Elizabeth (Liz) es una residente de Miami Shores de toda la vida. En su casa mantiene un hermoso jardín que es una gran variedad de plantas polinizadoras nativas de Florida que ella ha seleccionado cuidadosamente.
La historia de su jardín es una evocación de las enseñanzas recibidas de su familia, especialmente de su padre y su abuelo. Hasta su madre ejerció influencia sobre su afición a preferir unas plantas sobre otras y cuál propósito buscar y lograr con un jardín. Caminar su jardín con Liz y escuchar sus explicaciones es prestar atención a las evocaciones acerca de su familia.
El paseo en medio de su jardín puede ayudar a algunas personas a reflexionar acerca de cuánta influencia pueden ejercer los demás sobre la selección de plantas y las disposiciones de estas en un jardín, sobre todo si son ellos seres queridos.
Liz recuerda cuando ella era una adolescente que ella acostumbraba a trabajar junto a su padre en el patio cada domingo. Rememora las escenas de su padre plantando orquídeas, así como otras plantas. Ella reconoce la deuda que tiene contraída con sus antepasados en la forma en que ha organizado su jardín. Recuerda como su padre tenía buena mano para las plantas, pues casi todo lo que él sembraba prendía. Este don paterno despertó en ella su amor directo por las plantas e, indirectamente, por la naturaleza.
En la actualidad el jardín frontal de la casa de Liz es un paraíso para las mariposas. En este jardín hay poco espacio para la grama porque tiene una exuberante proliferación de plantas polinizadoras. Si se toma el tiempo suficiente observando estas plantas puede descubrirse en ellas muchos gusanos y crisálidas, capullos de donde en corto tiempo surgirán mariposas.
En ambos jardines hay una gran cantidad de arbustos, entre ellos pueden citarse los del género Asclepia, que es una planta perenne, conocida en el mundo hispano con el nombre de algodoncillo. También ella ha colocado varias plantas de coonties, (Zannia intergifloria), planta bien conocida en República Dominicana con el nombre guáyiga, que existía en la isla a la llegada de los españoles. Entre las plantas también está la “hoja de corrimiento”, (Starchypheta jamaicensis), conocida como verbena en Venezuela y verbena azul en Cuba. No podían faltar las pasiflora, que se conoce con los nombres “flor del sufrimiento” y “flor de la pasión”. En medio de estas plantas destaca la Heliotropium amplexicaule por sus bellas flores de color púrpura. Otra planta ornamental que se encuentra en el patio es Justicia brandegeeana, que algunas personas llaman “camarón”. Aparte de las ya mencionadas, reconocí catorce más entre plantas, arbustos y yerbas que sería prolijo enumerar.
El patio trasero del jardín no es muy diferente del delantero, pues hay en este una gran cantidad de árboles y plantas. Este jardín es un lugar ideal para descansar y admirar la naturaleza. Sentarse allí con una taza de té o café hace de esta una escena idílica. Esos momentos son de deleite rodeado de naturaleza vegetal. Aparte de admirar la naturaleza hay que reconocer la tarea que Liz ha asumido al poner sobre sus hombros el cuidado de su jardín.
Muchas personas pueden pensar que cuidar de un jardín o de una parte de este es una tarea difícil o fatigosa, pero si se cultiva el amor por las plantas y las flores esta labor se convierte en momentos de gozo y fuente de satisfacción, así lo expresa Liz.