La idea básica de los análisis de discursos es conocer dónde se detuvo el protagonista por más tiempo, con qué extensión de palabras y si contaba con algunas estrategias de resalto de ideas o temas para de esa manera conocer, mediante la “lectura entre líneas”, las intenciones del interesado. También permite ver cuáles temas fueron pocos tratados, o incluso cuáles no recibieron siquiera una simple mención.
El discurso tuvo 50 páginas y 11, 892 palabras. En el mismo se le tributaron 63 aplausos y tres ovaciones cuando mencionó que los pobres no son mala paga, al decir que no habrá más prórroga en el Plan de regularización de extranjeros y cuando mencionó que llegó la hora del Sur.
Pensaba que la palabra educación sería la más mencionada como sucedió en la toma de posesión pero no fue así. Las palabras más mencionadas fueron: carretera (52 veces) Salud (16), Empleo (11), Educación (9), Pobreza (8), pobreza extrema (5), economía (5), Seguridad Ciudadana (3) y seguridad Social (2).
Respecto al contenido del discurso primero hay que señalar que el Presidente nos ha acostumbrado a ser muy técnico y no salirse de lo que estrictamente manda el evento, por consiguiente aquí solamente lo que haría es presentar sus memorias.
Ese discurso no era el espacio para hablar de reelección pues eso debe hacerlo el Congreso.
Tampoco era el espacio para tocar el tema de la corrupción, salvo lo que hiciera el gobierno para prevenirla y me parece que eso lo dejó establecido cuando tocó el tema de la transparencia
Técnicamente fue un excelente discurso en el que se observó un Danilo más seguro de sí mismo al expresarse ante un público. El tema haitiano lo manejó con mucha cautela y con cierto cuidado pues no fue tremendista como muchos esperaban que lo fuera.
Fue contundente al afirma la decisión del Estado dominicano respecto a no dar más prórroga al plan de regularización y quiso también mostrar una imagen diferente a la que se ha establecido sobre él cuando afirmó que ningún organismo puede imponernos la visión de lo que debemos hacer. Pienso que esta expresión fue más populista que real.
Como era de esperarse abordó la ejecución de su gobierno y sin lugar a dudas que su discurso dejó un buen sabor, por lo demás está claro que la reelección no le desagrada, aunque sabe el riesgo que se toma por consiguiente este discurso debía ser lo más cauteloso posible pues estaban muchas cosas en juego.
No tocó el tema del Pacto Fiscal que establece la Estrategia Nacional de Desarrollo lo que obliga a pensar que solamente impulsará el cumplimiento del Pacto Educativo y el Pacto Eléctrico de los tres que establece. Esto ya lo había advertido cuando el pre-candidato y Secretario General de ese Partido, en el discurso que dirigió a la población hace un mes, prometió realizar el pacto fiscal.
Mi valoración sobre su gestión es que hasta el momento está haciendo buen trabajo, hay cosas que podrían ser mejores como una respuesta más firme ante el problema haitiano y la migración ilegal al país. Pero se debe reconocer que en realidad ha tratado de cumplir sus promesas de campaña.