“No te rindas. Mientras puedas seguir respirando, pelea…” Con esa frase comienza la película “El Renacido”, basada en la novela homónima de Michael Punke y dirigida por el mexicano Alejandro González Iñárritu, que relata la formidable historia de Hugh Glass quien, abandonado a su suerte en medio del bosque por su propia gente luego de ser atacado por un oso, logra superar todas las vicisitudes con la firme determinación de hacer justicia por la muerte de su hijo a manos de uno de sus compañeros.

Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España, es a menudo comparado con el personaje encarnado por Leonardo DiCaprio en esta fascinante película, por las similitudes de su trayectoria política con la agonía vivida por Hugh Glass. El líder español paso de vencedor improbable en 2014 de las primarias de su partido, a dimitir de su puesto como secretario general y parlamentario, en octubre de 2016, por negarse a acatar la decisión de sus compañeros de facilitar la investidura de Mariano Rajoy, luego de unas disputadas elecciones.

Después de su renuncia, Sánchez desapareció del foco público por unos meses. Todos daban por terminada su carrera política. De hecho, sus dos principales colaboradores, fueron los primeros en dejarle solo. Como los compañeros de Hugh Glass en la película El Renacido, ellos asumían que Sánchez estaba simplemente muerto, y que podría arrastrarlos a ellos también a la desgracia política. En su libro autobiográfico “Manual de Resistencia”, publicado en España este martes 19 de febrero, el presidente español relata en el capítulo 8 cómo vivió esos momentos: “Cuando llegó aquel fatídico 1 de octubre, la decisión de que yo saliera de la dirección del partido estaba tomada…todo fue terriblemente duro, traumático, Viví algunas deslealtades minuto a minuto. Fue terrible en lo personal y me permitió saber a quién podía considerar amigo y a quien no.”

Luego de reflexionar acerca de su futuro, Pedro decide presentarse nuevamente en las primarias de su partido en procura de liderarlo, esta vez, con el voto de la militancia y sin el apoyo de los referentes históricos del socialismo español. La imagen de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero rodeando a la competidora interna de Pedro Sánchez el día de su lanzamiento como candidata es emblemática.

En su libro, Sánchez confiesa que llegó un momento en que dudaba si retirarse completamente de la actividad política y dedicarse a la academia. Luego de consultarlo con varios amigos y los pocos colaboradores políticos que le quedaban, es su esposa quien le da el apoyo decisivo para continuar en política y presentarse nuevamente para liderar el PSOE en mayo de 2017.

Sorprendentemente, el primer acto público luego de su dimisión fue masivo. Pedro Sánchez lo recuerda en su libro de esta manera: “El acto fue impresionante. No esperaba más de 300 personas. De repente, me encontré con más de 1,000, todas las previsiones se desbordaron…había mucha más gente detrás de mí de lo que yo era consciente…Salí aturdido, entre la sorpresa y la emoción.”

Como en la escena de “El Renacido” en la que Hugh Glass empieza a curar sus heridas en medio del desierto, con la firme determinación de sobrevivir, Pedro Sánchez encabeza una campaña heroica que termina con una victoria rotunda que lo lleva nuevamente a liderar al PSOE esta vez más que legitimado por sus bases.

Más de un año después de retomar el liderazgo de su partido, en otra vuelta del destino, Pedro Sánchez termina alcanzando la presidencia del gobierno español a través de una moción de censura contra Mariano Rajoy, luego de que su partido recibiera una condena en justicia por corrupción.

El pasado viernes, Sánchez anunció la convocatoria a nuevas elecciones para el próximo 28 de abril. Allí tendrá la oportunidad de ganar legitimidad social y política a través del mandato popular. Como es costumbre en su trayectoria, su camino luce empedrado. El empuje del voto conservador, sumado a la apatía y la desmovilización de las fuerzas políticas afines a su proyecto podrían jugarle una mala pasada y terminar con su tiempo en el Palacio de La Moncloa.

En su “Manual de Resistencia”, califica la política como “una carrera de fondo” en la que la democracia siempre termina venciendo al miedo. Si sale victorioso y logra construir una mayoría social a su alrededor Pedro Sánchez entrara por la puerta grande a la galería de los grandes líderes políticos de este siglo, no tanto por sus ideas, sino por la firmeza, el carácter y la resiliencia de su liderazgo.

En la escena final de “El Renacido”, cuando su enemigo le reprocha que haya regresado solo para vengar la muerte de su hijo, Hugh Glass le dice: “No es cierto. La venganza está en manos de Dios, no en las mías.” Soltándolo en el río para que su corriente determine su destino.

Al terminar de leer la mínima biografía de Pedro Sánchez, uno queda con la impresión de que las manos de Dios han obrado de alguna manera para enderezar su destino. Veremos qué pasa este 28 de abril con la trayectoria de Pedro Sánchez, el resistente, el renacido.

El autor es Secretario de Educación del Partido Revolucionario Dominicano.