– Tony, ¿qué fue del caso X?
– ¿El caso X?
– Si, necesitamos saber cuál fue la conclusión. Fue hace unos meses.
– ¿El caso X? ¿Yo llevé el caso X? ¿Se concluyó? Déjame buscarlo a ver… Ahh el caso X.
*Caras decepcionadas*
Hace unos meses comentaba en el trabajo el desagrado que me genera el abordaje repentino buscando información sobre casos pasados. Me creía desafortunadamente especial, porque la prisa de los demás chocaba con mi necesidad de tiempo para buscar en mi base de datos mental, la cual tiene una memoria RAM muy lenta por cierto. Al final la información se obtenía, pero en el ínterin, el transcurrir del tiempo me hacía lucir idiota.
Algunas de mis compañeras me entendieron y se solidarizaron. Otras seguirán pensando lo de idiota. Sin embargo, entre las lecturas aleatorias que llevo este toque de queda, he encontrado una explicación a este comportamiento. Resulta que Kurt Lewin, uno de los pioneros de la psicología social experimental, se percató en un bar junto a sus estudiantes de la buena memoria para recordar órdenes que tenía un mesero. En ese momento, junto a la psicóloga soviética Bluma Zeigarnik decidieron realizar un plan para conocer hasta donde llegaban las habilidades de este mesero. En fin, lo que cualquiera de nosotros hubiese hecho.
Luego de una serie de pruebas se notaron de que una vez completada la orden, la “prodigiosa memoria” del mesero no era tal, ya que no podía recordar la orden y sus detalles. La conclusión llegaría con los años, se basó en que una tarea pendiente (en este caso la orden al mesero) genera una tensión que domina por un momento la atención y el recuerdo de las personas. Una vez concluída la tarea (entregada la orden), tanto la tensión como la atención sobre el tema se disipan dando paso al cerebro a priorizar otros temas. Zeigarnik procedería a continuar estudiando el fenómeno junto a Lewin hasta publicar un ensayo en 1927. El fenómeno ahora se conoce como el “Efecto Zeigarnik”.
La teoría del “Efecto Zeigarnik” establece que el impulso natural es buscar el cierre del tema y liberar la tensión. Esta teoría se desarrollaría llegando a establecer incluso que una tarea que es interrumpida mantiene la misma tensión y prioridad para fines del recuerdo. En términos de un explorador de internet, diríamos que la ventana con la información al no cerrarse permanece accesible rápidamente a la memoria. Razón por la cual, la teoría lleva a proponer a los estudiantes interrumpir las horas de estudios con el fin de fijar la atención sobre los conceptos y tenerlos disponibles en la memoria, evitando así liberar la tensión que da concluirlos. Estrategia la cual nos puede resultar útil para ocasiones como las que generaron este artículo.
Mucho se ha escrito del Efecto Zeigarnik y su campo de aplicación práctica. No obstante, mi conclusión para fines de esta nota es que la próxima vez que un colega toque su puerta, llame a su extensión y pida por información detallada sobre un caso del pasado, no se menosprecie usted. Con confianza, pídale tiempo y hasta háblele de Kurt Lewin, Bluma Zeigarnik y un mesero con aparente buena memoria de los años 1920.