Marruecos, país árabe del norte de África, forjado por el cruce de varias civilizaciones y culturas, ocupa un lugar muy destacado en el mapa regional y se caracteriza por una estabilidad política y económica adquirida a lo largo de los últimos años. A pesar de un contexto geopolítico y económico cada vez más complejo el país siguió su camino en la senda de un desarrollo integral y omnicomprensivo en una amplia diversidad de ámbitos.

Bajo el liderazgo de su monarca el Rey Mohammed VI, el país puso en marcha reformas estructurales, medidas estratégicas y planes específicos para cada sector de la economía, lo que le permitió alcanzar un crecimiento cercano al 5%. Además de potenciar los sectores tradicionales (agricultura, pesca, minería), se dio un impulso fundamental a los sectores más punteros e innovadores (energías renovables, industria de automoción, aeronáutica, biotecnología, industria farmacéutica entre otros muchos). Fue, igualmente, de capital importancia dotar al país d unas  infraestructuras de primer nivel, sin duda las más avanzadas de entre países de renta media, que han llevado Marruecos a situarse como referente y verdadera potencia económica en África.

Con el cambio de siglo Marruecos apostó por un nuevo y ambicioso camino que podría resumirse en el lema “construir una ruta verde hacia el futuro”. En efecto, el país apuesta por las energías renovables, la modernización, y las más avanzadas nuevas tecnologías. Gracias a la puesta en marcha de varios programas, como la central solar más grande del mundo de energía solar concentrada (CSP) “Noor”, el país se sitúa como líder africano en el desarrollo de las energías sostenibles y en la lucha contra el cambio climático. De hecho Marruecos es hoy unos de los mercados más punteros en energías renovables, con la tecnología más avanzada y los grupos más importantes del mundo en el sector, que compiten en un mercado abierto que ha sido uno de los más importantes motores de desarrollo integral de Marruecos. Es esencial destacar en este terreno, que el objetivo para el año 2030, es producir 52% de su energía mediante energías renovables.

Marruecos ha puesto en marcha el primer tren de alta velocidad de África (siendo además el primer país de renta media en tener una línea de verdadera alta velocidad), llamado “Al Buraq” (el relámpago) para unir, en una primera fase, los dos polos económicos más importantes del país Tánger y Casablanca. Es esencial destacar, por último, el lanzamiento al espacio su segundo satélite de observación de alta resolución “MOHAMMED VI-B”, convirtiéndose así, en el primer país africano y del Magreb que posee un sistema propio de observación y análisis orbital, de entre los más avanzados del hemisferio. Es esencial resaltar que este proyecto responde a la visión del Rey Mohammed VI de seguir  impulsando las nuevas tecnologías para dar el máximo impulso al desarrollo del país y de dotar a la sociedad marroquí de todos los elementos posibles para consolidar su avance y protagonismo en su entorno regional con los más altos y exigentes estándares internacionales.

Marruecos es un país con una población de 35 millones de habitantes, la mitad de los cuales tiene menos de 24 años. Marruecos puso en marcha también políticas específicas para mejorar el desarrollo social (imprescindible para el bienestar de la población y un verdadero desarrollo integral), poniendo especial esfuerzo en ámbitos tan sensibles como la lucha contra pobreza, la educación, la igualdad de género, los derechos humanos, y la justicia social. La nueva Constitución de 2011 (quizás hoy la más avanzada del Mundo Islámico), la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano (INDH), son algunas de las medidas más destacadas  para construir un estado de bienestar sólido y estable y consolidar la democracia que es un verdadero faro en el mundo árabe. 

A nivel internacional, el Reino de Marruecos tiene un papel cada vez más importante. El país participa de forma activa y plenamente en los foros internacionales y regionales para promocionar y defender sus valores más importantes. En este ámbito el último gran acontecimiento del país fue la organización y ser anfitriones en Marrakech entre el 10 y el 11 de diciembre de 2018, de la Conferencia intergubernamental para la adopción del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, convocada por la Organización de las Naciones Unidas. Suscrito por un total de 156 países, incluso Marruecos, el pacto tiene por finalidad la búsqueda de una mejor gestión de los flujos migratorios. Además, en el marco de esta cita mundial, el país, como miembro de la Unión Africana (UA), anunció la creación en colaboración con la UA de un Observatorio Africano de la Migración, que tendrá su sede en Rabat, capital del país. Esta entidad tendrá como misión fomentar el intercambio de información entre los países africanos, con el fin de favorecer una gestión controlada de los flujos migratorios.

La cuestión migratoria forma parte integrante de Marruecos debido a su condición de país a la vez de tránsito, de origen y de destino. Esta última realidad es con frecuencia ignorada, y es una realidad que supone una importante sobrecarga financiera, social, sanitaria y de infraestructuras para el país, además de una responsabilidad internacional de dimensiones incalculables. A pesar de las críticas sobre los malos tratos hacia los inmigrantes subsaharianos en Marruecos, que intentan dar salto a Europa vía su territorio, el país se distingue por el escrupuloso respeto a una política migratoria inclusiva que busca la integración económica y social de los inmigrantes ilegales y la protección de los más vulnerables como las mujeres y los niños. En este sentido es de justicia señalar que alrededor de 23 mil personas, procedentes principalmente de África Subsahariana, han beneficiado de política de regularización plena y de integración sin restricciones.

Se puede afirmar sin miedo a exagerar, que Marruecos ha emprendido con entusiasmo y energía, el camino de la modernidad, el desarrollo y el progreso, en el marco del más estricto respeto a los derechos y libertades fundamentales y la permanente reforzamiento de las instituciones y consolidación de la democracia. De hecho, cabe señalar que un día como hoy, 11 de enero, Marruecos tomó las riendas de su futuro y de su historia.

Con mucha determinación, hace 75 años los nacionalistas marroquíes presentaron el “Manifiesto de la Independencia”, exigiendo al colonizador el reconocimiento de su Independencia, su integridad territorial y su soberanía nacional. Feliz aniversario!