Pocos meses nos separan de las primeras elecciones programadas para el año 2020 donde la ciudadanía votará por los cargos electivos de trescientos noventa y tres (393) entidades municipales con el fin de seleccionar en los Ayuntamientos ciento cincuenta y ocho (158) representantes para el órgano ejecutivo y un mil ciento sesenta y cuatro representantes (1,164) para el órgano normativo; mientras que en las Juntas de Distrito Municipal podrán ser elegidos doscientos treinta y cinco (235) Directores y setecientos treinta y cinco (735) vocales.

Esta variedad y a la vez complejidad en la oferta electoral para el nivel municipal derivada de un proceso de separación, en el cual se encuentran los Ayuntamientos y las Juntas de Distrito Municipal, lo cual contribuirá en afianzar la crisis actual en el fraccionamiento de la toma de decisiones tanto de las competencias propias de los Ayuntamientos como de aquellos aspectos claves para incidir en el desarrollo del país desde lo local.

En la actualidad la República Dominicana tiene un total de 158 municipios correspondiente al 40% de las entidades municipales del país y 235 distritos municipales los cuales funcionan en los municipios como administraciones desconcentradas de áreas del territorio perfectamente diferenciadas y que comparten derechos o condiciones socioeconómicas similares, bajo la coordinación superior del municipio a que pertenece (Art. 77, Ley 176-07). Del universo de los municipios del país, un total de 104 (65.8%) tienen distritos municipales a lo interno de su demarcación municipal, lo cual presenta uno de los principales desafíos para mejorar la calidad de la gestión local; alcanzar la articulación entre las estructuras municipales existentes que propicie un modelo eficiente para la gestión del territorio.

El otro desafío para las administraciones que gobernarán a partir del mes de abril del próximo año es impulsar procesos de desarrollo en sus demarcaciones para elevar las condiciones de vida de la gente y así revertir el proceso migratorio hacia los principales centros urbanos. En base al modelo actual para el financiamiento municipal no es posible que los gobiernos locales puedan impulsar procesos de desarrollo sin la participación del gobierno nacional; del total de entidades territoriales existentes a la fecha el 44.27% recibe menos de 18 millones de pesos anuales por concepto de transferencia del gobierno central, mientras que el 41.47% recibe entre 18 y 50 millones de pesos al año, ante este escenario se requieren mayores niveles de eficiencia para administrar los recursos escasos y a su vez es necesario mejorar la coordinación con las instituciones sectoriales del gobierno nacional para impactar de forma conjunta las prioridades de los distintos territorios.

Una nueva esperanza se presenta para nuestro país en las próximas elecciones municipales; que estos meses sirvan a la ciudadanía para evaluar las distintas alternativas a cargos electivos y así seleccionar gerentes municipales con la capacidad de administrar sus demarcaciones, a través de una mejor coordinación con los entes estatales y territoriales, lo cual mejorara el nivel de vida de la gente sin importar el lugar en que resida.