Luiz Inácio Lula Da Silva es figura fundamental de la historia brasileña y personaje de tragedia griega, no concluida. Pronto ocurrirán hechos determinantes en su vida. Comparemos el Brasil contemporáneo con nosotros, escribiendo sobre dos brasileños progresistas previos a Lula.

Joaquim José Da Silva Xavier, héroe nacional, Patrón Cívico de Brasil, militar, comerciante y político fue el precursor y mayor mártir independentista. Conocido  como Tiradentes debe ese nombre a que también ejerció como “tira dientes”, dentista aficionado. Junto a sectores avanzados de militares, propietarios rurales y comerciantes planteó una rebelión para establecer una república independiente de Portugal, inspirada en la Constitución de  Estados Unidos, incluyendo  abolición de  esclavitud.

Siendo descubierta su conspiración,  asumió que él era el único responsable. En Abril 21,  1792 Tiradentes fue ahorcado y descuartizado. Su cabeza fue plantada en un poste y sus restos fueron distribuidos en  distintos tramos  de un camino conectando  varias ciudades para que nadie osara  volver a rebelarse. Las metas de Tiradentes se materializaron escalonadamente: independencia, abolición de esclavitud, proclamación de la República e industrialización. Sintiéndose perseguido injustamente, Lula se comparó con Mandela y,  exagerando,  se  presentó en múltiples arengas como personificación y continuador de la vida de Tiradentes. Este Enero 24, luego de la confirmación y ampliación de su condena en apelación, citó a Tiradentes como “un pobre desgraciado, un alférez que no era ni sargento” y que “osó pensar en la independencia de este país”. “No sólo el gobierno de la época lo condenó, lo chocó, lo descuartizó…” destacando que “30 años después sucedió la independencia y, casi 100 años después, Tiradentes fue exaltado como héroe al justificar la proclamación de la República”. Estos discursos de Lula, parangonándose con Tiradentes no son inéditos. Lula imita al PLD, constituido, estatutariamente, por “liberacionistas” que completarían la obra del Fundador de la República, nuestro Tiradentes, Juan Pablo Duarte. La negación absoluta de esa proclama está a la vista.

Este Domingo 18 Lula Iniciará una caravana de 11 días por 19 ciudades de tres estados. Para mejorar su imagen Lula planificó reunirse con el emblemático Pepe Mujica. Lula debería  recordar que Frei Betto criticó el cambio del estilo de vida de Lula al llegar al poder, lamentando  que Lula no se convirtiera en un símbolo como Mujica. Lula visitará el mausoleo del Ex-Presidente Getulio Vargas, “El Padre de los Pobres”, el político más importante de la historia brasileña, creador del Brasil moderno  cuyos gobiernos transformaron esa nación. Lula proclama ser continuador ideológico de Vargas, llegado al poder por una revolución en Octubre 1930, siendo Presidente hasta 1945. En 1933 ganó las elecciones y,  evitando un retroceso social, dio un golpe de estado en 1937, creando el “Estado Nuevo”,  sepultando “La Vieja República”.Superó la alternancia política  “café con leche” de Presidentes de Sao Paulo, productores de café y ganaderos de Minas Gerais. Diversificó la producción, inició la industrialización con una siderúrgica, promovió el mercado interno. Presionado, renunció en  1945.

En 1950 Vargas triunfó nuevamente en elecciones. Impulsó el desarrollo creando el BNDES, Electrobras y  Petrobras, en sus inicios injustamente calificada por reaccionarios como  “capricho caro” de “nacionalistas rastreros”. Legislaciones progresistas a favor de los trabajadores provocaron el hostigamiento de la oposición retrógrada, los periódicos, los militares y la oligarquía. Lula no es, necesariamente, continuador de Getulio, quien decidió suicidarse antes que traicionar sus principios.  En su Testamento Político expresó: “Vengo luchando… para defender al pueblo que ahora se queda desamparado”…“Serenamente doy el primer paso al camino de la eternidad y salir de la vida para entrar en la historia”. Lula comparó realizaciones de su gobierno con las de Getulio, indicando que no se va a suicidar. El PT de Lula, otros partidos, y Odebrecht  corrompieron con Lava Jato al BNDES y Petrobras, creados por Getulio. Lula y Getulio difieren, como   Danilo y Bosch. Getulio es símbolo de honestidad; Lula está cuestionado. Bosch, doctrinariamente antireelecionista, consagró la no reelección en su Constitución del 1963.La del 2015, de Danilo, lo consagró  como  reeleccionista impenitente. Procura un tercer período consecutivo reiterando, fingidamente, que es discípulo de Bosch. Danilo es parte de la desafortunada galería histórica de  reeleccionistas junto a Santana, Báez, Heureaux, Trujillo, Balaguer, Mejía, que se autocriticó, y Fernández. El Neo-Boschismo reeleccionista de Danilo es Anti-Boschismo revisionista.