Esta semana leíamos en el diario El País de España un reportaje sobre las inversiones de los equipos de la Liga de Primera División de ese país para la temporada que acaba de iniciar, dejando al desnudo la “desigualdad” existente entre los mismos, donde solo tres conjuntos pueden darse el lujo de “gastar” cuantiosas sumas para adquirir los mejores jugadores.
El Barcelona, el Atlético de Madrid y el Real Madrid son los únicos clubes del futbol español que han invertido más de 100 millones de euros en jugadores para la campaña 2014-2015.
El Barcelona hizo una inversión de 157 millones para encabezar el grupo. El Real Madrid le sigue pagando 120 millones de euros en la compra de jugadores, mientras que Atlético de Madrid es el tercero con un gasto de 111 millones de euros.
Estos tres equipos, respectivamente, hicieron ventas por 79.8, 114 y 87.5 para ser también los mejores en ese renglón.
Lo del Barcelona se entiende, ya que sobre el club catalán pesa una sanción que no podrá fichar jugadores hasta la temporada de 2016 (por incumplir la normativa sobre traspasos de futbolistas menores de edad). Sus inversiones y ventas presentan un déficit de 77.2 millones de euros. Vaciaron sus arcas en esta temporada de compra y venta porque no podrán gastar “ni un duro” en los próximos dos años.
El segundo con déficit es el Atlético de Madrid, que arroja en sus balance del mercado de la temporada muerta un saldo negativo de 23.5 millones de euros. El Real Madrid que tuvo un número rojo de 6.1 millones de euros. El Villarreal tuvo un déficit de 5 millones (7.5 y 12.5).
Al Barcelona llegaron esta temporada el delantero uruguayo Luis Suárez, el francés Jérémy Mathieu, el croata Ivan Rakitic y el portero chileno Omar Bravo.
Por su parte, el Real Madrid compro al alemán Toni Kroos, el arquero de Costa Rica Keylor Navas, el colombiano James Rodríguez, y a última hora tiene también al mexicano Javier -Chicharito- Hernández. Pero los merengues recibieron una buena suma (113 millones de euros) por las ventas del argentino Angel Di María que se fue al Manchester United, de Xavi Alonso que se fue al Bayern Munich y Alvaro Morata que paso al Juventus italiano.
El francés Antoine Griezmann, el croata Mario Mandzukic y el italiano Alessio Cerci fueron las principales adquisiciones del Atlético de |Madrid, que vio partir al hispano-brasileño Diego Costa, el brasileño Filipe Luis, y los españoles David Villa y Adrián López.
Al que mejor le fue, económicamente hablando, fue al Athletic de Bilbao, con un balance positivo de 35 millones, ya que hizo ventas por 36 millones y sólo gastó un millón, seguido por la Real Sociedad de San Sebastián con un saldo positivo de 33/2, el Sevilla con 29.6, el Granada con 16.3, el Valencia con 14,0, el Levante 11.7 y el Málaga con 9.7.
El Deportivo de La Coruña y el Córdova no vendieron ni compraron, mientras que el Almería y el Getafe vendieron por 3.0 cada uno y no compraron, y el Eibar y el Rayo Vallecano que no vendieron, pero compraron por 0.2 y 0.5 respectivamente.
Como podemos notar, el mercado de jugadores estuvo muy activo en España en la temporada muerta. Muchos jugadores que brillaron en el Mundial Brasil 2014 llegaron a clubes españoles donde esperan repetir sus hazañas mundialistas.
En Europa, el país que tuvo el mayor déficit en la compra y venta de jugadores fue Inglaterra con una alta suma de 575.5 millones de euros, seguido por Alemania con 85 millones, España 50 y los clubes italianos con 30 millones.