Cada 10 de abril se celebra el Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología. Dicha fecha la estableció la Conferencia General de la Naciones Unidas en el 1982, en honor al científico y Premio Nobel de Medicina Bernardo Houssay, por sus descubrimientos en la Fisiología y Medicina. Este destacado científico consagró su vida a mejorar la calidad de vida del ser humano.

En esta era del cibermundo, de la transformación digital e innovación tecnológica y social, la ciencia y la tecnología han estado convergiendo de manera compleja en los que varios investigadores llaman tecnociencia. Por esta razón, no se puede hablar del conocimiento científico sobre el mundo sin incluir ese mundo de transformación digital caracterizada por la información y el conocimiento.

Hoy la tecnociencia entra en nuestro tiempo, desde una perspectiva filosófica, en el plano de la sociedad de la información y el conocimiento, de la ciencia y la tecnología como hibridación. Además, la ciencia y la tecnología se entretejen en lo social en cuanto a la ética, porque la tecnología en sí misma está cargada de valores.

La tecnociencia y su articulación con la sociedad en este siglo XXI, se diferencia de otras corrientes de pensamiento, puesto que no se parte de una concepción de la tecnología del siglo XIX y principios del siglo XX, que se sustentaba en operaciones manuales, mecánicas, e instrumentales, repetitivas, en destreza, habilidad y fuerza muscular sino de una concepción tecnológica que descansa en el conocimiento científico sobre el ciberespacio y su diferencia con la plataforma de Internet, en las reflexiones filosófico científicas que tienen que ver con el lenguaje, la cibernética y la sociedad.

Como bien apunta Quintanilla (2005:27): «Nunca, como hasta ahora, había estado la sociedad en su conjunto tan articulada en torno a la actividad tecnológica, nunca la tecnología había tenido tan fuertes repercusiones sobre la estructura social, y en especial sobre la estructura cultural de una sociedad.

Por eso, hay que entender que el discurso filosófico sobre la tecnociencia, en estos tiempos, debe ser innovador, complejo y dialógico, en el que se complementen el espacio y el ciberespacio, la física de componente material con la cuántica y las partículas virtuales, la neurociencia con los estudios del cerebro digital y los neuronavegadores, el discurso de la ética con el de la ética virtual (Merejo, 2013).

Este enfoque filosófico cibernético innovador descarta la tecnociencia como disciplina encerrada en la verdad y la totalidad, y se sitúa en la convergencia de la nanotecnología, biotecnología, informática y ciencias cognitivas.

Es en este contexto que el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT), ha estado desarrollando la complejidad de la tecnociencia, en procura de que se incluya como parte del desarrollo nacional, todo lo que tiene que ver con investigaciones en ciencias sociales y humanísticas. Para tales fines, el MESCYT dispuso de una partida adicional de RD$118 millones destinada al Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDOCYT), con lo cual se elevan a RD$338 millones los recursos para investigación científica y desarrollo tecnológico en el 2021.

Con dicha partida presupuestaria, el Gobierno del presidente Luis Abinader manifiesta su interés en fomentar la investigación en la República Dominicana, la cual ha tenido muy baja inversión, en comparación con los principales países de Latinoamérica. Esperamos que se siga incrementando la partida presupuestaria en ciencia y tecnología el próximo año 2022.

A pesar de la baja inversión, la ciencia, la tecnología e innovación en República Dominicana han logrado importantes avances en cuanto a publicaciones en revistas científicas indexadas que versan sobre temas diversos: salud, agro, química, biología, ciencias sociales, humanística y tecnología.

Se han estado desarrollando investigaciones en biotecnología, recursos genéticos, producción sostenible y seguridad alimentaria, los cuales han arrojado resultados para mejoras sustanciales en la agricultura y la ganadería. Además de importantes investigaciones que tienen que ver con enfermedades crónicas como diabetes, cáncer y salud mental.

En esa misma línea se han cuajado algunas patentes generadas en los últimos años en nanociencia: nanotubos de carbono, baterías de litio y todo lo que tiene que ver con los Softwares educativos y realidad virtual.

Es partiendo de estos avances tecnocientíficos que el 10 de abril de 2022, en el marco del 40 aniversario del Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología, se pretende realizar un conjunto de actividades relacionadas con la importancia que tiene la tecnociencia en este siglo XXI; más en unos tiempos pandémicos en la que los seres humanos del planeta están apostando a los resultados de investigaciones que tiene que ver con el combate a la COVID 19. Este evento será presidido por el ministro doctor Franklin García Fermín y desde el viceministerio que preside el doctor Genaro Rodríguez Martínez.