Uno de los fundamentos de estos siete años de crecimiento con estabilidad, aparte de la coordinación y racionales políticas fiscal y monetaria, lo ha sido el cumplimiento de todas las metas en los programas con el FM, tanto en las ocho revisiones del primer acuerdo concertado en enero del 2005, así como también en las cuatro revisiones aprobadas del actual programa y la quinta en vías de concluir. 

En el presente acuerdo stand-by, aprobado por el Directorio del FMI en octubre del 2009, las autoridades han cumplido todas las metas fiscales y monetarias en las cuatro revisiones, con excepción del déficit fiscal del gobierno central  a diciembre del 2009, que tuvo su origen en mayores subsidios al sector eléctrico. 

El Gobierno Central y el Sector Publico Consolidado han reiterado su disciplina en esta segunda etapa del programa de consolidación fiscal, pues de un déficit del GC equivalente al 3.5% del PIB en el 2009 se redujo a 2.3% en el 2010 y la meta en este año es 1.6% del PIB, cifra que contrasta con los déficit regionales y los enormes que exhiben las naciones del G-20. De igual forma las metas monetarias y las acciones en los ámbitos de las reformas fiscal y financiera se han cumplido, sin embargo el tema eléctrico ha sido la piedra en el camino del programa. 

El Presidente asumió con responsabilidad la "despolitización" del sector eléctrico y designó al frente de la CDEEE a un eficiente gerente y líder empresarial, Celso Marranzini, le ha brindado todo su apoyo, decidió colocarlo al frente de los Consejos de las EDES, designó expertos extranjeros en las tres gerencias y es de justicia reconocer que los gastos en la CDEEE han disminuido sustancialmente, la ciudadanía dispone de más horas de energía y se ve la luz al final del camino con planes de instalar nuevas plantas y acciones para aumentar el número de clientes, sin embargo, cinco décadas de crisis y el habito del 50% de los usuarios de robarse el servicio no se pueden corregir de un año para otro. 

En el caso del sector eléctrico la CDEEE y las distribuidoras tienen un gran reto, pues aparte de que no deberán producirse atrasos en la deuda corriente con los generadores, desde las revisiones segunda y tercera están definidas metas trimestrales del balance del sector y en la cuarta (septiembre) fueron ratificadas e incluso reducida la de marzo, en donde el déficit del sector tendrá como piso US$77 millones y en junio de US$145.2 millones. 

Todo parece indicar que las autoridades cumplieron con todas las metas en la quinta revisión, incluyendo el déficit del Gobierno Central, pero era obvio, dado el aumento en los precios mundiales del petróleo, que sería imposible cumplir con las metas eléctricas a diciembre y mucho menos la meta de un subsidio de US$350 millones en este año, que representa aproximadamente la mitad del año pasado. 

El tema eléctrico deberá ser renegociado con el FMI o el gobierno elevar las recaudaciones o reducir el gasto en la misma proporción; pero que nadie se frote las manos con la supuesta posibilidad de una ruptura del programa. Las presentes autoridades, comprometidas con el mantenimiento del clima de crecimiento con estabilidad, harán lo que sea necesario para que el presente programa continúe y concluya exitosamente.