Este texto se realizará utilizando paréntesis para explicar conceptos al público general que no es economista causando que su lectura sea un poco tediosa pero muy informativa y entendible. Por igual, debemos aclarar un tema antes de entrar a la cuestión de fondo. Siempre que se realiza una emisión monetaria (Impresión de dinero inorgánico por el Banco Central) es inflacionaria (un aumento generalizado de los precios de casi todos los productos y servicios respecto a las unidades del papel moneda), pero existe una excepción que es la siguiente.
Si aumenta la demanda (lo que se solicita, deseo de utilizar o adquirir) del dinero (que las personas quieren manejar más dinero en efectivo papel moneda) durante un eventual pánico o corrida como pudiera pasar con el actual COVID-19 (coronavirus) donde las personas desean y necesitan efectivo y liquidez para sus necesidades básicas en vez de activos y donde pueden pensar que se va a terminar el dinero de las reservas de los bancos y sus propios ahorros, una emisión monetaria podría satisfacer y equilibrar más hacia esa demanda y no sería inflacionaria (nunca de forma perfecta ya que el ser humano no es un dios totalitario omnipresente y omnisciente para saber absolutamente toda la información de todos de forma continua en el tiempo para poder cuantificar la exacta demanda del dinero necesaria sin excederse, lo cual es la misma razón por la cual es una imposibilidad humana y técnica realizar cálculo y proyecciones económicas exactas).
Este análisis no solo es lógico sino que también esta avalado abrumadoramente por la evidencia empírica en donde la evidencia contundente más reciente se exhibe tras la crisis mundial del 2008 cuando la velocidad de la circulación del dinero (cuán rápido el dinero cambia de manos en una economía, que es lo inverso al incremento de la demanda del dinero ya que si la velocidad baja, más personas están reteniendo efectivo por ende deseando y aumentando la demanda del dinero) cayó en un 75%, aumentando increíblemente la demanda del dinero por lo cual el Banco Central de Estados Unidos (La Reserva Federal) presidido por Ben Bernanke realizó una emisión monetaria tan grande que triplicó la base monetaria (toda la cuantía del papel moneda en una economía) con el resultado de que no hubo inflación.
Sin embargo, contrario al pensamiento keynesiano (escuela económica que predomina en la carrera y coincidencialmente favorece más presupuestos para los políticos mientras que a su vez viola la lógica científica y la evidencia empírica) cualquier emisión monetaria realizada cuando el mercado (todo ser humano) no demanda más unidades monetarias (papel moneda), o peor aún, cuando la demanda del dinero cae frente a otras divisas como sucede con en el peso dominicano o el peso argentino en donde la mayoría prefieren tener otras divisas como los dólares o invertirlo en activos, el efecto siempre sería inflacionario de modo que se está aumentando públicamente la oferta o cantidad de dinero papel moneda en una economía sin aumentar y con la misma demanda de los productos y servicios, todo esto sustentado por la evidencia empírica histórica y mundial donde siempre sucede, y todo lo anterior siendo una razón por la cual Milton Friedman (famoso economista respetado en la historia de la escuela económica de Chicago) decía “la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario”.
Considerando el conocimiento monetario presentado, en la actualidad con la pandemia del Coronavirus, recetamos lo siguiente para aquellos países en una situación grave con contracción en la oferta (empresas cerradas y no ofertando). En países como Estados Unidos o países europeos donde hay una contracción de la oferta (empresas, industrias y servicios paralizadas con áreas en cuarentena) pero donde también hay un incremento de la demanda del dinero (el Dólar Americano y el Euro), se debe hacer lo siguiente. Primero, realizar una emisión monetaria con cautela para satisfacer y cubrir el aumento de la demanda del dinero efectivo durante este pánico por lo cual no sería inflacionario en este caso como se explicó previamente. Este método de emisión monetaria (en este caso no inflacionario) por parte del Banco Central se pudiera colocar de varias formas como rescatando empresas paralizadas y su nomina, invirtiendo en activos financieros y títulos valores de cierto riesgo en caída, inyectando los agregados monetarios (dinero nuevo emitido) al mercado financiero (bancos e instituciones financieras), entre otras.
Debemos aclarar que dicha emisión monetaria debe realizarse en base y equilibrio al incremento de la demanda del dinero, y es posible que luego de que el mercado se corrija, en el tiempo se refleje una ligera inflación remanente pero nada grave al menos que la emisión monetaria se haya excedido al aumento de la demanda del dinero lo cual se debe de evitar en su máxima expresión.
Segundo, reducir temporalmente la tasa de interés (el precio del dinero prestado usualmente fijado por los Bancos Centrales del Mundo) ya que las personas en esta situación de emergencia o cuarentena tienden a ahorrar lo más posible en su actitud de supervivencia de manera que funcionaría temporalmente como contrapeso y mecanismo de mitigación para intentar de incentivar más al consumo temporalmente, y por igual, del lado de la inversión, ésta se contrae para quedarse en ahorro en vez de invertirse y también se genera un desplazamiento de la inversión de activos más riesgosos como acciones a los activos más seguros y conservadores por lo cual también se propone la reducción de la tasa de interés para incentivar la inversión.
Sin embargo, esta medida jamás se debe de proponer en cualquier otra circunstancia que no sea un pánico producido por una pandemia o por evento catastrófico global, como en el caso de simplemente tratar de mejorar una recesión natural o de aumentar artificialmente la expansión o el auge del ciclo económico (ciclo natural de una economía debido a que los humanos somos imperfectos y en donde nuestras malas y buenas decisiones económicas se acumulan y producen etapas naturales en la economía y en el crecimiento económico como la recuperación o expansión, el auge, la recesión y la depresión).
Intentar aumentar artificialmente el crecimiento económico y la expansión o el auge del ciclo económico controlando a la baja la tasa de interés al estilo neokeynesiano y de Hicks siempre, sin excepción, distorsiona el mercado incentivando malas decisiones económicas que no sucederían en el mercado libre y natural denominado “mala inversión” que a su vez genera una burbuja artificial en el mercado que cuando se convierte insostenible y explota causa una profunda recesión tal cual como sucedió en el mercado inmobiliario en Estados Unidos en el 2008 gracias a esta medida del Banco Central más los privilegios estatales a GSEs (empresas cuasi estatales) como “Freddie Mac & Fannie Mae”.
Por lo tanto, la propuesta de bajar la tasa interés que alivia artificialmente la economía de forma temporal estaría condicionada a que se liberalice (que no esté controlado o fijada por un Banco Central, sino por la competencia del libre mercado reflejando la realidad) completamente tras una mejoría de la situación de la pandemia y obtener salud fiscal (generar superávits fiscales con el Estado recaudando más de lo que se gasta y reduciendo el endeudamiento más con acumulación de ahorro mediante impuestos y regulaciones bajas) de dicho país de modo que elimina con el tiempo cualquier burbuja o distorsión del mercado tras haberlo aliviado temporalmente en el pasado.
Ahora bien, la ultima preocupación tampoco existe porque observarán que la tercera medida propuesta es una reducción de impuestos que permite que se ahorre un poco más (donde usualmente se expande la oferta pero en este caso no porque es un impedimento físico de salud), y este ahorro reduce un poco la necesidad y demanda de financiamiento bancario, reduciendo la tasa de interés naturalmente, por ende, ni siquiera se formaría una posible burbuja relevante ya que el Banco Central estaría siguiendo al mercado natural y al comportamiento real y libre de la tasa de interés, aparte de nuestra propuesta de corregirla y liberalizarla posteriormente.
Tercero, reducir temporalmente (para después aplicar la reforma fiscal que proponemos en nuestro “Plan Económico de Gobierno UnicaVia 2020-2024”) los principales impuestos como política fiscal expansiva a una tasa que su proyección de la curva de laffer (relación comprobada de que a menor impuestos, mayor recaudación proporcionalmente) resulte en que no sea deficitaria (que el estado recaude en ingresos por impuestos, mas de lo que gasta), a su vez dejando más ahorro en los bolsillos de todos para que se pueda consumir o invertir más en vez caer en el fraude ilógico contrarío a la evidencia empírica de aumentar el gasto público y la deuda pública como política fiscal “expansiva” lo cual empeoraría la situación con déficits y endeudamiento insostenible (donde en República Dominicana actualmente se destina el 25% de los ingresos fiscales solamente al pago de los intereses de la deuda y donde sus bonos públicos ostentan una mala calificación de riesgo de BB-) y este aumento del gasto convertiría la recuperación en una mucho más lenta tal como logró Obama por su errónea política fiscal, aparte de que traería mas presión a otra futura subida de impuestos. En el caso de que el Coronavirus impacte en el futuro de forma muy severa a países donde hay una caída constante en la demanda de su moneda local (peso local) como en República Dominicana o Argentina, recomendaríamos la segunda y tercera medidas expuestas en el párrafo anterior.
Sin embargo, la primera medida sería desastrosa como más arriba explicamos para este caso. Por lo que la primera medida debería de ser sustituida por la siguiente. Inyectar más dólares en este mercado bajo el ataque de la paralización de la oferta por la pandemia ya sea mediante la utilización de las reservas en dólares (los dólares que ostenta y ahorra el Banco Central en sus cuentas y balances, actualmente con US$9,863,000,000.00 en República Dominicana) cuya función en parte es precisamente para emergencias o mediante otros métodos que no consistan en más endeudamiento, pero nunca realizar una emisión monetaria del peso local debido a que seria seriamente inflacionario dado que hay una continua caída de la demanda del peso frente al dólar con una considerable burbuja cambiaria con lo cual aumentar la oferta y cuantía de unidades monetarias del peso local cuando su demanda esta cayendo continuamente ampliaría la burbuja cambiaria y seria desastrosamente inflacionario.
Si resulta ser cierto que la temperatura calidad de República Dominicana la salva de ser altamente afectada por la pandemia y no se genera un pánico o corrida, entonces no se debería ejecutar la utilización de nuestra reservas para inyectar dólares que solo es sugerido para el caso de un auténtico pánico y corrida. En este último hipotético escenario, se debería aprovechar nuestra oferta activa para exportar lo más posible con tantos países en el mundo cuya producción estaría paralizada. Por último, se debe de cerrar las fronteras a los países que están seriamente infectados e igualmente condicionar la reducción de impuestos a las empresas que implementen un proceso de sanitización a sus empleados en la entrada de dichas empresas, incentivándolas a esta acción, con la finalidad tanto de salvar vidas como de que no se reduzca la oferta creando daño económico, desempleo y pobreza.
Por cierto, ninguna medida o explicación en este artículo contradice la evidencia empírica que a su vez coincide totalmente con la literatura libertaria, estando de acorde con la teoría de la ética de la emergencia de Ayn Rand en donde a los pobres y las personas en emergencia deben ser asistidas por el estado mientras que el libre mercado, la máquina más poderosa y eficiente para sacar a las personas de la pobreza, los eleva de la pobreza de modo que, de acorde a la evidencia empírica, salen por sí solos de la asistencia del estado.
Tampoco contradice elementos de la escuela austriaca de la economía si se tiene un verdadero entendimiento de lo presentado por Menger, Bawerk, Mises, Hayek y Rothbard (famosos economistas históricos de la escuela austriaca de la economía, escuela que esta sustentada profundamente en lógica y en donde la evidencia y la historia les ha dado la razón, en adición al hecho que sus autores son los únicos que han predicho casi todas las crisis, contrario a los keynesianos que las crean y siempre están perdidos cuando llegan) y este entendimiento se observa aún más en un periodo de transición hacia el pequeño tamaño del estado deseado, en especial cuando se considera que las notas de Mises en relación a la asesoría en políticas públicas a gobiernos no eran exactamente igual a sus libros como “Acción Humana” precisamente por el elemento de la transición práctica hacia un sistema ideal.