Juan de Jesús Jiménez es el padre jesuita que lleva siete años a cargo de mantener funcionando a Manresa Loyola y Manresa Altagracia, dos conocidas instalaciones para actividades de formación espiritual que me confirman la existencia de una mano invisible conectando la solidaridad de tantos buenos dominicanos. Para visitar las casas de retiro invité a dos primos ingenieros, Alexandra Oviedo y Manuel Suárez, con experiencia para ser contrapartes del sacerdote renacentista que nos explicó las obras en proceso y en planes que, en la medida se reciban donaciones, van a devolverles su funcionalidad.
En Manresa Loyola me extrañó no encontrar a la entrada un letrero grande advirtiendo “Esta Propiedad No Está en Venta”. Está ubicada en la calle que va al puerto de mayor tráfico comercial del país y ha quedado rodeada de grandes empresas navieras o importadoras que no encuentran donde expandirse. El letrero no hace falta porque cada oferta más atractiva que la anterior ha recibido la misma respuesta: la firme decisión de preservarla como se ha conocido por más de medio siglo.
El Plan Maestro para los trabajos de mantenimiento y remodelación ha sido elaborado “por un arquitecto amigo y voluntario”, explica un sacerdote en quien descubro la humildad de no darse crédito por su contribución en cómo han sido plasmadas ideas de las que conoce cada detalle. La primera conversación con los dos primos ingenieros fue sobre los planes para la entrada, el estacionamiento, las áreas verdes y la fachada.
Se busca que a Manresa se siga ingresando por el mismo camino con árboles y jardines que invitan al recogimiento espiritual, algo que es ahora más imprescindible cuando de vecino se tiene una estructura de furgones similar a torre de ocho pisos. Ahora bien, la ruta no se pensó que fuera de tierra, polvo y piedra. Así luce ahora por un asfaltado que merece la bendición que recibió Lázaro, resucitarlo para poder contar con un área apropiada para estacionamiento y que se pueda transitar o caminar de la forma que esperan los visitantes. La fachada requiere pintura y corregir filtraciones cuyo origen puede estar por dos causales que los tres profesionales de la ingeniería analizan al tiempo que también estiman áreas a pintar y asfaltar con agilidad asombrosa. Digo tres ingenieros, porque desde ahí empezaron mis sospechas de que al sacerdote lo que le faltó fue la tesis y entrar al CODIA.
A la capilla principal se le ha dado prioridad en el uso de las donaciones. Los asientos individuales fueron restaurados, no tiene bancos, y la climatización es un reto por la gran altura necesaria para que la misa pueda ser escuchada por los religiosos que están en el área de enfermería. Manresa Loyola es una de las casas donde esperan su encuentro con el Señor los sacerdotes que terminaron sus funciones eclesiales. Hace unos años amigos de la promoción del Colegio Loyola visitamos al padre Santiago de la Fuente, unos pocos meses antes de morir y a quien recordamos en esta visita cuando pasamos al pequeño cementerio donde descansa junto a otros religiosos que educaron a varias generaciones de dominicanos.
Otra capilla y dos salones de reuniones están terminados y disponibles para el reinicio de retiros presenciales. Los salones también se podrán ofertar para cursos de formación profesional, como talleres y diplomados que no choquen con los retiros que, generalmente, tienen lugar los fines de semana. El padre Juan nos comenta que los retiros representan la principal fuente de ingresos y se solicitan las áreas con gran frecuencia.
No desaprovecho la oportunidad de opinar y destacar que, aunque la demanda es alta, debe quedar un neto nada extraordinario. Los retiros que conozco cobran un monto bastante modesto por una actividad de tres días, se consiguen donaciones de alimentos y participan voluntarios para cargar menos a las casas de retiro. El padre Juan corrobora y agrega que esa es la liquidez que cubre parte de los gastos variables de las dos enormes estructuras.
“Los fondos para inversiones en remodelación y proyectos provienen de las donaciones y créditos blandos. Aquí, por ejemplo, para esta restauración de mobiliario de las habitaciones y otras áreas todos los materiales los recibimos con descuentos grandes y a crédito para cuando se pueda de la ferretería de un amigo. Le abonamos en la medida nos van entrando donaciones. Ese gazebo lo estamos construyendo porque, cuando hay retiro y llueve, no hay un área para descansar después de los almuerzos o recesos. Algunos retiros se han hecho en otras instalaciones más lejanas por no tener un área así y como reanudar los presenciales está cada vez más cerca, nos decidimos contar con una apropiada. Una compañía constructora de un ingeniero amigo donó parte de los materiales y asumió el pago de los obreros; terminarán en pocas semanas, haremos un abono con lo que tendremos para esa fecha en la cuenta de proyectos y el resto, poco a poco, a medida que retornen los caminantes, mariposas, cursillistas y participantes en talleres de formación profesional o académica.”
Pero para la bienvenida que merecen quienes vienen a retiros de varios días hay que dar prioridad a la remodelación de las habitaciones. Cada una de las casas de retiro Manresa tiene sesenta habitaciones que requieren un austero remozamiento. El padre Juan mostró una terminada que será el modelo para las habitaciones de los visitantes y la del director espiritual y administrativo de los retiros; esta última un poco más amplia porque incluye un escritorio y salita pequeña para reuniones. Los baños y las instalaciones eléctricas son de los rubros más pesados de la inversión porque son instalaciones de muchos años.
Para las habitaciones que han sido intervenidas, cinco en total, los fondos llegaron por un samaritano que organizó una campaña especial con ese fin y que ahora será replicada cuando se revise el presupuesto de remodelación a los nuevos precios. Esa información se pasará a colaboradores que se acerquen a diferentes grupos de apoyo buscando levantar fondos, por ejemplo, para una remodelación. Así mismo se pueden individualizar otras partes del proyecto que sean explicadas con sus presupuestos a potenciales donantes por diferentes vías. En la remodelación de las cocinas, por ejemplo, compañías importadoras se pudieran interesar a donar parte de los equipos que representan. Dado el vínculo de la entidad con los exalumnos del Colegio Loyola y del Politécnico Loyola es posible conversar con sus directivas para apadrinar una de las partes del proyecto.
Con las autoridades se estará buscando una cosa importante para cada casa de retiro. La primera es el asfaltado que ya comentamos para Manresa Loyola, donde el Ministerio de Obras Públicas pudiera dar una mano, la segunda apoyar con los permisos para lograr una entrada que haga feliz a los hogares que bordean la calle Manresa Altagracia y a quienes visitan la casa de retiro. La calle es muy estrecha y los residentes que ocuparon y construyeron en esos solares hace años al estacionar dejan un solo carril que hace imposible que fluya el tránsito. El padre Juan Jiménez nos mostró por dónde vendría esa pequeña vía que sería paralela a la actual; están marcados los árboles que se deben eliminar y el presupuesto estimado. Los primos ingenieros se comprometieron a revisar el caso y los requisitos para conseguir los permisos.
Lo de intentar relanzar Helados Manresa es digno de contar en otro artículo porque hasta oportunidad de participación en acciones podría ser una alternativa. Pero por ahora terminamos con la información de los datos necesarios para que aquellos que deseen colaborar desde ahora con el fondo para infraestructura puedan realizar transferencias bancarias.
El nombre del cliente y su identificación: Fundación Manresa, RNC 430061842. La entidad bancaria es: Banco BHD LEON. Para aportes en pesos usar: Cuenta Corriente 1568305-002-6. Si desea aportar en dólares: Cuenta de Ahorro 15683050034.
El padre Juan de Jesús Jiménez da las gracias por la atención a este escrito, su difusión y apoyo para relanzar las casas de retiro y crecimiento espiritual Manresa Loyola y Manresa Altagracia.