Vino al mundo el 28 de febrero de 1861, en la ciudad de Santo Domingo, hijo de los señores José Zoilo Castillo y María Francisca Contín. Además, el matrimonio Castillo—Contín procrearon tres hijos más: José Pantaleón, María de Belén y Paulino Antonio Castillo Contín.

Fue discípulo del profesor Federico Llinás y así como también, del educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos, graduándose en la Escuela Normal de éste último, como Maestro Normal. El 23 de febrero de 1887 se graduó de Licenciado en Derecho en el Instituto Profesional.

Se inició en las letras como periodista, fundando y dirigiendo el periódico El Republico, en 1883. También se destacó como cuentista, publicando los cuentos: “Tres Amores”, “Reproches”, “El Sueño de una Novia”, “El Álbum” y otros.

Fue director de la revista Ciencias, Artes y Letras, en 1896, junto a Luis A. Weber y Andrés Julio Montolío. Así como en los periódicos El Teléfono, El Maestro y El Nuevo Régimen. (1) Calzaba sus artículos con las iniciales C. y R. J. C. y con los seudónimos de URSUS, CAYO y CIUDADANO.

Entre los cargos que ocupó, están: Diputado, en 1899; Secretario de Estado de Correos y Telégrafos, en 1902; Ministro de Justicia e Instrucción Pública (interino); Procurador General de la República, en 1908 y Presidencia de la Suprema Corte de Justicia en dos ocasiones: 1904—1908 y 1916—1931.

Casó con Rosa Matilde Guerrero Morales, en 1903. Procrearon cuatro hijos: Manuel Horacio, Lidia Matilde y Esmeralda Rosa y Minta Celeste.

Escribió el libro: “Las Constituciones de la República Dominicana”, no llegó a publicar la misma. Su tesis de grado sí la publicó: “La abolición de la pena de muerte es una necesidad jurídica” y así como también: “La alimentación y la raza” (contesta el libro de José Ramón López).

El acucioso investigador Andrés Blanco Díaz recopiló y editó en el 2009, en tres tomos de Rafael J. Castillo, bajo el titulo: Escritos reunidos. 1. Ensayos, 1887—1907; 2. Ensayos, 1908—1932 y 3. Ensayos. Artículos, 1888—1931.

Tenía un perfecto dominio de la Lengua y sabía usarla. De ahí que fue él uno de los miembros de número fundadores de la Academia Dominicana de la Lengua, el 12 de octubre de 1927, ocupando el sillón (LL) y Miembro Correspondiente de la Real Academia Española.

Publicó importantes artículos jurídicos, principalmente en materia constitucional. Participó en una Comisión de preparación de un Proyecto de Reformas del Código Civil.

Se negó en 1931 a seguir siendo Presidente de ese Alto Tribunal, por considerar que el Congreso Nacional estaba actuando de manera inconstitucional, por haber dejado todos los tribunales sin jueces. Siendo jubilado el mismo a través de una Ley.

Falleció en Santo Domingo, el licenciado Rafael Justino Castillo Contín, el 24 de abril de 1933.

Citas:

  1. Véase la obra del Lic. Néstor Contin Aybar. Historia de la literatura dominicana, tomo II. Santo Domingo, editora Taller, 1983, paginas 322, 223 y 234. (Universidad Central del Este, Vol. 45, Serie Literatura No. 10).
  2. Ver Andrés Blanco Díaz. Cronología mínima, Págs. 43 al 57 contenido en el libro Rafael J. Castillo. Escritos reunidos. I. Ensayos, 1887—1907. Santo Domingo, Editora Alfa y Omega, 2009.
  3. Véase el enjundioso trabajo de Raymundo González, intitulado: Rafael Justino Castillo: a propósito de un olvido injustificable contenido en Escritos reunidos. 1. Ensayos, 1887—1907.  Del Editor Andrés Díaz Blanco. Santo Domingo, impresión Editora Alfa y Omega, 2009, Págs. 9—42 (Archivo General de la Nación, Vol. XCVII).