El Colectivo Marcha Verde a unificado ha gran parte del pueblo dominicano, centrado en un trascendental objetivo muy concreto y específico, el de contrarrestar la corrupción y la impunidad.
Marcha Verde es una luz refulgente en el horizonte que busca enderezar, adecentar, transparentar y eficientizar la administración y gerencia del Estado Dominicano, corrupto y corruptor, y de todas sus instituciones.
La movilización social que lidera la coordinación nacional de Marcha Verde ha impactado, cuestionado e interpelado sensiblemente al partido gobernante, PLD, a su Comité Político y a sus más encumbrados funcionarios, porque estos han sido protagonistas y actores de principalía de los escándalos de corrupción más horrorosos de los últimos quince años.
Uno de sus grandes aciertos es haber tomado como bandera de lucha el tema de la corrupción y la impunidad. Es un tema sensible, urticante y satanizado por la inmensa mayoría del pueblo.
Es un tema sin fronteras, asumido en este proceso por organizaciones políticas de izquierda y de oposición, sectores empresariales, de la sociedad civil, representantes de la Iglesia Católica, la comunidad evangélica, académicos, intelectuales, sectores populares, comunitarios y campesinos organizados.
Las protestas callejeras, las huelgas, los piquetes, los vía crucis y las más plurales y diversas manifestaciones, históricamente, han planteado de manera errada a las autoridades gubernamentales un manojo interminable de demandas, reclamos y reivindicaciones sociales y comunitarias, que por su enorme cantidad y dispersión, los gobiernos no las toman en cuenta; se diluyen en las manos de los organizadores y aquéllos crean las famosas comisiones infuncionales, por lo que, en definitiva los objetivos de esas demandas son infructuosas e inalcanzables, bajo el tratamiento irresponsable que le da el gobierno.
Sin embargo, con Marcha Verde, ha sido lo contrario a todos esos esfuerzos de lucha antes mencionado. Es sorprendente, impactante, esperanzador e inédito, los niveles de cohesión, articulación y unificación de forma masiva y multitudinaria que el pueblo alrededor y concomitantemente a Marcha Verde ha tomado y abrasado la antorcha encendida a favor de un gran propósito para la Nación: Fin de la Impunidad y la Corrupción.
Los dardos lanzados por el gobierno al movimiento marcha verde han venido de todos los litorales con su único propósito de: atomizar, disgregar y disminuir el apoyo y la penetración, sin precedentes, con que ha calado este colectivo verde en el corazón del pueblo dominicano.
Con mezquindad, el gobierno del PLD y sus voceros, bajo el pretexto de descalificar a Marcha Verde, esgrimen frecuentemente las siguientes argumentaciones:
- Que marcha verde se convertirá en partido político.
- Está siendo financiada por empresarios.
- Que los partidos de oposición les están aportando recursos.
- Que quiere desestabilizar al gobierno y al país.
- Que a marcha verde le falta un líder.
En definitiva, el gran temor y miedo que le acecha al gobierno es la fuerza y firmeza con que el pueblo mismo ha tomado Marcha Verde y que a sus funcionarios, al más alto nivel, se le indilgue y se le cuestione como actores y protagonistas en actos de corrupción, navegando impunemente y contraviniendo la Constitución y las leyes del país.
Es de justicia decir que los partidos políticos de la oposición, de manera institucional no han acudido a ninguna de las marchas realizadas hasta hoy. Ahora bien, como ciudadanos y ciudadanas comprometidos con su pueblo e insertados en las más heterogéneas organizaciones sociales, empresariales, religiosas y comunitarias, sus miembros, dirigentes y militantes acuden libre y voluntariamente, sin la necesidad de que su partido le haya sugerido o bajado línea para su asistencia e involucramiento en esas Marchas Verdes. Sin embargo, ni las leyes ni la Constitución de la República le prohíben protestar y participar en dichos movimientos.
En ningún momento los representantes voluntarios pertenecientes a estos partidos han actuado con protagonismos y beligerancias, ni han interferido las rutas, los métodos, las agendas, los programas, las tácticas ni las estrategias diseñadas por la coordinación nacional de Marcha Verde.
Pienso que el mensaje de Marcha Verde a los partidos de oposición es múltiple, veamos:
- Estos deben hacer conciencia plena que su contrincante fundamental es el gobierno del PLD.
- Que sus acciones están sintonizadas y unificadas directamente con su pueblo.
- Que sus planes y propuestas sean elaboradas en consulta con los sectores más dinámicos del país
- Que las burocracias políticas se abran a la petición e inclusión de ciudadanos y ciudadanas comprometidos con su comunidad desde liderazgos naturales.
- Que su mensaje, doctrina, principios y líneas políticas no se distancien de lo que piensa y aspira el pueblo llano, sencillo y de clase media.
- Que la inclusión, la participación, la trasparencia, la honestidad, la ética y la moral sean el sentido y la razón de ser de esos partidos.
- Que siempre se escuche con atención propositiva la voz sabia e inteligente del pueblo.
Los partidos políticos de oposición deben cuidar prudentemente la dinámica, la vigencia, el vigor, la existencia y el futuro de Marcha Verde. Así como reflexionar sobre su rol en la sociedad, sus aportes, planes y proyectos a favor de la Nación Dominicana.
Estos partidos deberán con humildad, asumir parte de la dialéctica, dinámica y pedagogía ensamblada y llevada a cabo por Marcha Verde en este hermoso proceso de lucha.
Frente a este colectivo, los partidos de oposición están llamados a actuar con prudencia, sensatez, cautela, tacto e inteligencia, pues esas multitudes los estará observando, monitoreando y evaluando desde sus acciones, propuestas, mensajes, programas, comportamientos y actitudes.