Enjuiciar públicamente a la familia más acaudalada del país no debe suscitar resquemores. Si la guadaña del juicio es sincera y bien equilibrada no debe surgir temor a ninguna represalia ni tampoco expectativa de recompensa. De su parte, la familia Vicini deberá sentirse halagada si le reconocen sus méritos porque, a la luz de lo que circula entre opinantes, su trayectoria ha sido la de gran éxito empresarial logrado sin artilugios éticos, políticos o legales. Despojado de la congénita envidia que un pobre pudiera sentir por los ricos, el repaso del librepensador pudiera hasta ofrecer pautas bienhechoras.

Juan Bautista Vicini Canepa (Baciccia)

La historia de su fortuna es de leyenda. Hacia 1860 “Juan Bautista Vicini Canepa, conocido como Baciccia, viajó desde Italia a República Dominicana con 12 años. A los 19, el olfato para los negocios ya se había convertido en su mejor arma. El crecimiento económico de la familia alcanzó la cima gracias al esfuerzo y las acertadas decisiones del empresario, quien con 30 ya había adquirido su primer ingenio azucarero.”Sólo una vez regresó Baciccia a Italia antes de fallecer a los 53 años.” De sus once vástagos solo tres se quedaron en el país y el resto se radicó en Italia. “A su muerte, los negocios familiares quedaron en manos de Juan y Felipe Vicini Perdomo, quienes suspendieron sus estudios profesionales en Italia, para hacerse cargo de las empresas familiares en la República Dominicana”.

Juan Bautista Vicini Burgos.

Uno de los hijos, Juan Bautista Vicini Burgos, fungió como presidente de nuestro país entre el 1922 y el 1924. A él se le acredita una ordenada retirada de las tropas estadounidenses de ocupación y la exitosa organización de las elecciones del 1924 cuando ganó Horacio Vásquez.

 

Juan Bautista Vicini Cabral (Gianni)

El nieto de Baciccia, Juan Bautista Vicini Cabral, conocido familiarmente como Gianni, era su ferviente admirador. Gianni y sus tres hermanos –Felipe, José y Laura– están hoy fallecidos. Felipe se reputaba como uno de los mejores expertos azucareros del mundo.

Los ingenios de la familia Vicini eran conocidos y a principios del siglo XX constituían la mayor parte de la fortuna. Trujillo quiso forzar su compra, pero solo logró que Gianni se fuera del país hasta la muerte del tirano. Gianni fue un católico fervoroso que asistía siempre a misa los domingos, pero eso no le impidió, según se cuenta en el libro “Trujillo: El Tiranicidio de 1961” de Juan Daniel Balcácer, participar en un complot para acabar con la dictadura. El complot quedó en suspenso cuando otros ejecutaron al tirano.

“Gianni Vicini casó en New York con la Sra. Alma Stella Lluberes Henríquez procreando tres hijos: Felipe Augusto, Juan Bautista y Amelia Stella. Gianni “practicó la esgrima como deporte en sus años mozos y disfrutó el baile como esparcimiento hasta sus últimos días.” De él se dice también que su bondad era “la de la extrema sencillez de su personalidad, jocosidad y exquisito don de gente. En ningún momento se le vio cabalgar por el camino de la arrogancia, el exhibicionismo y la prepotencia. Manejaba su pequeño vehículo muchas veces sin chofer. Ejercía su obligación ciudadana en las mesas electorales sin guardaespaldas, ayudantes ni acólitos a su alrededor” Finalmente murió en 2015 a la edad de 91 años, atribuyéndose a él la fortuna individual más grande de la historia del país.

Gianni lideró los negocios de la familia con extremo bajo perfil por muchos años. Hasta hace unos 20 años el dominicano promedio ni siquiera había oído hablar de la familia y tampoco tenía información alguna sobre sus posesiones e influencia. Se desconoce como Gianni pasó a ser el cabeza de familia, pero capacidad no le faltaba. Se había graduado del MIT como Ingeniero Químico Summa Cum Laude. A la muerte de Felipe, Jose prácticamente no se conocía y Laura mantenía un muy bajo perfil.

Cuando Gianni entregó los negocios familiares en 2007 a la administración de sus hijos, la cuarta generación,  – los hermanos Vicini Lluberes – y sobrinos – los hermanos Vicini Pérez –, los negocios incluían importantes inversiones en turismo, bienes raíces, servicios financieros, energía, industria, alimentos y bebidas, retails y medios de comunicación.” En internet puede encontrarse una larga lista de negocios nacionales en los que la familia es accionista y se dice que son propietarios o tienen participación en más de 115 empresas.

En el país la fortuna Vicini está hoy representada por el Grupo Inicia, el cual hasta el 2016 se llamaba Grupo Vicini. “INICIA es una firma privada de gestión de activos con profunda experiencia en la Región NOLA (Norte de América Latina), que ha desarrollado un modelo único de inversión y desarrollo de talento enfocado en la creación de valor a largo plazo a través de fondos de inversión sostenibles, especializados y diversificados.” Se desconoce cuales otras entelequias jurídicas representan el resto de la fortuna ubicada fuera del país y donde están domiciliadas. Porque se sabe que la familia posee un castillo en Francia y viñedos en Italia es probable que habrá otras compañías en otros países.

Los dueños del patrimonio familiar y sus principales accionistas hoy día son los hijos y herederos de los hermanos Gianni y José Vicini. Del primero son Felipe, Juan y Amelia, mientras del segundo son José y Marcos. No se sabe exactamente como se distribuye el accionariado, pero se rumora que está dividido en partes iguales entre los unos y los otros. Se dice que el de mayor influencia relativa en el Consejo Directivo es José porque Marcos le delega todo su apoyo por no estar interesado en el mundo de los negocios. De cualquier modo, los consejeros apenas participan en las principales decisiones en vista de que la gerencia de las varias divisiones en que está parcelado el Grupo ha sido confiada a empresas gestoras externas que rinden cuentas al finalizar cada año.

Varias fuentes han reportado que los Vicini apenas tienen un 20% de su patrimonio total en nuestro país. El resto de su fortuna, de la cual me han llegado tres estimados –uno de US$6, otro de US$15 y otro de US$20 billones (americanos)– estaría invertido en grandes empresas internacionales (IBM, Fiat, Tiffany, etc.) y en el mercado de valores de New York. Supuestamente Gianni y su hermano dejaron las cosas arregladas para que dos bancos de inversión suizos sean los que tracen la estrategia del patrimonio y manejen sus activos internacionales. El Consejo Directivo local solo podría invertir en el país la mitad de los beneficios netos del ejercicio corporativo. Sin duda, la arquitectura del manejo de la fortuna fue diseñada para que perdurara, evitando dislates y procurando conservación.

Se reporta que los Vicini son los principales accionistas privados del consorcio EGE-Haina, una empresa de capital mixto –privado y estatal—que produce el 15% de toda la energía consumida en el país. Esa empresa es propietaria de la planta eólica Los Cocos y, además, maneja una terminal de combustible en Puerto Viejo (Azua). Pero se rumora también que la familia es propietaria del 20% de las acciones del Grupo Popular, el holding que posee el Banco Popular. Era dueña del Banco del Progreso, pero después de evitar su debacle a un costo de US$400 millones, lo vendió al Scotiabank. Se reporta que a nivel mundial la familia es de los principales accionistas de Scotiabank y sienta un consejero en las reuniones de su Board en Toronto.

Los Vicini cobraron notoriedad pública cuando Juan Vicini Lluberes se hizo cargo de la presidencia del Banco del Progreso, a raíz del rol de la familia para evitar la debacle de ese banco. Felipe actúa como presidente del Grupo Inicia, pero sus apariciones públicas son pocas. A él se le atribuye el haber embarcado al Grupo en los estudios cinematográficos de Juan Dolio y estar encabezando CRESO, un grupo de patrocinadores empresariales de atletas olímpicos. De Amelia se conoce que está involucrada en la Fundación INICIA y que se ocupa de promover la educación. De José se sabe poco excepto que preside a Gerdau-Metaldom. Y se oye que Marcos vive en Los Ángeles, California desde hace décadas y solo viene al país esporádicamente, a pesar de poseer aquí un estudio de grabación de última generación.

Tanto en italiano como en latín Vicini significa “vecino”. Tal vez por eso la filantropía de la familia es reputada como grandiosa, aunque el difunto Gianni impuso un silencio casi total sobre sus obras de caridad. Pero a toda gran fortuna se le atribuyen vicios. Por menores que hayan sido, en el caso de la familia Vicini hay hechos que han sido criticados públicamente. La segunda entrega reseñará algunos de los más publicitados.