MAL PASO
La intención en esta sección es observar detenidamente una locución formada con “mal paso” que se utiliza en el español dominicano con un significado muy particular. Antes de llegar a la locución anunciada hay que dejar bien claro que la significación que posee la locución no es compartida por la generalidad de los países de habla hispana.
“Mal paso” es una expresión cuya significación oscila desde lo inconveniente, pasa por lo deshonesto y llega hasta lo ilícito. Mal paso también se utiliza para referirse a una situación difícil, a un trance. El mal paso en que incurre una persona puede colocarla en un compromiso o dificultad y, llega a designar ese compromiso o dificultad.
La expresión es “dar un mal paso” que en sentido general significa una ‘acción que supone una equivocación o una contravención de las normas establecidas’. “Un paso en falso” es equivalente de la anterior y ambas están documentadas con la significación que se citó en el Diccionario fraseológico documentado del español actual (2004) de Seco, Andrés y Ramos.
Antes de llegar a la locución anunciada hay que dejar bien claro que la significación que posee la locución no es compartida por la generalidad de los países de habla hispana
De una manera más precisa ese diccionario consigna un ejemplo tomado de la literatura española de los años sesenta del siglo XX. La cita es acerca de una hija natural producto de un “mal paso”.
Ese sentido de “dar un mal paso” es uno que se ha oído en República Dominicana; pero hay otro “mal paso” más específico que ese y sobre ese se abundará más abajo.
El “dar un mal paso” dominicano consistía en consentir una chica en tener relaciones sexuales por primera vez sin que mediara el matrimonio antes. En los campos dominicanos era cuando la muchacha accedía a tener relaciones sexuales por vez primera antes de formalizar una relación putativa.
Como un dato curioso se señala que con un significado semejante se conoce una locución en portugués brasileño. Allí es dar un mau passo que se usa para referirse a una chica que se deja desflorar. La referencia del brasileño se tomó del Tesouro da fraseologia brasileira de Antenor Nascentes (1986).
Por medio de las fuentes que se han citado, España y Brasil, se piensa que la locución es antigua, pero que no la recogieron todos los países americanos; o bien, que algunos de entre ellos la dejaron caer en desuso.
Se hace propicia la ocasión para anunciar que la Academia Dominicana de la Lengua publicará el año próximo, 2016, un diccionario fraseológico del español dominicano.
FLETADA
“En sus cuatro temporadas ha superado las 80 impulsadas y los 20 jonrones, sumando más de 100 FLETADAS en 2014 y 2015”.
De la lectura de la oración transcrita se infiere que se trata de una crónica sobre béisbol. Antes de entrar de lleno en materia, es oportuno resaltar que el béisbol es la actividad que más locuciones le ha metido al habla dominicana. Esa transferencia se explica cuando se piensa en el entusiasmo que embarga a los dominicanos cuando se trata de este deporte.
Hace ya más de 50 años narró la pelota dominicana un cubano que contribuyó a incorporar muchas expresiones al béisbol, así como a popularizar muchas de ellas, al punto de que varias de ellas penetraron el habla diaria. El narrador se llamó Rafael Rubí. La persona que hacía los comentarios entre los episodios o en los momentos en que no había acción en el juego fue Cuchito Álvarez. De allí nació la expresión, ¿qué te parece Cuchito? que pasó al habla para pedir opinión.
De antaño, cuando se fletaba un vehículo se hacía para uso exclusivo de la o las personas que pagaban el importe de ese flete. En República Dominicana se utilizaba este participio generalmente para designar con él el alquiler de un vehículo de transporte de pasajeros interurbano.
El narrador se llamó Rafael Rubí. La persona que hacía los comentarios entre los episodios o en los momentos en que no había acción en el juego fue Cuchito Álvarez. De allí nació la expresión, ¿qué te parece Cuchito? que pasó al habla para pedir opinión
Fletada se usó por extensión para denominar a la mujer que bailaba toda la noche con la misma pareja. Así consta en el Diccionario del español dominicano (2013).
De acuerdo con el citado diccionario, en el béisbol, fletar es conseguir un buen batazo. El Diccionario de americanismos (2010) asienta que en béisbol cubano el significado de la palabra estudiada es ‘impulsar una carrera’.
Conforme con el contexto de la cita, puede deducirse que en el pasaje el uso que se hace del vocablo estudiado es en el sentido cubano, pues el entorno así lo sugiere.
De la lectura de lo expuesto aquí se saca la conclusión de algo sobre lo cual se ha insistido antes. Cuando se escribe, sobre todo en ciudades cosmopolitas o en medios que trascienden fronteras, se ha de elegir un español internacional para así evitar ambigüedades.
TARGET
“En estos tiempos en que la circulación de la información es indetenible, segmentar, seleccionar y capturar al TARGET específico es clave”.
Cada vez que los periodistas, columnistas y analistas meten una palabra ajena a la lengua española en un escrito que se supone que sea en lengua española, lo que hacen es asestarle una estocada a la comunicación. Esto así porque no puede presumirse que los lectores sepan o conozcan la lengua extranjera que ultraja el español del mensaje.
Una vez más se insiste y se repite que la lengua española cuenta con todos los recursos necesarios para cumplir su misión cabalmente. Los pobres son los escribientes y no la lengua
No se trata de ser “más papista que el Papa”, sino de ser congruentes. La misión de un escrito es comunicar algo. Para hacerlo de modo directo se recurre a la lengua que se presume común. Introducir voces extrañas a esa lengua es claudicar; es una muestra de poco conocimiento de la lengua corriente. No constituye una señal de erudición.
Este target no tiene razón de ser. No la tiene en español, por lo tanto, no hay necesidad de recurrir a este. Aquí se ofrecerán las palabras de buena solera española que desempeñan la misma función.
Una buena traducción en español para el target del inglés, es objetivo. En algunas circunstancias puede adoptarse destinatario. De un modo más general es posible definirlo con la ayuda de blanco en tanto objeto o lugar al que se dirige una acción.
En las campañas publicitarias en las que tanto se habla y escribe de targets muy bien pueden reemplazarse estos por mercado, destinatario final. En este tipo de actividad, la publicidad, a veces puede llegarse a utilizar, grupo al que va dirigido, usuario al que va destinado. Es justo reconocer la deuda que se ha contraído con el diccionario en línea de la Universidad de Granada al sugerir estas traducciones.
Fundéu en el momento en que se ocupó de esta voz del inglés promovió otras opciones para transmitir el mensaje, público objetivo, grupo objetivo, público, grupo de destinatarios.
Cabe aquí que uno se pregunte si después de esta lista de opciones que se presentan aquí hay necesidad de acudir a una lengua extranjera para expresar las ideas que se transmiten con ellas.
La gran ventaja que tienen las palabras y grupos de estas que se han propuesto es que permiten añadir matices a lo que se desea expresar.
Una vez más se insiste y se repite que la lengua española cuenta con todos los recursos necesarios para cumplir su misión cabalmente. Los pobres son los escribientes y no la lengua.