El pasado miércoles 5 de octubre, el Senado aprobó el Presupuesto de Ingresos y Ley de gastos públicos 2012.  Esta aprobación "a vapor" ha causado fuertes reacciones de parte del sector privado.  El presupuesto de la nación es la pieza que plasma la estimación de los ingresos para el año, los compromisos de gastos y la forma en que se financiaría la diferencia entre ambos.

Elementos Claves del Presupuesto 2012

En el presupuesto 2012 se estima que el déficit del sector público no financiero será de RD$22.4 mil millones, un 0.9% de la producción local y un 33% inferior al déficit aprobado para el año 2011.  Esta disminución en el déficit es posible debido a un incremento estimado en los ingresos de por lo menos un 20% respecto al 2011, mientras que los gastos solamente se incrementarían en un 15%.

Un incremento del 20% parecería no ser agresivo tomando en consideración otros años y una reforma fiscal reciente.  Sin embargo, al analizar partidas específicas se observan incrementos que se podrían considerar "excesivos", o podrían implicar varias cosas:  una reforma fiscal para el año 2012, fuertes cambios al parámetro de cobro de algunos impuestos, nuevos mecanismos para reducir la evasión.  Se estima un incremento de un 46% en los impuestos al patrimonio, que abarca tanto el impuesto a la tenencia de activos como a la transferencia de activos.  En el caso de la Tenencia de Activos, en el año 2010 más del 50% de este ingreso lo aportó el pago del 17% sobre el registro de propiedad de vehículos.  Por su parte, en el caso de los ingresos por transferencias patrimoniales entre un 75% y un 80% proviene de los impuestos de operaciones inmobiliarias.  Ambos ingresos tienen una fuerte correlación con la actividad económica y las tasas de interés.  Este incremento sería solamente plausible en un escenario de muy bajas tasas de interés, o ante un incremento importante en el valor de la base de dichos impuestos.   Por otro lado se estima un incremento en las recaudaciones del ITBIS superior al 20% en una economía con un incremento de su producción nominal de aproximadamente un 12%. Este incremento podría justificarse mediante la disminución de exenciones o medidas importantes para controlar su evasión.  De todas formas los incrementos parecenelevados.

El presupuesto asume además ingresos por utilidades provenientes del Banco de Reservas de unos RD$3 billones, lo que constituye casi el 100% de las utilidades de dicha institución.  Anualmente el monto estimado es de aprox. RD$1,700 millones.

Por el lado de los gastos, el incremento en el mismo está reflejando en gran medida el aumento en los gastos de capital.  El aumento del gasto corriente es de 11.2%, mientras que el del gasto de capital es superior a un 25%.  Un punto de mucho debate han sido las transferencias al sector eléctrico.  El presupuesto asume unas transferencias similares a las aprobadas en el año 2011 con una estimación del precio promedio del petróleo superior al 2011.  En el año 2011 sin embargo, el subsidio eléctrico se tuvo casi que duplicar y a pesar de los incrementos en tarifas es probable que el monto estimado subestime la realidad.

El financiamiento del déficit es totalmente externo, e implica una disminución de la deuda interna.  El presupuesto del 2012 contempla desembolsos de deuda externa de RD$56 mil millones, los cuales irán a cubrir RD$22 billones de déficit, US$25 billones de amortización de deuda externa y una disminución en RD$8 billones de reducción en la deuda interna.

Por qué la Preocupación del Sector Empresarial?

Una posible sobre-estimación de ingresos y sub-estimación de algunos gastos podría poner en riesgo el logro de la estabilización de la deuda del gobierno o crearía presiones para una nueva "reforma fiscal expedita".  Recientemente en el año 2011 se aprobó una reforma fiscal debido a unos ingresos fiscales menores a los estimados y un gasto público con "muy poca flexibilidad para el ajuste".  Actualmente más del 40% del ingreso del gobierno se gasta en pagos de intereses y transferencias sociales.  Un incremento en el endeudamiento en la eventualidad de un déficit mayor a lo esperado, generaría presiones futuras a las finanzas públicas.  Tomando en cuenta que es un año electoral, esta brecha toma todavía más relevancia, ya que el equipo saliente podría tener fuertes incentivos para ejecutar la mayor parte del gasto de capital en los primeros meses del año y dejando con " menos flexibilidad"  el ajuste del gasto para el segundo semestre.   Es nuestro deber velar por un presupuesto coherente y que vaya de la mano con la estabilidad del sector empresarial, y la creación de condiciones que incentiven la inversión.