“La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”( Albert Einstein)….. …….

más allá de ese barrio

Vale recordar lo que ocurre desde hace algunos años en torno a lo urbano en el ex Distrito Nacional: a)  la privatización de lo público (Empresas, edificios y tierras), b)  la desregulación que incluye el declive de la planificación urbana (reurbanización  sin criterio) además del  achicamiento del “tamaño” del Estado dominicano,  que  dejo de asumir su función reguladora  de la vida económica y social del país y se  transformo en  subsidiario y facilitador de la acción del capital privado,  en particular, en lo urbano (el metro, el teleférico). El cambio de funciones  -admitido o no- de las instituciones de  administración de los Bienes del Estado  -de las tierras (urbanas y rurales), protegidas o no  y de la vivienda social-  es claro: permitiendo, por ejemplo,  que los bancos hipotecarios de segundo piso -que financian la compra de viviendas producidas por el capital privado (Ciudad Juan Bosch)- se ahorraran la compra de las tierras (del Estado.

Este conjunto de cambios tuvo dos efectos estructurales básicos: 1) dio lugar a un proceso continuo de elevación de las rentas del suelo y de sus precios, que se difundió simultáneamente en todo el país (los distritos turísticos, en particular) y  2º puso los gobiernos locales a ser, correas de transmisión de decisiones tomadas en otras esferas y prestar servicios minimos.

  1. LA TIERRA y LA TENENCIA  a la base de todo:

El problema de la tenencia o propiedad  de la tierra, en RD, -con sus aspectos legales difíciles de interpretar,  es recurrente: remonta al fracaso del modelo colonial español, a la llegada de los ingenios, a la intervención de 1916-1924, al proceso de medición de esas tierras comuneras legadas  -la ley Torrens-, a la dictadura de Trujillo, a su patrimonio en bienes inmuebles y muebles,  a su repartición, distribución y apropiación indebidas.  Por esos motivos, las tierras del Distrito Nacional no pudieron ser planificadas o proyectadas para una ciudad capital,  más concentrada, más productiva, más humana y menos segregativa.

Ej. El proyecto diseñado por el arq. Pablo Mella para Los Mina, en 1961, si se hubiera materializado: había planificado el primer proyecto de ”lotes y servicios”, era la respuesta ideal para un Estado desbordado, con recursos limitados  y que  trataba de urbanizar al menor costo posible, unos terrenos con vista a la ciudad, del otro lado del rio Ozama. Lo que siguió, fue Los Mina, Los Tres Brazos, Katanga, La Barquita, Vietnam, etc.

Para simplificar, la tenencia de la tierra define de qué manera pueden asignarse dentro de las sociedades,  los derechos de propiedad de la tierra, define cómo se otorga el acceso a los derechos de utilizar, controlar y transferir la tierra, así como las responsabilidades y limitaciones: en otras palabras,  determinan quién puede utilizar qué recursos, durante cuánto tiempo y bajo qué circunstancias.

De todos es sabido que en R.D. la tenencia de la tierra publica, no ha sido respetada, ni por los de “arriba”, ni por  los de “abajo” que  han presenciado, el reparto, post 1961. Si bien es cierto que los grupos sociales no tienen motivaciones similares, no menos cierto es que las grandes mayorías han visto como se violentaban  las reglas del juego, como determinados grupos o personalidades políticas o instituciones privadas, se apropiaron – legalmente-  ciertos bienes muebles e inmuebles, que administraban Bienes Nacionales, el CEA, el IAD y CORDE.  Los pobres hicieron lo mismo,  por necesidad, por falta de tierra social y de producción  de vivienda social, pero sin esas relaciones judiciales directas: lo hicieron, ocupando poco a poco, en un principio, con las complicidades políticas de la época (1966-1986) que hicieron prevalecer la supremacía de las relaciones políticas sobre las judiciales-: lo ilegal fue permitido, tolerado en un acuerdo tácito e implícito  y en nombre de relaciones  pocas definidas,  que se podían romper, en cualquier momento. Los pobres se apropiaron, de todos  los terrenos irregulares,  para construir barrios como  los que se ubican en la carretera Sánchez, en la Isabel Aguiar, en las orillas de los ríos Ozama y Isabela, en la Puya, en los Praditos, en La Yuca, en los Cartones y el más significativo en esa época: frente al Palacio Nacional, el barrio que nadie recuerda, que se llamaba Las Tablitas.

También es sabido que es el Estado que valoriza –primero- el suelo urbano o rural  a través de las  infraestructuras (vialidad, presas…)  y equipamientos  (teleférico, metro, hospital), generando beneficios marginales (rentas) que los “desarrolladores” o  propietarios de las tierras (capital financiero y comercial) se apropian cuando intervienen detrás y después de…

En la actualidad, en  toda América Latina,  se  hacen intervenciones en torno a la tenencia de la tierra, como en Los Tres Brazos, con  políticas de regularización y formalización de la propiedad (tierra y casa), que buscan hacer legal algo en su origen ilegal, y transformar la propiedad social en propiedad privada como un modo de eliminar obstáculos pre -modernos en la dinámica de la expansión del mercado  de las tierras de las ciudades. (Pradilla, Jaramillo, y muchos otros) ¿Por qué?  las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial sujetan los préstamos a esas directrices, también ponen a la moda nuevos paradigmas como resiliencia,  movilidad, vulnerabilidad, conectividad, accesibilidad etc. ).

2 – LOS BARRIOS COMO LOS TRES BRAZOS:

El barrio  Los Tres Brazos es un barrio como existen muchos en América Latina y en Dominicana, es producto de factores estructurales propios al modelo de desarrollo del país: En los 60’ Los Tres Brazos es un barrio autoconstruido en tierras  marginales al mercado formal de las tierras pero no a las leyes de la sociedad y a la política de la época, al contrario, esos habitantes eran aliados favoritos (populismo, clientelismo)  al Poder político (PRSC y PRD) que los atendía a cada elección. Tambien sabían que había existido una Industria del Calzado pero se habían olvidado que los terrenos formaban parte de un patrimonio a repartirse. Hoy en Los Tres Brazos  viven 65.000 personas. en más de 18 000 viviendas, en un lugar que paso de marginal al mercado a “apetecible y envidiado por el mercado formal de la tierra”. Es hoy un lugar de gran valor económico y paisajístico, justo después el Cachón de la Rubia y el espacio dejado por La Barquita  en donde irrumpieron grandes pilas que soportan el teleférico ¿Coincidencia? No. Seguiremos.