Porque… “los principios están por encima de los afectos personales”
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La persistencia y la firmeza de propósito, siempre serán una garantía de éxito. (Miguel Cocco)
Se a conciencia que soy un ignorante pero, he comenzado a comprender muchas cosas, quizás demasiadas. Aunque a pesar de eso confieso que he tratado pero todo ha sido inútil. Lo he querido hacer de una y mil maneras, hasta creándome fantasías para asimilar y digerir muchos de los conceptos sobre problemas estructurales que desgastan las bases tradicionales de nuestra sociedad, las cuales son ejecutadas por nuestros políticos, “representantes” y funcionarios. Todo en vano.
Definitivamente hasta el “Don” ha muerto. Ahora a cualquier narco o funcionario corrupto le dicen Don. Se ha perdido el concepto de hombres y mujeres serios y honestos como era en otrora, que hasta para ser regidor del ayuntamiento tenía que reunir una serie de condiciones éticas y morales que lo hicieran distinguir dentro del poblado y por demás, era honorifico y hoy, es solo usado como trampolín para buscar otras cosas.
Comprendo que cada quien y es así, puede pensar lo que le venga en ganas y decir lo que considere para defender su postura ante tal o cual tema y más, si es de su conveniencia pero, en verdad cada día se me hace más difícil entender, comprender y poder interpretar lo que en realidad quieren decir los políticos con sus palabras. Si es que son o no; si es que si pero no, en verdad no sé.
Se me hace cuesta arriba entender ese lenguaje que tiende a expresar un pensamiento, una forma de querer hacer pero que en los hechos todo es diametralmente opuesto. Romper con el circulo de pobreza; se debe enseñar a pescar y no dar el pescado ya que esto implica romper con los círculos de pobreza, todo esto, porque hay que romper el círculo vicioso, ir mas allá de políticas de caridad y… blablablá.
Bonito el decir, bonito el expresarlo, hermoso panorama oral para “romper” el circulo de pobreza aunque con los hechos hayan todo lo contrario, todo es diferente y lo es porque “ellos” y solo ellos son los que han creado ese círculo clientelista que los mima y les hace creer que en verdad son “lideres”; predestinados; elegidos y absolutamente únicos.
Es como decir a Dios rogando y con el mazo dando. Cientos de miles de millones donados, repartidos entre “miseriosos” sin que hayan producido un empleo. Dinero repartido a menos de mil pesos a cada uno de los “beneficiados” pero que milagrosamente “los han sacado de la pobreza”. Demonios, por más que lo intento, no comprendo este milagro.
Cientos de miles de millones tirados al zafacón, fomentando el parasitismo de este miserioso y pendejo pueblo. Millones y millones de pesos que diariamente acrecientan el clientelismo por parte de los “ricos líderes políticos”, que dan y dan todo, por solidaridad, por barriles, toneles y cofrecitos sin que les duela el bolsillo, porque claro, lo que donan no es de ellos y con todo y eso, tienen el tupe de decir que han y rompen con el circulo de miseria de estos desprovistos de todo, comenzando por su dignidad de pobre.
Y esto, no solo lo decimos y padecemos nosotros, es decir el pueblo pendejo, sino que además hasta el propio Presidente de este adefesio de Republica, ha expresado que “la gente que vive de ayudas pierde su autoestima…” Tan sencillo como eso, las tácticas para triunfar contra la pobreza, si en verdad se quiere triunfar sobre ella, tienen que cambiar, quizás mucho más rápido de lo que evolucionan los requerimientos de la pobreza.
Los políticos no pueden continuar banalizándolo todo; no pueden pretender que continuemos de brazos cruzados mientras dilapidan los recursos que nos pertenecen a todos; no pueden continuar el engaño de pretender hacernos creer que ser “solidario” no es más que un vulgar clientelismo que acogota hasta la mente de quienes se acostumbran a creer que este accionar mediocre, en verdad se llama desarrollo humano… ¡No j….s! ¡Si señor!
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