Honorables Legisladores: 

Ustedes deben decidir sobre el Contrato del Préstamo del BID No. 4649/OC-DR por US$400.0 millones, que forma parte del “Programa para la Sostenibilidad y Eficiencia del Sector Eléctrico II”, teniendo al Ministerio de Hacienda (MH) como Organismo Ejecutor. Ese financiamiento se fundamenta en la “Propuesta de Préstamo DR-L1058” que señala: “Una de las mayores fuentes de presión fiscal es el sector eléctrico”… existiendo… “déficits operativos originados por pérdidas de energía (29.9%)”.. y… “mala gestión de cobro y elevados gastos operativos de las EDE”. Agrega:“A 2017 se han logrado avances modestos en la reducción de pérdidas… y debido principalmente a un financiamiento limitado para llevar a cabo las inversiones planeadas (reducción de pérdidas técnicas)..”.

El propio BID menciona limitaciones de recursos para reducir pérdidas técnicas, pero este préstamo de 400 millones no tiene como objetivo reducir pérdidas, sino que la Propuesta DR-L1058 dice, taxativamente: “La transferencia de recursos de esta operación constituye un apoyo presupuestario directo”. Por eso, el Organismo Ejecutor no es CDEEE, sino el Ministerio de Hacienda (MH). Prosigue el BID: “Los recursos serán transferidos al MH…” y … “…se prevé efectuar un desembolso único, luego de suscrito el contrato de préstamo..”. El contrato no describe ningún proyecto pues: “El préstamo tiene por objeto apoyar la ejecución de un programa de reforma de políticas consistente en la adopción e implementación de las reformas y políticas sectoriales necesarias para impulsar la sostenibilidad financiera y la eficiencia operativa del sector eléctrico”. Ese galimatías describe un objetivo que no abarca, por inexistentes, equipos o materiales a ser pagados con el préstamo y también excluye licitaciones para ejecutar obras, pagaderas con  cubicaciones, no con un único desembolso. En cambio, el contrato  identifica, como rutina, lo prohibido pagar con el préstamo:“..bebidas alcohólicas.., tabaco..,  perlas y piedras preciosas.., joyas de oro,…”etc.

Ese préstamo  debería rechazarse, por impertinente, tal como Danilo rechazó y enmendó el contrato que Leonel firmó con Barrick, calificándolo de “inaceptable” porque supuestamente aprobaba 97% de los ingresos para Barrick y 3% para el país. La culpa, si la hubiese, sería de quien firmó el acuerdo, y del Congreso, que lo aprobó, dizque sin leerlo, no de Barrick. La condena por endeudar al país con este impúdico préstamo de 400 millones no recaería sobre el BID, sino sobre Danilo, que lo prohijó, y de los Congresistas, si cometieran la inexcusable tropelía de aprobarlo.

El BID ha hecho significativos aportes al progreso económico-social de nuestro país. En los setenta financió la Presa de Tavera y en 1984 aprobó financiar la vital Presa de Madrigal para garantizar suministro continuo de agua por gravedad a la capital. Ambiciones políticas mal encauzadas provocaron que el Congreso rechazara ese financiamiento y , 35 años después, Santo Domingo todavía sufre de sed. Esos Legisladores cometieron un pecado imperdonable rechazando un proyecto insustituible y bien estudiado, como Madrigal. Un pecado igualmente imperdonable cometerían ustedes, Honorables Legisladores, aprobando un préstamo impertinente, que usa de mampara y no mejora el sector eléctrico sino que, simplemente proveería recursos presupuestales  que Danilo gastaría sin ningún tipo de restricción  y no hay que ser suspicaz para considerar  que él  pudiera dispendiarlos, mayormente, para tratar de imponer su re-reelección a través de su vicario Gonzalo Castillo.

El déficit fiscal del 2012 se estimó en 187,000 millones de pesos, más de 4,700 millones de dólares, que Leonel dedicó en gran parte a imponer el triunfo de Danilo, a pesar de que Danilo ahora afirma que nadie lo ayudó, que no debe nada a nadie. Si Danilo considera que esos millones del astronómico  déficit fiscal del 2012 nada representan, imagínense ustedes, Honorables Legisladores, los gastos descomunales y el déficit que podría generar Danilo para favorecerse personalmente, imponiendo su re-reelección  en el 2020 a través de su delfín Gonzalo. Esos 400 millones de dólares “para apoyo presupuestario”, no “para reducir pérdidas” podrían ser “petit cash” de la campaña de Gonzalo. Para no ser condenados por la historia, merecidamente, ustedes, Honorables Legisladores deben rechazar ese préstamo, evitando distraer 400 millones de dólares en estudios redundantes y en la simple formulación de políticas  nunca obedecidas, en lugar de usar recursos para lograr  objetivos concretos  que propicien el progreso. Subsecuentemente, el préstamo se reformularía, de común acuerdo con Danilo y con el BID, para reducir pérdidas eléctricas, o construir la Presa de Madrigal subsanando, aunque sea mínimamente, el  ostensible fracaso del Cuatrienio del Agua 2016-2020  y de 8 años de gobierno sin inaugurar ninguna  de las múltiples presas requeridas para el desarrollo humano y económico de la nación.