Ante la rampante ola delincuencial que hoy nos arropa, hago un llamado de consciencia para que todos los residentes en esta Isla hagamos una jornada de precaución y meditación, al inicio de la Primavera de este año.
La falta de un régimen de consecuencias, unido a un estamento judicial cuestionado y remolón, ha creado una superestructura delincuencial poderosamente peligrosa, que atenta contra nuestra identidad, como nación.
Tenemos que hacer algo para decirle no a la delincuencia, a través del empoderamiento de la clase pensante que guie a los ciudadanos agobiados por la delincuencia y la crisis moral que hoy existe en nuestro país.
Ese día de días, vamos a exigir el derecho a un cambio en los paradigmas judiciales, económicos, educativos, de convivencia social y seguridad ciudadana.
Ese día, mantengámonos en nuestras casas, sobrecogidos espiritualmente, para compartir una eucaristía familiar, donde prime el amor por nuestros semejantes, la reflexión constructiva y el desarrollo de actividades altruistas en pos de la paz social.
Ese día, se deben suspender todas aquellas actividades que tengan algún impacto significativo en el Orden Económico, Social, Recreativo y Comercial del País.
Ese día, se debe tocar el nuestro Himno Nacional al inicio y cierre de las tandas de docencia, en todos los planteles escolares y desarrollar actividades culturales donde se resalten los valores patrios del pensamiento Hostosiano.
Ese día, el servicio hospitalario debe de desarrollarse sin traumas de índole administrativo o pecuniario.
Ese día, será el día del resurgimiento del clamor popular, que como cenizas ardientes, serán el engrudo del Ave Fénix antillano.
No a la Corrupción; No al Nepotismo: No a la Impunidad Política y Económica; No a la Descomposición Social; No al Abuso y Arrogancia de las elites Políticas y Clientelares. ¡PONGA USTED LA FECHA!