El Memorial Acte, es un centro cultual diseñado, pensado, construido y gestado para la meditación, la reflexión crítica y la reverencia a los antepasados africanos que murieron durante el proceso histórico que significó la Trata Negrera.

Jacques Martial, escritor, dramaturgo e intelectual de Guadalupe tiene la responsabilidad de dinamizar, poner en valor tan extraordinaria obra arquitectónica y cultural que, pensada desde Guadalupe, irradiará luz al resto del Caribe y al mundo, según los ideales de sus progenitores.

Auspiciada desde la sociedad civil guadalupeña, el Gobierno Regional local de la Guadalupe en la persona de su principal funcionario, el señor Victorin Lurel, se inicia esta majestuosa obra que concentra en su local, dos salas de exposiciones, una permanente sobre la esclavitud y su impacto en el mundo, con hincapié en la esclavitud americana y una sala temporal que acoge importantes proyectos expositivos.

Al mismo tiempo este Centro para la reflexión y la memoria, como le llaman ellos, tiene áreas de animación cultural y un auditorio para presentación de variada naturaleza. Una Tienda y un Restaurante con un pequeño puerto para embarcaciones, completan su propuesta, detener el tiempo y pensarnos. Engalanada por un bello jardín recreativo frontal y un puente que nos comunica con los ancestros, en el espacio o parque natural que sirva para la reverencia, el recuerdo y la meditación con nuestros antepasados africanos impactados en esta travesía dolorosa.

El interés de los gestores del Memorial Acte es que desde él se produzca un movimiento cultural regional y mundial que permita el dialogo entre los pueblos a través del recurso del arte y la cultura como interlocutores y que medie ante las confrontaciones, el prejuicio, la discriminación y la desmemoria, para establecer comunicaciones de entendimiento, aceptación e integración de los pueblos a través del crisol que emana de la cultura.

Su principal exposición es sobre la esclavitud en el mundo como fenomenología humana que denigra la condición del esclavizado, lo somete a sus designios, lo despersonaliza hasta convertirlo en una pieza del engranaje, vista como un objeto o cosa. Desde un tránsito histórico que sitúa la esclavitud como una práctica antiquísima en la conducta de los pueblos, el Memorial Acte, produce una museografía, que se inicia con la llegada de los europeos a América, la colonización como producto de este proceso y la traída forzada al continente, de los africanos en condición de esclavizados para el trabajo forzado.

En un recuento histórico, que atraviesa diferentes momentos de esa esclavitud, desde las formas de explotación, las represalias y el maltrato, hasta las rebeliones y revueltas, los aportes y el mestizaje que le fue propio. El recorrido de la sala termina exaltando figuras que han luchado en todo momento por la igualdad de la especie humana sin distintivos y subterfugios biologicistas y convencionales: Toussaint Louverture, Martin Luther King, Malcolm X, Mandela, entre otras muchas figuras, ilustran su galería de destacados luchadores y defensores de los negros, sobre todo en América.

La música, la religión, la gastronomía, la danzas, los movimientos socio religiosos como el rastafari se exponen en esta muestra permanente en el Memorial Acte, como prueba de que a pesar de la exclusión y el discrimen, queda su legado como parte de las identidades y contribuciones a un continente que además está conformado cultural y biológicamente por otras poblaciones constituyendo esto un enriquecimiento universal y una diversidad cultural.

Memorial Acte no quiere mirar al pasado con resentimientos, sino recuperar la memoria para dignificar a los antepasados, muertos por múltiples razones, en la que la económica fue determinante. La memoria es para evitar el olvido que nos escamotea una parte de nosotros mismos.

En ese sentido este proyecto iniciado en el 2015, cuenta ya en su poca existencia, un conjunto de exposiciones e iniciativas con una mirada local, regional y universal que lo enviste de una estatura grande. Su equipo profesional y el personal completo están comprometidos con la misión de proyectar una visión sobre uno de los hechos más descabellados de la conducta humana: creerse superior al otro y someterlo como un animal, pero bajo la convicción de que ese ser no merece, ninguna consideración humana.

Todo esfuerzo que tienda a recuperar de la memoria con sentido crítico ese pasado para no repetirlo y evitarlo en su práctica moderna, es loable en el realce de la calidad humana, la sensibilidad y la decencia, acción que se ha propuesto el Memorial Acte, con el discurso cultural, la museografía y el arte en sentido general.