Cuando tenía 13 años, recuerdo que venía junto a una tía de hacer alguna diligencia. Veníamos en transporte público cuando me mira y me comenta, con cara cómica y de burla: —Ya se te quitó lo único que te hace bonita, el pintalabios—. De inmediato me sentí desnuda.

Para la adolescente insegura que era yo en ese entonces, recibir un comentario de ese tipo era como recibir un sopapo (1) sin aviso.  Por suerte, una madura y deja de esconderse tras el maquillaje.

¿Que por qué les cuento de esto?, pues mi niña me ha venido haciendo una pregunta muy ingenua, pero no menos básica, al menos en este mundo donde vivimos. La ha hecho varias veces a lo largo de más de un año. De mi parte obtiene la misma respuesta, pero como todo niño, vuelve y pregunta lo mismo y lo mismo:

—Mami, ¿yo soy fea…?

Yo sé de dónde viene la pregunta.  En su colegio, los compañeritos le dicen que es fea.  Sabía, no solo que esto ocurriría, sino que ella vendría a mí con los sentimientos  que estas declaraciones le producen.

—Mi niña, ¿por qué me preguntas eso?, alguien te ha dicho que eres fea?
—Sí, los niños en el colegio me dicen que soy fea.
—Y tú, ¿qué piensas sobre eso?, ¿crees que eres fea?
—no, mami.
—Mi niña, te diré algo. Ser bonito o feo no es algo tan relevante. Es más importante eso que tienes en tu mente y en tu corazón.
—¿En la mente?, ¿la mente es el cerebro?, ¿…es donde están las ideas y los pensamientos?
—Sí, mi niña.  En todo caso, tú no vas al colegio a ser bonita o fea, sino a aprender. Eso es lo importante.  Además, los compañeritos siempre dirán algo distinto a lo que tú pienses. Lo que tú pienses sobre ti misma, eso es lo importante.  ¿Entiendes?
—Sí, mami…pero, ¿yo soy fea?
—No mi niña, ¡eres lo más hermoso que hay en este mundo!

Pienso que entramos en una era dónde todos los paradigmas instaurados deben ser seriamente  revisados. Y aquí solo hablo de belleza; si nos vamos a conceptos como fuerza, paz, justicia, país, nacionalidad, femineidad, masculinidad, amor, ninguno de estos conceptos se ha salvado de la instauración de paradigmas equivocados, manipulados

Estas charlas se han repetido en distintas ocasiones. El mismo mensaje y los mismos mimos, besos y abrazos.

Esto de la belleza y el medio donde nos desenvolvemos es un tema importante para los niños en la formación de su autoimagen, sobre todo para las hembritas.

Pero ningún niño debería estar preocupado por ser lindo o feo. La misión de los niños es jugar, aprender, fastidiar, comer, hacer caca y dormir.

Siendo la belleza un concepto tan, pero tan subjetivo, no debería ser punto de referencia para nada. Pero resulta que no todo es como debería ser.  Estamos bombardeados por un modelo de belleza que se nos vende como el único y el verdadero.  El que vale. Y este modelo está por todos lados, en los juguetes, la televisión, la música, la publicidad, ¡todo! Todo lo que está fuera de ese parámetro o es feo es "exótico".

Entonces, lo bello es alto, blanco, rubio, pelo lacio ojos verdes o azules, y es además delgado.  Y aunque estos estándares están cambiando, falta mucho camino por recorrer.

Nosotros, los padres, los que formamos vidas, llevamos una gran responsabilidad al momento de reforzar esta cultura de lo bello, o promover un nuevo paradigma al respecto.

Si cuando yo peino el pelo de mi niña le digo, "Ven, vamos a ponerte este lacito para que te veas bella". El mensaje que le trasmito es que su pelo no es lo suficientemente hermoso para ir solo por ahí, sobre su cabeza, sin adorno alguno. Incluso, le estoy diciendo que ella necesita que su pelo se vea bello.  Todavía más, le enseño que necesita tener un pelo hermoso para verse hermosa.

Es un arsenal de mensajes que se van construyendo en la mente de nuestras niñas. Algunos dirán que exagero, que estoy buscándole las cinco patas al gato. Quisiera estar equivocada.

Todavía nos insisten con certámenes de belleza que promueven un modelo totalmente excluyente y muy cerca de lo irreal de la mujer. Una mujer morena, de labios gruesos, caderas prominentes y culo redondeado no es bella, sino exótica. Cuando he buscado el significado de la palabra exótico, se lee que "es algo lejano y muy distinto con respecto a lo que se toma como referencia…".

Entonces, las mujeres negras, mulatas, mestizas, que por cierto, son muchas, se encuentran fuera del referente de belleza. Somos exóticas. Un término políticamente correcto para decirnos que no somos exactamente bellas, como si tal cosa importara tanto. Pero resulta que es lo que aprenden nuestras niñas desde pequeñas, que sí es importante; es por lo que luchan en la adolescencia, lo que se convierte en motivo de rechazo y riñas de grupos.

Y en cualquier caso, ¿qué tan útil es la belleza cuando el contenido del que la porta no compromete ni un minuto de admiración? Cuando aburre. Cuando no sorprende. Cuando es muda.  Sin duda que estos tiempos son de revolución, cambio.

Pienso que entramos en una era dónde todos los paradigmas instaurados deben ser seriamente  revisados. Y aquí solo hablo de belleza; si nos vamos a conceptos como fuerza, paz, justicia, país, nacionalidad, femineidad, masculinidad, amor, ninguno de estos conceptos se ha salvado de la instauración de paradigmas equivocados, manipulados. Algunos deberán ser seriamente revisados, discutidos y cambiados, desprovisto de prudencia y ausente de descaro. Solo así vendrá el verdadero cambio y podremos construir una sociedad más inclusiva.

@riveragnosis
(1) Golpe en la cara.