Preguntas:

– ¿Crees que una persona que asesinó, violó o abusó de un menor merezca vivir?

– ¿Si alguien asesina, viola o abusa de un ser querido tuyo, merece vivir?

Soy un convencido de que todos, absolutamente todos, tenemos el derecho a ser juzgados, al ser acusados por un crimen/delito.

Las leyes y los derechos humanos nos otorgan dicho derecho, ya que –de lo contrario- el concepto de justicia no existiría.

Ahora bien, también soy un convencido de que todos los derechos humanos, como por ejemplo el derecho a la vida, es algo que tenemos tan solo por el hecho de existir, pero –a diferencia de las teorías modernas de los derechos humanos- considero que cuando alguien le quita a otra persona algún derecho –de nuevo como ejemplo, el de la vida- automáticamente pierde el suyo.

¡Efectivamente!

Creo fielmente que cuando alguien con premeditación, alevosía y ventaja, le quita la vida a alguien más, el autor del crimen (material o intelectual) pierde su derecho a respirar el mismo aire del que respiramos todos los demás.

¡Aclaremos!

Si alguien -accidentalmente o por un descuido- le quita la vida a alguien más, ya sea por un ACCIDENTE vial, laboral o de cualquier índole, NO es un hecho que fue llevado a cabo con premeditación, alevosía y ventaja, por lo que en una situación de esta índole, no aplica que el culpable sea privado de su derecho a la vida, pero no hay duda de que un asesino, violador o abusador NO merece respirar el mismo aire que el de todas las demás personas que llevamos a cabo una forma de honesta, integra y apegada al respeto al derecho ajeno.

No quisiera irme a los extremos como aquel histórico Código de Hammurabi que estipulaba -claramente- la Ley del Talón (ojo por ojo, diente por diente), pero considero que mientras la humanidad sea más benevolente con la vida de quienes no respetan la de otros, seguiremos viendo cifras alarmantes, ya que quienes asesinan, violan o abusan, están conscientes de que lo peor que les pudiera pasar es ir a la cárcel, algo que -claramente- no los limita a llevar a cabo sus aberrantes crímenes.

No entraré -en este artículo- al debate de la efectividad de la pena de muerte; simplemente, intento transmitir mi sentir sobre lo que debería de ser el destino de aquellas personas que llevan a cabo actos, de forma premeditada, que ponen en riesgo (o terminan) la vida de alguien más.

¡Pensemos!

Cuando dos países se van a guerra, los soldados -por defender cada uno la causa que persiguen sus respectivos países- están dispuestos a matar a un soldado adversario.

Dichos soldados cumplen órdenes y están dispuestos a matar a otra persona con el objetivo de cumplir su meta.

Ejemplos como el de Vietnam, al igual que el de la primera y segunda guerra mundial, en el siglo XX, así como el de Afganistán e Irak en el XXI son una muestra de ello.

Entonces, y sin ánimo de justificar el concepto de "Guerra" mismo que me encuentro patético, creo que el mundo debería de declararle la guerra a los asesinos, pederastas y violadores con el mismo ímpetu, que con el que mandan a un solado a la guerra a matar a un adversario.

Igualmente, considero igual de culpable a alguien que jala un gatillo, como aquel que lleva a cabo acciones que ponen en peligro la vida de los demás, por cuestiones económicas o por ahorrarse tiempo.

Sé que el presente tema NO es tomado a ligera.

Sé que el presente tema es MUY debatible.

Pero también sé que una persona que toma a la ligera la vida e integridad de un ser humano, no merece que se les respeten sus "derechos"…

Estoy convencido de que por el simple hecho de nacer TODOS tenemos derecho a vivir… pero el mantener dicho derecho va de la mano con respetar la vida de los demás.

Muchos pensarán que el único que puede juzgar en este mundo es Dios pero, soy una de esas personas que opina que los pecados NO se pagan en el infierno…

¡Se pagan aquí mismo en la tierra!

@RaulBaz