Durante la administración del Ing. Marcelo Jorge Pérez (QEPD), 1982-1986, la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) contrato a la empresa norteamericana Cassaza and Schultz para la elaboración del Plan de Expansión de la Generación con un horizonte de 20 años. El modelo WASP III de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) fue la herramienta que se utilizó en la elaboración del Plan de Expansión de la Generación. Dicho modelo contaba con la aprobación del Banco Mundial (BM) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El Plan de Expansión recomendó la construcción e instalación de las plantas térmicas de Itabo III a carbón, la Mitsubishi de San Pedro y la de Barahona, ambas operando con biomasa (bagazo, barbojo) como combustible, dos Fincas Energéticas operando con biomasa cada una de 10 Mw y la hidroeléctrica de Manabao Bejucal Tavera (MBT).

Entre 1984 y 1985 se firmaron los contratos de Barahona y Mitsubishi y en el 1986 el de Manabao Bejucal Tavera e Itabo III, este ultimo firmado con la empresa española Maquinista Terrestre, la misma que había sido la responsable del suministro, fabricación e instalación de la planta Itabo I contratada alrededor del 1980.

Con el arribo del Dr. Balaguer a la presidencia de la Republica en el 1986, el Plan de Expansión de la Generación que contaba con la aprobación tanto del BM como del BID, fue prácticamente anulado.

Itabo III fue sustituida por las turbinas traídas a la carrera desde Houston, para conjurar un déficit de generación que existía para las elecciones de 1990. Dichas turbinas operaban con diésel (Fuel Oil 2), el combustible mas caro que existe para generar electricidad. Se sustituyo la tecnología y combustible más eficiente por la improvisación acompañada de la tecnología con combustible más ineficiente y caro.

El proyecto Manabao Bejucal Tavera con un financiamiento blando a 20 años del BID y con estudios completos, que además incluía el Centro de Control de Energía, fue sustituido por la aventura tecnológica del proyecto hidroeléctrico Jiguey y Aguacate, con estudios incompletos, solo a nivel de prefactibilidad y para ser ejecutada con recursos propios. Esta decisión de ejecución con recursos propios genero presión sobre las finanzas del gobierno y ocasiono una corrida de la moneda, pasando la prima del dólar de 2.85 a 6 en un relativo corto tiempo, creando un hoyo financiero en las finanzas públicas.

El contratista de Manabao Bejucal Tavera había sido seleccionado a través de un proceso de licitación pública internacional con la participación de más de 20 firmas constructoras con experiencia comprobada en la construcción de proyectos similares, había ganado la licitación con un precio que era alrededor de un 50% más bajo que el precio referencial elaborado por la firma consultora que realizo los estudios y diseños del proyecto. Dicho proceso de licitación fue avalado por el BID. El proyecto se encontraba en construcción al momento que fue parado por las autoridades oficiales, ocasionando una demanda al Estado por parte del contratista por un monto superior a los US$10 millones de dólares.

La construcción de Jiguey Aguacate fue otorgada de grado a grado y termino costando más del doble del valor del contrato inicial firmado.

El Centro de Control de Energía se construiría su edificación unos 10 años después, y todavía hoy, no ha alcanzado el nivel de equipamiento y desarrollo del que se construiría en el 1986 de acuerdo con las especificaciones técnicas elaboradas por una firma especializada.

Barahona se convirtió en la termo nunca y fue terminada para operar a carbón en el 2001 por Egehaina, 16 años después de su contratación.

Las Fincas de Energía nunca se construyeron.

La Mitsubishi que está a la entrada de San Pedro de Macorís al lado del puente sobre el rio Higuamo, fue contratada por Marcelo para operar con biomasa (barbojo y bagazo), llegando al país con todos los equipos para el manejo de la biomasa. Esta planta fue modificada en el gobierno de Balaguer, para operar solamente con Bunker C Se cambio un combustible autóctono que no presionaba al mercado de divisas con importaciones de combustibles y además barato, por uno importado que si presionaba el mercado de divisas por que tenía que ser importado y en adición caro. Para justificar el cambio de combustible, se dijo que en San Pedro de Macorís no había suficiente producción de barbojo y bagazo, a pesar de que en esa época estaban operando a plena capacidad los ingenios del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y de Los Vicini.

El 26 de abril del 2016, Egehaina inaugura la planta térmica San Pedro Bio Energy con una capacidad instalada de 30 Mw, superior a los 27 Mw de la Mitsubishi. San Pedro Bio Energy se alimenta del bagazo y barbojo de un solo ingenio, el Cristóbal Colon, mientras que la Mitsubishi contaba con más ingenios para producir el bagazo y el barbojo que requería para generar electricidad, que los que cuenta la planta de Egehaina. Además, al ser la Mitsubishi de menor capacidad que la de San Pedro Bio Energy. requería menor cantidad de bagazo y barbojo para generar electricidad a máxima potencia.

Como dice el refranero popular, más temprano que tarde la verdad siempre sale a relucir y 30 años después, los hechos y la historia reivindican y le dan la razón a Marcelo Jorge por la visión que tuvo y la correcta decisión que tomo de contratar la planta de Mitsubishi para que operara con bagazo y barbojo. Esta decisión de Egehaina de construir San Pedro Bio Energy, desmonta de una manera categórica y absoluta, los argumentos que se esgrimieron en el 1986, para privar al país de una generación barata a base de barbojo y bagazo de caña.

!!!!HONOR A QUIEN HONOR MERECE.!!!!