¿Será verdad que en el país solamente hay 147 personas más importantes que nosotros?, me preguntó “de relajo” el ingeniero agrónomo Rafael Martínez Richiez mientras nos desplazábamos en su automóvil oficial desde la sede del ministerio de Agricultura hacia su residencia.
Era mediado de octubre de 1978. Martínez Richiez, cuyo auto ostentaba la placa oficial 148 en su condición de viceministro de Agricultura, hacía de esta manera una crítica burlona a la estúpida y ridícula costumbre heredada del trujillato (que dudo exista en ningún país civilizado) de numerar las placas de los autos de los funcionarios en orden ascendente según la importancia atribuida al cargo, comenzando con la 1 para el presidente de la República, la 2 para el Vicepresidente, la 3 para el jefe de las Fuerzas Armadas, y así sucesivamente.
Esa actitud revelaba el carácter de Martínez Richiez, quien hacia bromas aun de las cosas más serias de la vida. Así vivió, felizmente pueden decir quienes lo trataron, los 58 años de su fructífera existencia (1941-1999).
Mi amistad con Martínez Richiez surgió en 1971 cuando, en mi calidad de secretario de Asuntos Educacionales de la Asociación de Estudiantes de Ciencias Agronómicas y Veterinarias de la UASD (una rama de la Federación de Estudiantes Dominicanos –FED-), le escribí una carta a él, que era decano de la facultad, exponiéndole ciertos asuntos que me había encomendado el comité ejecutivo.
Aquella era una acción inusual y el decano me invitó a su despacho para discutir los temas expuestos; surgió una mutua simpatía que se mantuvo a lo largo de los años. Martínez Richiez fue mi asesor de tesis, en un estudio pionero para la época, en el que ensayamos la factibilidad de usar abonos naturales en los poco productivos suelos de sabana de la región oriental del país.
En octubre de 1978, luegodel ascenso del presidente Antonio Guzmán, volví a ver a Martínez Richiez, y por su mediación el ministro Hipólito Mejía me nombró encargado de la sección de Radio del Departamento de Divulgación Técnica del ministerio de Agricultura.
En los años 80 trabajamos de cerca, mientras desempeñó la dirección del departamento de Investigaciones Agropecuarias yo estuve como encargado de la unidad de Divulgación Técnica y editor de la revista Investigación.
En su juventud Martínez Richiez fue dirigente del grupo estudiantil Fragua y militante del movimiento 14 de Junio. Participó en la revolución de abril de 1965. De él dice su compañero de estudios Pedro Julio Jiménez Rojas:
“Desde 1962… este combativo discípulo se distinguió por su activismo político de inspiración izquierdista que no era más que la continuación de las luchas llevadas a cabo durante sus estudios secundarios y su militancia dentro de la agrupación patriótica 14 de Junio. Desplegaba además a nivel estudiantil labores de gremialismo, particularmente en el grupo FRAGUA… y por su liderazgo entre nosotros asumía con frecuencia el papel de portavoz del curso cuando se presentaba la necesidad de dar las gracias en un viaje de estudios o en una visita protocolar. Su vertical protagonismo en los comandos de Ciudad Nueva durante la revuelta constitucionalista de abril 1965, fue una convincente demostración de que Martínez era fiel a los principios ideológicos que sustentaba en las aulas y los laboratorios, siendo muchos los escenarios donde fui testigo de su irreductible defensa a favor de una mayor justicia social. La amabilidad de su pensamiento y el civilismo que exhibía en su conducta pública, siempre fueron extraños a la arrogancia dogmática evidenciada en otros dirigentes, ya que casi nunca se apasionaba en la defensa de sus convicciones".[i]
Se deduce de sus inclinaciones políticas y testimonios de allegados suyos que, tras la fragmentación del 14 de Junio a finales de los ´60, Martínez Richiez se alineó ideológicamente con el Movimiento Popular Dominicano (MPD). Un suceso que conmocionó a Martínez Richiez, lo mismo que a la generalidad de la izquierda en este país y a escala mundial, fue la sorpresiva defenestración de Lin Piao, segundo en la jerarquía del Partido Comunista de China y heredero aparente del “gran timonel” Mao Tse Tung.
En muchos países cayeron partidos y líderes, nadie sabía qué decir ni qué hacer. Ni pro-soviéticos ni pro-chinos se explicaban lo sucedido. Me contó Martínez Richiez años después que ese fue el acontecimiento que lo puso a reconsiderar sus ideas políticas y su propia formación ideológica.
Cuando “limpiaron a Lin”, acostumbraban a decir “de relajo” en los corrillos de izquierda los contrarios para burlarse de los pro-chinos (o sea, del Partido Comunista Pacoredo, la Línea Roja del 14 de Junio y el MPD). Pensaban que solo afectaba a los simpatizantes de la línea china, pero en realidad nos afectó a todos ya que fue un punto de viraje de consecuencias globales.
Marcó el inicio del gradual ascenso de la fracción de derecha del PCCh, encabezada por Deng Xiaoping, en su momento denostado por Mao como “caminante hacia el capitalismo” o “compañero de ruta capitalista” y quien, sin embargo, enrumbaría a China hacia lo que es hoy, una potencia mundial. Solo Dios sabe lo que habrían hecho Lin y su fracción ultraizquierdista.
Rafael Antonio Martínez Richiez nació en San Pedro de Macorís en 1941, hijo del periodista español José Martínez Conde y la cantante lírica Luz María Richiez. Estudio en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, graduándose en la primera promoción de ingenieros agrónomos, en 1969. Realizo estudios de posgrado en Microbiología de Suelos en la Universidad Agraria de “La Molina”, en Perú. Fue profesor de la UASD, donde ocupó los cargos de decano de facultad e investigador. Fue uno de los fundadores de la Asociación Nacional de Profesionales Agrícolas (ANPA), la cual presidió. Falleció en Santo Domingo en 1999.
Lin Biaoo Lin Piao nació en Hubei, China, el 5 de diciembre de 1907. Se alistó siendo adolescente en el Ejército Nacional Revolucionario del Kuomintang (KMT), bajo la jefatura del general Chiang Kai-chek. Luego de la ruptura entre el KMT y el Partido Comunista de China (PCCh) en 1928, Lin desertó y pasó a ser miembro del PCCh; participó en la formación del Ejército Rojo y luego en la Larga Marcha de 1934-1935, bajo la jefatura de Mao Zedong.
Lin participó en las operaciones bélicas contra el KMT y luego dirigió importantes cuerpos de ejército en la lucha contra los japoneses desde 1940 y continuó en actividad durante la Guerra Civil China, teniendo a su cargo la ofensiva de 1949, que derrotó a los nacionalistas de Chiang Kai-shek.Lin participó en la Guerra de Corea en 1950-53 al mando de varias divisiones en apoyo de Corea del Norte.
Fue nombrado en 1955 como uno de los 10 mariscales del Ejército Popular de Liberación. Su real ascenso político empezó al ser nombrado vicepresidente en 1958 y Ministro de Defensa en 1959. Lin transformó al EPL en una fuerza política cuyo papel fue muy importante en la "Gran Revolución Cultural Proletaria" del año 1966.
Lin apoyó fielmente todas las políticas dictadas por Mao, incluyendo la ruptura con la URSS en 1960, y se posicionó como uno de sus más firmes aliados dentro del Partido, elogiando todas las políticas dictadas por Mao, como el Gran Salto Adelante. Lin fue ascendido en 1966 al segundo lugar en el escalafón del partido, y en el IX Congreso sucesor oficial de Mao.
Al oponerse a las tesis de Mao favorables a un acercamiento a EEUU y negarse a realizar autocrítica alguna tras un pedido oficial de Mao, Lin, encabezando la facción de extrema izquierda del partido, cayó en desgracia en setiembre de 1970 durante el 9° Congreso del PCCh.
Las facciones del PCCh dirigidas por Zhou Enlai y Jiang Qing discreparon con esta conducta de Lin, aumentando la desconfianza de Mao hacia él. En octubre de 1971 el gobierno de Pekín difundió la noticia de que había muerto en un accidente aéreo, sin explicar en detalle.La versión oficial del gobierno chino dice que Lin falleció mientras trataba de escapar hacia la URSS el 13 de septiembre de 1971.