Descripción de Umbrales en dos caras: la realidad física / lo que grita el cuerpo.
La ventana
Hay ventanas que están muy presentes, que son muy importantes dentro del espacio en el cual se han concebido. Otras deciden desaparecer y ser simplemente luz. Algunas desaparecen también, pero gracias a la visión que presentan y se convierten en el hueco perfecto, otras, solo están, ahí…
No tenía idea la ventana de que sería tratada como un espacio, acostumbrada siempre a ser conocida como un simple hueco… Tampoco hay que alarmarse, en nuestro estudio y búsqueda incesante, le hemos adjudicando características de un espacio mínimo, furtivo, el ser un umbral. Ella, dentro de su nueva y controversial nomenclatura es ciertamente diferente a los demás.
Digamos que la ventana entraría dentro de la descripción de un umbral simple y llano, si el hecho a analizar fuese la huida o el adentramiento inapropiado a un espacio. Entrar-salir no se corresponden con la esencia misma de esta apertura cotidiana en la pared.
Podemos mencionar su personalidad de nexo, conectando desde la visión del ser humano el mundo interior con el exterior. Su sentido de paso sería, precisamente la mirada. Tomando este solo concepto, no siempre el hecho de mirarla significaría que estamos utilizando un umbral. En algunas ocasiones podría comportarse como elemento de contemplación, acción duradera en el tiempo por lo que durante el mismo, sería la ventana un espacio para “estar” si nos refiriéramos a la mente.
Estirando su existencia estática a un acto, que como umbral deba reflejar una transición, es más bien la ventana quien nos brinda ese movimiento a nosotros sus usuarios. Ella, aparte de conectarnos desde la vista, también nos entrega visiones, que aunque parezcan estáticas, están constantemente en cambio: El paso del día, la luz del sol que varía junto a los segundos, sobre los ladrillos, el inminente anuncio de la noche, el sol con su acostumbrada muerte o bien, su constante nacimiento frente a ella. Los cambios climáticos, las hojas que se mueven con el viento.
¿Seremos nosotros el umbral de la ventana? El ente que ejercer la transición en un nivel consciente, ¿O será el mensaje que nos llega a través de ella, el medio para cambiar de un espacio a otro en la mente?
Algunos especialistas en espacios pensarán que la ventana no deba ser incluida en la categoría de umbral, sinceramente, por ocasiones he llegado a dudarlo, luego, cuando la analizo desde la mirada que desecha por completo lo objetivo y se basa en las cosas que solamente se sienten y a través del sentir se conocen, redescubro razones suficientes para no retirarla. Como sea, queda abierta la discusión.