El subdesarrollo en nuestros países es una pesada tragedia política. Las debilidades de las instituciones de nuestra llamada democracia han producido las más férreas dictaduras, colosales fraudes electorales, guerras civiles innecesarias, odiosas intervenciones militares extranjeras, sistemas de corrupción para estafar al país para acumular fortunas superiores al presupuesto nacional. En este contexto se va al Estado a servirse, pocas veces a servir. Servir es casi una locura en la política del reparto, propia de los países que, a pesar de ser viejos, no han alcanzado el desarrollo pleno en el orden político, económico e institucional.

Sí. Cierto es que nos falta Peña Gómez; pero él no fue presidente. Por supuesto, pudo haber sido un gran presidente. Honestidad, sensibilidad social y honradez le sobraban. El peso de la cultura racista de algunos sectores, entre otros factores, impidió que fuera presidente. Quizás su peor error fue no asumir su negritud con gallardía y orgullo.

En el Colegio Universitario de la UASD, hablé de Peña Gómez con un profesor de matemáticas, apellido Bya. Era de piel negra, de origen cocolo, de las islas nuestras del Caribe; estaba cayendo la tarde y él tenía sus manos llenas del polvo de la tiza con que enseñaba el pan de la esperanza. Me sentí orgulloso de su oficio.

Cuando le mencioné el nombre de Peña Gómez al profesor Bya, me dijo: "… él no representa mi negritud". A partir de ahí empecé a respetar a ese maestro y a sentir cierta pena por Peña Gómez. Sabemos que su alma de niño, en pleno desamparo, no pudo soportar la fuerza bestial de tanto odio. Pero no pudieron detener su extraordinaria voluntad de superación personal, política y humana. Su voluntad era de hierro. Su liderazgo, continental.

Después de casi tres décadas en el exilio, el profesor Juan Bosch regresó al país y ganó las elecciones y estableció el primer gobierno democrático luego de la dictadura de 31 años de Trujillo. Vino a poner su corazón en manos del pueblo para construir una verdadera democracia y, durante siete meses de gobierno, dio ejemplo de patriotismo, ética y moral en el ejercicio de sus funciones como presidente.

El golpe de Estado al gobierno del presidente Bosch trajo como respuesta del pueblo la Revolución de Abril del 65. Se calcula que murieron entre cuatro y cinco mil dominicanos. En menos de 72 horas el pueblo y los soldados democráticos derrotaron al ejército golpista. Frente al hecho, se produce la invasión de tropas extranjeras que impiden la reposición del gobierno democrático. La experiencia: !jamás ha habido más golpes de Estado en el país!

En la lucha política y electoral más difícil en la historia democrática del país, Luis Abinder gana las elecciones, el 5 de julio del año 2020, encabezando la más grande alianza electoral y con el apoyo de la nueva sociedad que se ha construido en el país a través de la lucha del movimiento social, y bajo la dirección de nuevo partido PRM y aliados. El PLD perdió las elecciones abrumadoramente después de establecer un gobierno de 20 años, que tenía el control absoluto de todas las instituciones de Estado, y fuera de ellas.

El presidente Luis Abinader ha establecido un gobierno moral, a pesar de la pandemia, que le ha ganado el respeto y apoyo de todos los sectores del país, especialmente por el establecimiento en la República Dominicana, por primera vez en su historia, de una justicia independiente. Y al igual que Bosch, Luis le ha abierto también la guerra a la corrupción pública y privada.

A pesar del gobierno moral de Luis Abinader y de su lucha contra la corrupción, el PLD da evidentes señales de sus planes mediáticos conspirativos contra el gobierno legalmente establecido, el cual ha ido ganando una gran simpatía en toda la sociedad dominicana y también fuera del país. Es impostergable la denuncia pública ante un hecho que afecta a la democracia y a la obra de la actual gestión gubernamental.