Con los amigos Alejandro Fernández y Héctor Guiliani comentamos tres puntos sobre la deuda pública en Argentarium Radio, donde todos los martes esos colegas economistas analizan temas importantes de finanzas y economía. Sobre si es bueno o malo endeudarse, amplio brevemente el punto.
Con respecto a las relaciones de crédito entre individuos, en un intercambio directo, en el momento que se cierra el trato ambos han revelado la respuesta: la parte que sacrifica el consumo presente y genera un excedente de fondos sobre sus gastos, valora positivamente encontrar a quien prestarlo; su contraparte, con deseos de consumir más en el presente o invertir en alguna actividad espera beneficios, contento también de recibir esos fondos promete devolver en un plazo, tasa de interés y otros términos mutuamente acordados.
En el intercambio indirecto, surge la especialización de quienes pagan por depósitos y prestan esos fondos con un margen en que se favorecen todos. El que ahorra recibe retribución por “guardar pan para mayo”, como suele decir Alejandro; padres pueden tomar línea de crédito en FUNDAPEC para que su hijo termine carrera a tiempo, en universidades donde no corren peligro por desórdenes de díscolos no controlan los rectores; banqueros tienen retornos reales retribuyen su trabajo y permiten expandir su cobertura.
Con el dinero especie más aceptado de la historia, en metal o garantizando 100% el papel moneda, métodos eficientes y proporcionales hacer cumplir contratos y un balance en los plazos de préstamos y depósitos, terceros deberían atender sus propios asuntos y dejar tranquilo a las partes involucradas, pero históricamente ese no ha sido el caso. Prestamistas y banqueros con presunción de ser malas personas; controles o prohibición tasas de interés; el desproporcionado apremio corporal por deudas; las externalidades del modelo de reserva fraccional con bancos centrales como prestamista última instancia y otros temas, han mantenido las transacciones de crédito individuales en riguroso examen por terceras partes.
Al igual que con toda transacción, el resultado puede ser diferente a lo que se esperaba en el mejor escenario. Pero este es un evento cuya probabilidad fue considerada a la hora fue consensuada la tasa de interés y, como no es posible dar marcha atrás en el tiempo, es irrelevante el juicio de si fue bueno o malo haber tomado el crédito. De ahí que lo fundamental es hacer en el momento inicial una evaluación lo más informada posible de los productos financieros para colocar ahorros propios o recibirlos con promesas de retorno compensado. Y es ahí donde radica la importancia de la Cruzada por la Educación Financiera que tiene Alejandro Fernández como una de sus principales figuras.
Con la deuda pública, los gobiernos utilizan ahorro externo para financiar un ejercicio donde el gasto supera el ingreso por impuestos. Como se trata de la acción en nombre de un colectivo, no es posible concluir que es favorable de la misma forma planteamos en el caso de dos individuos. En esto todos tenemos derecho a juicio de valor propio sobre si es bueno o malo el endeudamiento público. Sin embargo, lo que no es cuestionable es su legalidad. El financiamiento es parte integral de la Ley de Presupuesto aprueban los congresistas, donde se les informa que la nueva deuda se puede contratar en un escenario de sostenibilidad fiscal compatible con la capacidad de pago del Estado.