Seis años y unos meses de intervención militar estadounidense en suelo dominicano habían transcurrido al momento de nacer Mariano Lebrón Saviñón, en la ciudad de Santo Domingo, el tercer día del mes de agosto de 1922. José Lebrón Morales, español de Cádiz, era su padre;  y  Cándida Rosa Saviñón Pérez, dominicana, era su madre. Hizo un Doctorado en Medicina por la Universidad de Santo Domingo, donde fue profesor de Medicina, y en 1949 se especializó en Pediatría en Buenos Aires, Argentina, donde conoció y trató al erudito argentino Jorge Luis Borges.

Era ensayista, culturólogo, dramaturgo, poeta, narrador y médico pediatra. A él se le atribuye la expresión «poesía sorprendida» para designar al grupo literario denominado «La Poesía Sorprendida» (1943-1947). Es justo decir —tal como lo ha señalado Marcio Veloz Maggiolo en su artículo citado al final de este artículo biobibliográfico— que «Mariano fue, junto a Alberto Baeza Flores, el verdadero creador del movimiento de La Poesía Sorprendida».

Los demás integrantes de ese grupo literario fueron: Franklin Mieses Burgos, Antonio Fernández Spencer, Freddy Gastón Arce, Manuel Rueda, Aída Cartagena Portalatín, Manuel Valerio, Rafael Américo Henríquez, Manuel Llanes, el chileno Alberto Baeza Flores y Eugenio Fernández Granell, considerado el último pintor español surrealista. En octubre de 1943, en el primer número de la revista del grupo, apareció su poema «Tengo la soledad llorando». Tenía 21 años de edad. He aquí ese texto poético:

Tengo la soledad llorando en mi sentidos

Mariano Lebrón Saviñón

y el dolor de mi vida solloza en mi recuerdos,

asidos por los brazos de la duda,

todo lleno de ti, de amor sollozo.

Me cerca el porvenir que me arrebata

y una alondra se queja en mis delirios

estoy de pie, sereno y palpitante,

frente a tu corazón deshabitado.

Yo soy mi soledad.

Y soy mi tarde.

Y soy la sensitiva despreciada

que se abre al sol y tímida se cierra.

El tenebroso mal de los dolores.

Yo soy el que de la noches de mis ansias

te llena de dolor por que te ama.

El que rogo los libros de tu senda.

El que te hablo de amor.

El que te ama.

Ya todo me es adverso. La mirada

de un ojo desolado me persigue.

Yo soy la soledad en mi recuerdo

que parte en dos flor de mi sentido.

Mariano Lebrón Saviñón fue un hombre de bien, poseedor de un afable y generoso modo de ser. Su vida toda estuvo caracterizada por acciones nobles; siempre impulsado por un singular espíritu de solidaridad. Sus virtudes y sus méritos profesionales e intelectuales le hicieron merecedor de múltiples galardones y reconocimientos dentro y fuera de su patria: Premio José Vasconcelos en 1992 (escogido por el Frente de Afirmación Hispanista de México; le fue entregado el 16 de marzo de 1993); Premio Nacional de Literatura 1999 y Premio Caonabo de Oro 1988 otorgado por la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores. En 1989 fue exaltado al Salón de los Grandes Maestros de la Medicina por la Academia Dominicana de la Medicina, entidad de la cual fue cofundador en 1971. Como Miembro del Jurado del Premio Cervantes en 1994 fue elegido para hablar en nombre del mismo en la entrega de esa premiación, en Madrid, al escritor peruano-español Mario Vargas Llosa.

Fue miembro de las siguientes entidades nacionales y extranjeras: Academia Hondureña de la Lengua, Academia Norteamericana de la Lengua Española, Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico, Instituto de Cultura Hispánica, Fundación Odón Betanzos (España) e Instituto Domínico-Japonés, entre otras. Fue cofundador de la Universidad Nacional «Pedro Henríquez Ureña», donde enseñó en las Facultades de Medicina y de Humanidades, además de ser el Director de Publicaciones. Presidió la Academia Dominicana de la Lengua en el período 1984-2002 —logrando rescatar esa importante corporación de un posible colapso institucional— y dirigió el Hospital de Prevención Social de Santo Domingo.

Sobre Lebrón Saviñón han sido dados a luz pública varios estudios. Tres de ellos: Mariano Lebrón Saviñón, un hombre de antorchas múltiples (2002), de Víctor Villegas; Vida y obra de Mariano Lebrón Saviñón (2003), de Carlos T. Martínez; y Mariano Lebrón Saviñón (2005, Argentina), de Harold Tejada.

De Mariano Lebrón Saviñón son las siguientes obras poéticas: Los triálogos: libro primero (1943, en colaboración con Alberto Baeza Flores y Domingo Moreno Jimenes), Cosmohombre: triálogos (1944, en colaboración con Alberto Baeza Flores y Domingo Moreno Jimenes), Tiempo en la tierra (1982), Vuelta al ayer: poemas (1997), Poemas de amor (2001), Bajo la cruz del sueño (2002), Los triálogos: poesía a tres voces (2003, en colaboración con Alberto Baeza Flores y Domingo Moreno Jimenes) y Desde un prado luminoso: obra poética completa (2011).