Cuatro ciegos se encontraron con un elefante y cada uno tocó una determinada parte de su cuerpo.  El que le tocó la pierna dijo: "El elefante es como una columna".

Otro ciego tocó la trompa y dijo: "El elefante es como un bastón muy grueso".  El siguiente palpó la barriga, diciendo: "No, el elefante es como un tonel"; y el último tocando una oreja sentenció finalmente: "El elefante es como un abanico".

Los cuatro ciegos se enfrascaron en una discusión sobre cuál tenía la "razón" sobre el pobre elefante y en lo más candente del debate apareció un hombre sabio, el cual al verlos en la disputa les preguntó cuál era el motivo de la misma, ellos le dieron a conocer sus opiniones y le pidieron que sirviera de árbitro.

Entonces, el sabio les dijo: "Amigos míos, ninguno de ustedes ha visto al elefante, el cual parece una columna, un bastón, un tonel y un abanico, pero no es ninguno de ellos,  cada uno de ustedes percibió sólo una parte de la realidad total que es el Elefante.”

En nuestro país tenemos múltiples problemas que necesitan urgente solución pero lamentablemente, en la mayoría de los casos, nos parecemos a los ciegos, percibiendo sólo una parte de la realidad y llegando a conclusiones y soluciones cuyos resultados no son los más satisfactorios.

En este sentido quisiera tomar algunos ejemplos que últimamente han impactado la conciencia nacional. El primero de ellos es la ola de renuncias de jueces aduciendo los bajos sueldos que perciben. Ante esta situación, por lo general los gobiernos, a fin de calmar la opinión pública, realizan dos acciones: ponen en marcha el aparato mediático a su servicio y realizan pequeñas alzas con las cuales buscan calmar las inconformidades.

Estas soluciones aparentes no buscan solucionar el problema de fondo, sino colocar un “paño de agua tibia” sobre la herida que ha sido producida por mantener a la justicia dominicana como una sirvienta de los que poseen el poder o el dinero para comprarla.

Otro caso es el de las adolescentes embarazadas, este es un grave problema,  ante el cual es necesaria una revisión a fondo del sistema educativo, de la educación sexual en las escuelas y del tipo de padres y madres que  están procreando. Sin embargo, ante el problema, ya se trabaja en la elaboración de un spot publicitario como si una campaña publicitaria pudiera resolver esta grave situación.

Esta tendencia hacia los “paños tibios”, hacia las pastillas que  calman el dolor pero que no eliminan las causas de la enfermedad, es lo que nos mantiene en un círculo vicioso en donde los  problemas se reciclan y surgen en picos cada  vez más altos.

El alza de la prima del dólar, las enormes deficiencias de nuestro sistema educativo, la corrupción galopante, los embarazos en adolescentes, el déficit fiscal, todo es parte de un problema estructural en la mentalidad de los que nos gobiernan, quienes prefieren soluciones a medias o placebos que al final resultan tan perjudiciales como el problema mismo, ya que ocultan las verdaderas soluciones que podrían surgir si se observa de frente la situación.

Ojala que haya alguna medicina para curar esta ceguera que nos mantiene ignorantes de las grandes soluciones que pueden producir  un país más próspero y con mayor justicia social.