El desarrollo industrial de los países no es la causa sino más bien el resultado de la voluntad, el esfuerzo y la inversión que hagan los responsables de las políticas públicas en el desarrollo de sus recursos humanos y en la investigación e implementacion de la ciencia y la tecnología.

Pero se nos ha enseñado, sin haber sido refutado, que los procesos sociales no son lineales, sino que tienen un comportamiento en espiral, siendo que en un tiempo determinado convergen distintos modos de producción, de comportamiento y de respuesta a la realidad socioeconómica de que que impere.

¿Quién no quisiera que todos los procesos en la elaboración de un determinado producto sean robotizados, con la menor intervención de la mano del hombre posible, con lo que se eliminaría todos los riesgos que conlleven enfermedades ocupacionales y accidentes de trabajo?

 Pero resulta que el acceso a los avances científicos y tecnológicos es un privilegio de los países o grupos económicos con disposición de recursos para poder obtenerlos, de manera que otros tendrían que adaptarse a prácticas acorde a sus posibilidades en detrimento de su productividad y de sus condiciones de trabajo.

Constituye un riesgo la manipulación de cargas de más de 3 Kg. cuando no se hace adecuadamente y las de más de 25 Kg. en cualquier condición

 Como resultado de los medios audiovisuales disponibles y de la bondad de vivir en un mundo globalizado tenemos la oportunidad de ver con cierto asombro procesos industriales donde se aplican tecnología de punta. La industria automovilística está en primer orden, la industria farmacéutica, alimentos y bebidas, electrónica, aeronáutica, electromecánica, etc., son ejemplos del uso de la tecnología en el manejo de cargas.

 Ahora bien, la realidad de los medios laborales en países como el nuestro es que el hombre no ha sido sustituido por la máquina en la mayoría de los procesos de los bienes y servicios que producen. Y resulta que los trabajadores y trabajadoras tienen que manejar manualmente cargas en su trabajo habitual, muchas sin las técnicas ergonómicas adecuadas.

El uso de la fuerza humana en determinado trabajo no tiene nada de malo, todo lo contrario, es el medio para obtener los recursos  para el sustento suyo y de su familia, al mismo tiempo que contribuye al desarrollo social en general.

Los trabajadores y trabajadoras deben ser debidamente capacitados y entrenados en la manipulación manual de cargas para que puedan hacer sus labores sin que sufran daño a su salud, ni efectos negativos en su ambiente de trabajo.

 De manera, que un trabajador o trabajadora puede resultar con lesiones a sus articulaciones, músculos, piel, huesos y órganos internos por realizar inadecuadamente maniobras como: movimientos repetitivos, rotar, levantar, halar, empujar, cargar, girar, subir, bajar, etc.

Las espalda, principalmente en la parte baja (lumbar) es la parte del cuerpo que resulta más lesionada en la manipulación manual de cargas. De ahí que debe darse entrenamiento continuo en el cuidado de la espalda en todos los centros de trabajo sin importar a la actividad económica a la que se dediquen.

La manipulación manual de cargas se define como cualquier operación de transporte o sujeción de carga llevada a cabo por uno o varios trabajadores que ponga en riesgo su salud o integridad.

Constituye un riesgo la manipulación de cargas de más de 3 Kg. cuando no se hace adecuadamente y las de más de 25 Kg. en cualquier condición.

De ser posible, deben procurarse los medios adecuados para facilitar el manejo de cargas con el menor riesgo, tales como: organización del trabajo, adecuación de la carga, ayuda mecánica, entre otras.

Para saber el riesgo posible en la manipulación de una carga debe tomarse en cuenta la característica, las condiciones individuales del trabajador, el esfuerzo a realizar, y los medios  disponibles.

En cuanto a la carga tomar en cuenta su peso, volumen o tamaño, distancia a desplazarse, superficie, altura, etc.

Hay que tomar en cuenta si el esfuerzo es necesario y los movimientos que ha de hacer el trabajador o trabajadora al realizar su labor, sin olvidar que las condiciones estructurales (pisos, techos, paredes, materiales y equipos, etc.) estén adecuadamente dispuestos.