“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla” frase del dramaturgo irlandés Oscar Wilde, refiriéndose al gran compromiso del ser humano con transformar a través de sus actos la historia.
Recientemente se ha realizado un interesante esfuerzo por un grupo de jóvenes políticos de diferentes organizaciones. El trabajo de estos jóvenes se encuentra orientado a que se apruebe en la ley de partidos y agrupaciones políticas una cuota a favor de la juventud que ronde el 25% de los espacios en los partidos políticos y en las boletas a cargos electivos tanto de carácter municipal como legislativo.
Aunque no veo mal este esfuerzo, pues estos jóvenes dan un ejemplo de unificación respecto a temas de interés común, independientemente de su agrupación política, si entiendo que se envía un mensaje errado tanto a la juventud dominicana como a la dirigencia de los partidos políticos.
En primer lugar esta cuota con el nivel actual de garantías que posee el sistema de partidos políticos solo reprodujera los males que se han generado anteriormente en la repartición de candidaturas, presenta el peligro de que los hijos de los dirigentes tradicionales de los partidos sean los beneficiarios de las cuotas aun sin merecerlo y presenta un peligro más grave el de vender incapacidad de nuestra juventud a que por méritos y capacidad propia puedan acceder a un puesto de dirección política o a un puesto electivo.
Entiendo que esta cuota en primer lugar es un parche al ya desmejorado sistema político de la Republica Dominicana y que no es el fin a perseguir en esta ley de partidos, los jóvenes deberíamos estar luchando para tener un sistema de partidos lo suficientemente garantista para asegurarnos igualdad de condiciones para competir, la juventud que le interesa la política debería estar pensando en que se regule la cantidad de recursos económicos que un candidato pueda utilizar en un proceso, que nuestros partidos tengan en sus estatutos mecanismos de renovación automáticos, mecanismos que no tengan que esperar la voluntad de su dirigencia para realizarse, en fin deberíamos estar pensando en lograr que los jóvenes se acerquen a la política para aportar a su país no detrás de una candidatura.
Para muestra un botón
En todo el mundo sobran ejemplos donde jóvenes empoderados de procesos han cambiado el rumbo de la historia, si comenzamos a mencionar tendremos ejemplos como nuestro padre de la patria Juan Pablo Duarte, quien funda La Trinitaria con apenas 25 años y quien dirige el proceso independentista con 31 años (De los fundadores de La Trinitaria el de mayor edad era Benito Gonzalez con apenas 27 años y Pedro Alejandro Pina el más joven con 18 años).
Si vamos al 1865, encontraremos que con 26 años ya era la espada de la restauración y había sido vital para derrotar al ejército español nuestro general Gregorio Luperón.
En 1938 con 29 años el eterno Juan Bosch sale del país diciéndole que no a un puesto en el congreso que le ofrecía la tiranía de Trujillo y abandonando todo sale de República Dominicana rumbo al exilio, 1939 con apenas 30 años funda desde Cuba el Partido Revolucionario Dominicano para luchar contra la tiranía imperante en el país.
Política actual
Emmanuel Macron con apenas 39 años y acompañado de su movimiento En Marcha se convirtió durante este 2017 en el presidente más joven de la historia francesa.
En octubre de 2017 Sebastian Kurz gana las elecciones de Austria con apenas 31 años de edad acompañado de su Partido Popular Austriaco el cual también preside, fue además el ministro más joven que ha tenido la Unión Europea al ocupar el puesto de asuntos exteriores con 27 años.
El ejemplo más reciente es el Frente Amplio en Chile, esta coalición con menos de un año formada acaba de obtener 20.27% de los votos presidenciales, como obtuvieron el tercer lugar no irán a la segunda vuelta o balotaje pero decidirán con su apoyo quien será el próximo presidente Chileno, aunque su candidata presidencial Beatriz Sánchez no es joven pero los líderes del partido el diputado Gabriel Boric y Giorgio Jackson de 31 y 30 años respectivamente no pudieron aspirar a la presidencia por que su edad no se los permite pero fueron reelectos diputados este noviembre de 2017.
En fin, ninguno de los ejemplos anteriores necesitó una cuota para poder llegar donde están y generar cambios en sus respectivos países, entiendo que la cuota más que hacerle un bien a la juventud dominicana le hace daño pues le limita su capacidad de trabajo. En estos momentos los jóvenes políticos deberíamos estar pensando en cómo lograr que los demás jóvenes se integren a la política, pensando que acciones implementar para que más de 600 mil NINIS dejen de ser excluidos sociales, en como presionar al sistema de partidos para democratizar el ejercicio político y nada de esto se lograra pidiendo un espacio… ¡Hay que salir a las calles! ¡Penetrar en la sociedad! ¡Debemos utilizar los medios para exigir! ¡Debemos demostrar que nos importa más la gente que una curul!
En mi caso personal sería un beneficiario de la cuota de juventud pues tengo 31 años y nuestra leyes definen la juventud hasta 35, pero entiendo que sobre todo el momento en que se encuentra la política nacional es el momento en que debe darse una renovación en los partidos políticos y que los jóvenes debemos guiarla y liderarla, la forma de hacerlo no es pidiendo que nos regalen, es empoderarnos de la situación actual y darle a la sociedad lo que exige, que se renueven los actores del sistema político.
Termino con una frase de la activista política sordociega Hellen Keller “No hay atajos para cualquier lugar al que merezca la pena llegar”.