El mismo día en que publicáramos el anterior artículo sobre el tema, es decir el próximo pasado 12 de febrero, se conocía la información del Buró de Asuntos Consulares del Departamento de Estado de los EEUU que alerta a sus turistas que vengan de visita al país en relación al alto nivel de delincuencia y sobre lo cual sugiere distintas medidas preventivas.
Ya a mediados del año pasado en el seminario “Perspectiva de la seguridad ciudadana desde la realidad municipal” efectuado en la Universidad Iberoamericana (UNIBE), la representante de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Ángela Cárdenas, expresaba en su intervención que la seguridad ciudadana es uno de los mayores retos que enfrenta la República Dominicana lo cual afecta las dinámicas sociales y el crecimiento económico. El rector de UNIBE doctor Julio Amado Castaño expresó en el mismo seminario que si el país no es capaz de atacar el problema de la delincuencia de manera sistémica será muy difícil convencer a los jóvenes de pocas oportunidades para que dejen de delinquir; en su intervención Dalvet Polanco director ejecutivo del Sistema Nacional de Atención a Emergencia y Seguridad 911 consideró que el problema de la seguridad ciudadana hay que abordarlo desde su origen pues entiende que se han tratado sus efectos y no las causas.
Ante la alerta del 12 de febrero a los turistas de los Estados Unidos autoridades del país reaccionaron expresando que no es la delincuencia un problema de tal magnitud presentando otras apreciaciones sobre el mismo. Más debemos de recordar un dato de referencia del artículo anterior y que corresponde a la Oficina Nacional de Estadísticas en el sentido de que para la percepción ciudadana en un 76.6% es la delincuencia uno de los principales problemas del país.
La alerta del gobierno norteamericano, las opiniones que comentamos del seminario sobre el tema de junio del año pasado, así como las recientes reacciones a la alerta justifican aún más la necesidad de vincular el problema de la delincuencia con la investigación y la innovación lo cual conduce a conocer sus causas más profundas y a determinar nuevas y más efectivas formas de enfrentarla, las vías más apropiadas de pasar de la preocupación o percepción a las soluciones al problema.
Hay quienes entienden que mientras no llegue a sus puertas es un problema “de los otros”; y no es así, la delincuencia entre otros negativos efectos como el económico, pone en alto riesgo la tan valorada vida humana y en eso todas y todos han de mirarse en ese tenebroso espejo.