El domingo 24 de julio del año en curso el presidente Fernández argumentó que la crisis económica que enfrenta actualmente su administración tiene como fundamento básico, entre otros, la deuda del Banco Central (BC) producto de la resolución de los fraudes bancarios. La deuda del BC  incidió sobre el endeudamiento del sector público no financiero así como su flujo de caja, ya que según consigna la Ley Monetaria y Financiera 183-02 los costos de la política anti-inflacionaria del BC serían cubiertos por el presupuesto público.

Resulta importante destacar que los certificados del BC a los que aludió el presidente se emiten por varias razones. La primera de ellas es para mantener el medio circulante a los niveles previstos a fin de evitar inflación, la segunda es para cancelar intereses de los certificados vigentes o para pagar su capital y finalmente se emiten certificados del BC para comprar dólares destinados al mantenimiento de sus reservas internacionales, con el objetivo de intervenir en el mercado cambiario dominicano cuando la cuenta corriente de la balanza de pagos muestre balances negativos.

Cuando la administración del presidente Mejía termina en agosto del 2004, el valor de los certificados era RD$87,412.1 millones (equivalentes a US$2,317.4 millones considerando la tasa de cambio de ese entonces de RD$37.72 por dólar americano). Estos certificados fueron emitidos para pagar a los depositantes de Baninter y los sobregiros de las empresas del Grupo Financiero Nacional en el Banco Nacional de Crédito y el Banco Mercantil.

De acuerdo al BC la tasa de interés de los certificados para el 2004 osciló alrededor del 59% para diferentes plazos (Informe de la Economía Dominicana, enero del 2005, Anexo 17). Considerando que el monto de certificados era de RD$87,412.1 millones (www.bancentral.gov.do), los intereses mensuales pagados por el BC en aquella ocasión ascendían aproximadamente a RS$2,016 millones mensuales, alrededor de RS$24,196 millones al año. 

Ese monto de la deuda del BC con el sector privado generó fuertes críticas de los opositores políticos del presidente Mejía. Sin embargo, la deuda del BC creció rápidamente durante toda la estabilidad macroeconómica comprendida entre agosto 2004 y junio 2011, pasando de RD$87,412.1 a RD$237,730.7 millones (equivalentes a US$6,256 millones), es decir 2.72 veces más elevada que el monto destinado a los fraudes bancarios en agosto del 2004. 

La colocación de estos certificados a partir del último trimestre del 2004 fue destinada principalmente a la elevación de las reservas internacionales netas (RIN) del BC, que alcanzaban US$352.2 millones en agosto del 2004, monto notablemente diferente a la versión presidencial (negativo en US$22 millones). 

El aumento de las RIN ha sido utilizado para intervenir en el mercado cambiario y mantener "estable" el tipo de cambio. El costo de la estabilidad cambiaria no solamente implica el gasto de las escasas divisas que genera el país sino que además el gobierno paga un costo financiero mediante las transferencias que hace el Ministerio de Hacienda al BC.      

Figura 1
Evolución de la Colocación de los Certificados del BC

Fuente: Banco Central

Como porcentaje del producto los certificados de depósitos representaron en promedio 12% del PIB durante el 2005-2011, porcentaje que está por encima de la proporción de certificados colocados respecto del PIB en el 2004 (9.6%). Es decir, que aún cuando el PIB se ha elevado sustancialmente, la colocación de certificados ha continuado creciendo y se mantiene por encima de la deuda que el BC contrajo en el 2004. 

Figura 2
Certificados de Depósitos del BC como % del PIB

Fuente: Banco Central 

Entre el 17 agosto del 2004 y abril del 2005 la colocación de los certificados del BC creció significativamente y un comportamiento similar registraron las RIN del BC pasando de US$352.2 millones a US$1,052 millones, el aumento de las RIN garantizaría la fortaleza del peso dominicano frente al dólar. Ahora bien, los RD$38,000 millones (US$1,000 millones) que ha transferido el gobierno durante el 2009-2010 forman parte de las transferencias al BC para mantener la estabilidad cambiaria de la que tanto se enorgullece esta administración. Este es el costo de mantener el tipo de cambio sin alteraciones a pesar  de que ha prevalecido un saldo negativo de la balanza corriente a lo largo del período 2008-2010 que promedia un 8% del PIB. 

Obviamente que los intereses que paga el gobierno sobre los certificados del BC afectan su flujo de caja, efecto que será mayor con el aumento de las colocaciones del BC. Por eso la reducción de las tasas de interés, puesta en marcha por el BC entre 2005-2008, fue compensada por el aumento significativo de la colocación de certificados del BC; por lo que resultó inútil la reducción del costo financiero para aligerar la carga sobre el presupuesto público. 

De las propias cifras del BC se desprende que ha sido el propio gobierno el único responsable del incremento de las transferencias públicas al BC. Este es el costo de la ineficiencia de las intervenciones del BC en el mercado cambiario que pretenden evitar variaciones cambiarias aún en el caso de que el país gasta más dólares de los que produce. 

Este resultado es estrictamente responsabilidad de la presente administración. La estabilidad macroeconómica es muy cara e ineficiente, de aquí el reclamo popular de cambiar el modelo que nos ha impuesto esta administración del gobierno.  Cada gobierno debe ser responsable de sus  errores de política económica.