En el vientre de la icónica catedral de Riverside Church se dirigió el periodista Marino Zapete a la diáspora dominicana que reside en Nueva York, el pasado viernes 11 de octubre. La majestuosa obra arquitectónica de encanto gótico, inspirada en la catedral de Chartres, Francia, acogió a más de mil dominicanos y medios de comunicación que se dieron cita para recibir al periodista y su más reciente obra, La crónica irreverente.

Aparte de presentar el libro, el cual se enfoca en los últimos cinco decenios de historia democrática de la República Dominicana y en sus personajes principales, Zapete también denunció los ataques antidemocráticos que, según él, son orquestados por el gobierno de Danilo Medina hacia su persona. El periodista les recordó a los presentes que él y otros colegas, como Altagracia Salazar, Edith Febles y Ricardo Nieves, han sido atropellados y expulsados de medios de comunicación por denuncias que hicieron contra el gobierno. Zapete resaltó que sus enérgicas denuncias y comentarios, en las que expone la corrupción del gobierno, provocaron que le “echaran” de medios como Antena Latina, Color Visión, Noticias SIN y Teleradio América.

La última expulsión de Zapete de los medios de comunicación se dio el pasado mes de septiembre, cuándo el periodista se hizo eco de una investigación hecha por el abogado Jorge Luis Polanco. La investigación arrojó que un grupo empresarial, representado por Maybeth Virginia Rodríguez Sánchez –hermana del Procurador Jean Alain Rodríguez e hija de la embajadora de República Dominicana en Alemania– salió beneficiado con contratos por más de mil millones de pesos que le fueron otorgados por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones bajo la gestión de Gonzalo Castillo. Esta denuncia desató la ira del Procurador. Según el testimonio de Zapete ante la comunidad dominicana de la Gran Manzana, el director de Teleradio América cedió ante las presiones del Procurador, quien amenazó con demandar al medio de comunicación si no sacaba del aire su programa, “El Jarabe de Zapete”.

Pareciera que la denuncia de Zapete en contra de Maybeth Rodríguez fue la gota que derramó el vaso del Procurador, porque, de acuerdo con el periodista, el malestar empezó cuando se publicó La crónica irreverente. En este libro se le acusa a Jean Alain Rodríguez y a Danilo Medina de hacer “todo lo posible por librarse de responsabilidades y por sacar a sus cercanos del expediente” que vincula a varios funcionarios del gobierno con la empresa brasileña Odebrecht y los 92 millones que pagó la constructora en sobornos para adquirir contratos en el sector publico. El autor asegura que los periodistas dominicanos que se oponen al gobierno por medio de la verdad tienen dos opciones: mordaza o dinero.

El escritor y periodista también les advirtió a los presentes que las practicas del gobierno de Danilo Medina mencionadas antes, representan la amenaza más inmediata contra la democracia de la República Dominicana. Antes de introducir el libro, Zapete se tomó un momento para denunciar que los dominicanos “están más cerca de una dictadura que de una democracia”.

Zapete continuará promocionando La crónica irreverente por la Costa Este de los Estados Unidos, donde se encuentra la mayor concentración de dominicanos fuera de la isla. Las siguientes paradas de Zapete serán: Allentown y Reading, Pensilvania; Providence, Rhode Island; Boston y Lawrence, Massachusetts. Los organizadores de esta gira, como Wilma Tamayo, declararon que los ataques contra Zapete “no lo doblegan ni lo distraen, sino que lo animan a seguir denunciando los atropellos del gobierno dominicano contra las instituciones democráticas y sus ciudadanos”. 

La presentación de Marino Zapete en la iglesia de Riverside no desentona en la formidable lista de personajes que han desfilado por el podio de la catedral neoyorquina. Entre aquellos que se han presentado en la histórica iglesia se encuentran: Martin Luther King Jr., Nelson Mandela, Fidel Castro, Cesar Chávez, y Marian Wright Edelman. Lo que estos líderes, políticos y activistas comunitarios tienen en común con Marino Zapete es el compromiso inquebrantable de sus luchas con la verdad y la dignidad de los pueblos. Este compromiso le fue reconocido a Zapete por la multitud con un unísono cántico que se escuchó toda la noche: “Marino, querido, el pueblo está contigo”.