MENEO – MENÉUTICA
De las dos palabras del título, la primera se conoce en el ámbito internacional con algunas significaciones de tipo general. Sin embargo, en República Dominicana esa voz sirve para transmitir una idea diferente. Aquí se examinarán los significados tradicionales y los específicos del habla dominicana y el uso en otro país americano.
Con respecto de la segunda voz se expondrá su significado, el motivo de su introducción en el habla y el segmento social que propició su introducción.
El meneo internacional se refiere a la acción y el resultado de menear. Es, además, una reprimenda o un pleito, una sacudida, un empujón. Se refiere, así mismo, a la forma de caminar moviendo las caderas y los hombros.
El meneo del habla dominicana es el negocio, la componenda, el chanchullo, la maniobra para evitar escollos administrativos, la vía expedita para conseguir algo. Se recuerda que una persona que llegaba a una “oficina pública”, una de las primeras preguntas que hacía era, ¿Cuál es el meneo? Así esa persona preguntaba cómo se abreviaban los engorrosos trámites burocráticos. Del mismo modo, si llegaba a un corrillo lanzaba la misma pregunta para poder integrarse o para saber si podía participar del asunto, de la jugada.
El meneo puede definirse también como la diligencia, la rapidez y presteza con que se lleva a cabo una gestión que tiene por fin alcanzar un resultado; especialmente en las oficinas administrativas del gobierno.
En este caso del meneo dominicano lo que ocurrió fue que esa acepción se añadió a las ya establecidas (precedentes), lo que hubo fue una extensión a las acepciones existentes y no un reemplazo o eliminación de las ya existentes.
Congruente con esta acepción de la celeridad que se destacó más arriba se conoce el meneo en Cuba. Allí dicen, “liquidar con dos meneos”. Además, expresan otra idea diferente con la expresión “no creer en meneos”, para expresar “no creer en cuentos”. Tomado del Diccionario mayor de cubanismos (1999:445).
La menéutica fue una voz promovida por los estudiantes adolescentes hace ya más de 50 años para nombrar el meneo con otro vocablo; para utilizar una palabra con apariencia de culta, más elegante, por la terminación comparable con la mayéutica y otros términos semejantes. Se ha de mencionar que esa designación tenía así mismo un fin jocoso. Es probable que esta voz haya tenido escaso uso y corta duración.
Como dato curioso se trae a colación el sentido de meneio en portugués brasileño que en sentido figurado es equivalente a ardid, astucia, maniobra. Se nota enseguida que existe proximidad entre estos significados y los que se consignaron para el español dominicano. Es posible que sea solo coincidencia fortuita. Esta información se sacó del Novo diciónario Aurélio da língua portuguesa (1986:1118).
Ha de mencionarse en esta sección que ninguna de las dos palabras del título está presente con estas acepciones en los diccionarios consagrados al español dominicano.
Syèg – Twèt
Las dos voces de esta sección pertenecen al idioma haitiano. Constan en estos comentarios porque no cabe duda alguna de que descienden del español dominicano. Hay aún más, en español dominicano pertenecen a la lidia de gallos.
En una ocasión anterior, hace años, se comentaron algunas voces del criollo haitiano que derivaban del español de los dominicanos. En esa oportunidad se introdujo la voz gagèr (se pronuncia gaguère o gadjèr) que se refiere a la lidia de gallos. La voz del haitiano transcrita de acuerdo con su pronunciación, se refiere al sitio en que se desarrollan los combates o pleitos de gallos, que en dominicano es gallera.
El autor del libro del cual se extrae la información, Max Manigat, Mots créole du Nord d´Haïti (2007:132-3)explica que los pleitos de gallos tienen larga tradición en Haití pues Moreau de Saint-Méry destaca esta actividad en su obra escrita hace siglos.
En el libro L´édifice créole en Haïti (2002:396) Jeannot Hilaire introduce las dos palabras del título en tanto derivadas del español de los galleros. La primera se refiere al gallo ciego; y, la segunda al gallo tuerto.
Desde la época en que Saint-Méry escribió su libro en la segunda mitad del siglo XVIII, se discute si la afición por la lidia de gallos llegó a Haití desde la parte española de Santo Domingo; esto así debido a la gran cantidad de palabras haitianas derivadas del español, que naturalmente hacen pensar en el español dominicano por su proximidad geográfica.
Se recuerda aquí que el vocablo francés para ciego es aveugle que desciende de avogle y con la grafía actual aparece en francés desde el siglo XIII. Para la palabra del español, tuerto, el equivalente en francés es borgne que está documentado en esa lengua desde el siglo XII. Con estas notas se trata de dejar bien claro que para las dos voces del haitiano el origen del español es indiscutible. Las referencias del origen de los vocablos del francés se extrajeron del Dictionnaire historique de la langue française (2012:254, 424).
DEMÁS – DE MÁS
“En ambos casos cobró DEMÁS. . .”
Demás es adjetivo o pronombre indefinido invariable. Con este se menciona la parte restante de algo. Equivale a “lo restante” o “lo otro”. Se escribe tal y como apareció en la cita, en una sola palabra.
Puede desempeñar funciones de sustantivo con la anteposición de los artículos definidos en plural o con el neutro lo.
En el caso de la frase transcrita lo que correspondía que se escribiera era DE MÁS. Este es el resultado de la combinación de la preposición DE y el adverbio de cantidad MÁS.
En una frase como la copiada cabía “de más” en tanto locución adverbial con el significado de “de sobra, en demasía”. Terminaría así, “En ambos casos cobró de más”.
Por otro lado, “de más” forma parte de locuciones verbales que siempre se escribirán en dos palabras separadas.
QUASI – CUASI – CASI
“. . .el poder político QUASI absoluto. . .”
En español general se conoce el adverbio “casi” que es el resultado en español del latín quasi. El significado aceptado para esta palabra es, “poco más o menos, aproximadamente, por poco, cerca de, poco menos de, con corta diferencia”. Llama la atención la forma en que el Diccionario de uso del español (2007:574) explica a casi, “Expresa que la cualidad, manera, estado o acción expresados por la palabra a que afecta, existen, ocurren o se realizan no completamente, pero faltando muy poco para ello”.
El adverbio en cuestión en español entró a principios del siglo XV, tomado del latín en el que significaba “como si”, Breve diccionario etimológico de la lengua castellana (1967:137).
En algunos casos este casi se acomodó al español específico de algunas actividades representado por “cuasi”, que la Real Academia en su diccionario define con una remisión a “casi” y consigna que llega al español del latín quasi, con el valor de “como si, aproximadamente”.
Esa adaptación al español se conoce en el campo del derecho con la figura del cuasicontrato. Aunque la RAE no lo menciona, existe también el cuasidelito.
Echa de verse por la presentación que hace la RAE que prefiere la representación gráfica “cuasi” en estos casos y, no quasi. En francés para las figuras jurídicas antes mencionadas prefieren utilizar quasi y, así escriben quasi-contrat y quasi-délit. El portugués ha retenido la grafía –qu-, en el casi de esa lengua, quase.
No hay necesidad en español de recurrir al latín, pues hasta Cervantes en el famoso Don Quijote escribe “casi casi” con la intención de expresar “por muy poco”, en el capítulo XXXV.
No hay necesidad de recurrir al latín a menos que la persona que escribe desee “enredarle la cabuya” a los lectores, o, alardear de conocimientos de latín. En los escritos destinados al público en general lo que se aconseja es mantener la lectura llana, placentera, sin dificultades.