordenar inmediatamente la investigación de por qué el sistema se  le hace casi imposible identificar o localizar o decodificar esos casos  "desaparecidos".  Y por último ella debería hablar la posibilidad de nacionalizar los fondos de pensiones […]. 

Este tema de AFP es el segundo en importancia del siglo XXI después de covid-19.  Se convirtió en una amenaza real a  la estabilidad económica y sanitaria del ser humano.   

Y sabemos que ese sistema de AFP no funcionó en Chile, ni en Argentina, ni en 16 países de América Latina.  Este modelo ha fracasado según dictámenes de OIT en su informe de marzo del año 2019; entonces, ¿nosotros –aquí- somos la excepción?

Por lo tanto  tratar este tema se hace imperioso. Oír las palabras pronunciadas por doña Margarita (Vicepresidente de la República Dominicana) a favor de que se revise el modelo de pensión, es un analgésico que requiere se le frote de inmediato a brazos y espaldas de la clase obrera dominicana.

Ella sabe hablar. Conoce a fondo el engrosado número de casos de afiliados que han fallecidos y por supuesto, sabe de los elevados costos extras que le genera a cualquier familia iniciar un proceso de demanda legal.  Muchos han tenido que desistir; otros ni siquiera se enteraron a cuál de las AFP cotizaba el difunto.  Por demás, ella [doña Margarita] es abogada y sabe perfectamente lo que significa “negación de justicia”. 

Los trabajadores no necesitan el dinero de AFP,  ni más “bla, bla, bla, bla”.  La clase laboriosa puede esperar más tiempo.  No  necesitan retirar el 35%  ahora mismo  -total, el no retirarlo no los hace más pobres-.   

Lo que sí, real y efectivamente necesitan de manera inmediata es que se hagan auditorias, tests o pruebas diagnósticas de calidad a los procesos a los fines de tener un referente acabado sobre el cumplimiento y desempeño de los casos relacionados con enfermedades crónicas o decesos de afiliados. .

El que trabaja "formalmente" cotiza. Aporta cada mes religiosamente del sudor de su frente dinero para que las AFP finalmente cumplan con el deber que le fueron conferidas mediante ley: pensión y jubilación [justas].

Por lo que no sé de donde sacó el profesor Stiglitz que esa Sociedad mercantil era un fraude que perjudica considerablemente a los trabajadores y por supuesto pone en graves riesgo la pensión de sus afiliados. Entonces, de ser así el gobierno debe anticiparse y tomar medidas preventivas y [hasta] correctivas. De eso debe hablar doña Margarita el miércoles. También expresarle su apoyo a los afiliados -no darles las espaldas- y sobre todo recordarle a Valdez Albizu que (él) goza de buena pensión, y los trabajadores anhelan una así. 

Finalmente, no es gana de "joder", pero dígale, al señor Gobernador, que es su deber velar para que nadie se "coja" el dinero de los afiliados: ni de una parte ni de la otra.

Recemos (…).