(Los seudos revolucionarios neoliberales, globalizadores, privatizadores del estado dominicano)
Sin temor equivocarme, el libro del profesor Joseph E. Stiglitz es una obra trascendental no solo por su contenido, sino, Porque nunca nadie perteneciente al sistema hegemónico económico internacional había osado, o se había atrevido a incursionar con un análisis tan profundo y sin ningún tipo restricciones.
No fue casual que se destruyo el aparato productivo de la nación dominicana, y apoyar políticas económicas financieras extranjerita en contra de los productores nacionales y privatizar todas las empresas del estado.
Esas acciones traidoras en contra del estado dominicano, y el movimiento de los indignados sacuden los cimentos de varias sociedades a nivel mundial muy en especial a Europa y el derrotero económico del déficit de gastos con una particularidad muy especial.
La clase media a tomado las calles en Europa y en otras latitudes. Esa clase media tiene sin lugar a duda conciencia de clase. Por primera vez, una persona de tan alto calibre intelectual Joseph E. Stiglitz , y que forma parte de las estructuras del sistema global financiero, se lanza al abismo sin un paracaída y pone el dedo en la llaga cuestionando su propio Sistema, al cual él formó parte importante. Pero quizás muchos no le hicierón caso.
Con destalle espeluznante dice las intríngulis desacertada del FMI Y EL BANCO MUNDIAL que se han dado la tarea de encajonar al mundo, y en especial a los países pobres del tercer mundo al no tener alternativas de aceptar las directrices de los Comendadores de las Colonias y su flota de la india ,al no tener en parte repuesta de competitividad frente a estos países industrializados y altamente modernizados tecnológicamente , que hoy exhiben y sus respectivas transnacionales que son los verdaderos tejedores de las economías mundiales en el siglo XXI y su bien desgastado Nuevo Orden Mundial.
• Alrededor del 75% de la población mundial vive en Euro Asia.
• La mayor parte de la riqueza material se encuentra en ella. Tanto en su empresa como en su subsuelo.
• Euro asía es responsable de alrededor de 60% del PNB del mundo y de alrededor de las tres cuarta partes de los recursos energéticos conocidos.
• Después de Estados Unidos, las seis siguientes economías más importantes y los siguientes seis países cuyos gastos de armamentos militar son más elevados están en Eurasia.
• Todas las potencias nucleares reconocidas excepto una y todas las encubiertas están situadas en Eurasia.
El profesor Stiglitz realiza su exquisito enfoque con un gran dominio del tema, desde adentro de un sistema monopólico decadente, donde las estrategias se plantean sin ruborizar sus economías buscando siempre nuevos mercados donde las competencias le favorecen.
Sin lugar a duda. el tercer mundo no tendría la mas mínima oportunidad de competir con esas transnacionales oportunista ,que con sus desfasadas estrategias se plantean desde los grandes magnates del imperio en desmedro de los más débiles ,y sin obstáculo a los grandes complejos hegemónicos la paradoja de su caballo de trolla y desenfrenado en la que algunos la han llamado la Globalización Neoliberal y la cual en su inicio la apoyaron los dirigentes seudos revolucionarios nuestro que nos hemos gastado, aplastando los movimientos de resistencia de los países más empobrecidos del planeta, tendiéndole un cerco a sus economías, destruyendo el aparato productivo de estas naciones empobrecidas aportando un formidable amasijo de fortuna de fugas de capitales en sus nombres depositado en bancos extranjeros, que con efecto secundarios con lleva la destrucción de gran parte de la producción nacional, empobrecimiento y dependencia el cual acarrea también la exclusión a la riqueza mermada y destruida por la corrupción del estado.
La repuesta a todo esto son ejemplos ineludible como plantea Stlglitz son : Argentina en 2001,que sin lugar a duda, esta estrategia Financiera demoníaca y Satanizada de este Nuevo Orden ha empobrecido más , empeñada en identificar la contestación global de una crisis sin fondo y de convulsiones sociales inimaginables en distintos países en América Latina esta contestaciones globales la vemos en el concepto de la explotación, exclusión y fermentación de la pobreza, tal y como se señala con holgura en el triunfo avasallador del pensamiento capitalismo liberal del retrato del autor del: FIN DE LA HISTORIA deFrancis Fukuyama en su desacoplamiento rítmico de la realidad histórica después de la caída del muro de Berlín, y de sus celebres ensayos: EL ULTIMO HOMBRE.
Pero, a diferencia de Stiglitz que enfatizó el desastre que significa la globalización para el tercer mundo y que deberían aprovechar los países débiles de estas oportunidades ,y los efectos devastadores que la globalización orientada por el FMI, sus respectivas causas y efectos del sufrimiento excesivo de las políticas impuestas. Del mismo modo, nos habla de la racionalidad, y la forma equitativa y justa que deben de atender las diferentes necesidades esos países poderosos a los países más pobres. La caída de la cortina de hierro y el sistema comunista abrió un amplio abanico de expectativas para esos países en su enlatada economía capitalista del mercado y su sociedad de consumo.
El término de la guerra fría trajo esperanza al Nuevo Orden Mundial, entre esto está el análisis del autor que suponía la caída del telón de acero que se distinguió por el sensacionalismo de la obra de FUKUYAMA: LA GRAN RUPTURA Vs La de STIGLITZ. Donde el primero cantaba con una sordina el triunfó, del sistema capitalista del mercado que se quedaba sin alternativa como forma de organización económica y social.
Y para colmo destruyendo en su interior su estructura financiera globalizada por ser parte de él , como arquitecto de la globalización daremos algunos dato de referencia: La producción mundial de alimentos básico equivale a más de 110% de las necesidades de la población del planeta, treinta millones de personas siguen muriendo de hambre anualmente y más de ochocientos millones padecen malnutrición .De esta manera, los ciudadanos pobres del tercer mundo asisten sin querer, impotentes a una especie de golpe de Estado planetario. DE LOS SEIS MILLONES DE HABITANTES DEL PLANETA, CINCO MIL MILLONES VIVEN EN LA POBREZA Y EN UNA GUERRA SOCIAL ECONÓMICA PLANETARIA.
Ante la esfera tecnológica STIGLITZ dice: De la información y de la comunicación, que son un conjunto de innovación en la revolución digital, haciéndonos entrar en la proliferación de los vínculos y las redes electrónicas .Internet es el corazón, la encrucijada y la síntesis de la obra del premio Nóbel de economía de 2001.Nos deja perplejo con la retahíla de informaciones inequívoca a base de datos que él personalmente vivió en la posición que desempeñaba en el FMI.
Hoy los desposeído sin voz y alternativa durante demasiado tiempo no se cansan de gritar con voz en cuello y a todo pulmón hacia donde nos llevan, cada vez son más los ciudadanos del mundo que exclaman de un extremo otro del planeta: ¡Basta ya ¡ de aceptar lo que nos implanten la globalización de los grande de otros piases más desarrollado, y su mercado suplente.
En otras palabras, el mundo transformado en mercancías. Las crisis económicas que se observa en el Continente americano han originado inquietudes respecto de que pueda generarse experiencias similares a las ya enunciadas. El aumento de la pobreza y los vicios en las prácticas política han dado origen a diferentes puebladas y actos violentos que terminaron con gobiernos elegidos democráticamente. Tal situación ha minado las expectativas positivas que acompañaron la restauración de los regímenes democráticos hace dos décadas.
Ahora bien, Stiglitz manifiesta en su obra y con voz en cuello, las particularidades del proceso de descolonización del Siglo XIX en América da cuenta de la necesidad de revisar el concepto "globalización". Es decir, en la adopción del concepto para explicar la realidad americana se debieran incorporar nuevos elementos de análisis respecto del fenómeno económico- sociológico que acompañó la construcción de los estados nacionales, desde la perspectiva de su cultura política basado en una concepción particular de la "economías del mercado transnacionales". Esta concepción incidirá en la manera en que se preserve y fortalezca la institucionalidad democrática.
El supuesto del que se parte en el trabajo es que: la debilidad de las instituciones representativas, en las democracias americanas, está dado en el principio de patrimonialidad y nepotismo con las que se administra la cosa pública. Cuestión que incide directamente en las posibilidades de desarrollo nacional, lo cual termina por pauperizar a las poblaciones y torna vulnerable al sistema democrático. En un estadio avanzado, esto conduce al malestar social, su fragmentación y el surgimiento de los conflictos violentos. Su consecuencia final es el debilitamiento de la capacidad estatal para mantener los mínimos estándares de estabilidad y seguridad interna amenazando, subsecuentemente, la estabilidad y seguridad regional.
Los golpes de estado por rebeliones populares en Haití, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela nos ponen ante el imperativo de hacer un análisis profundo de las bases de la institucionalidad social y económica transcurrido 20 años del retorno a la democracia. La corrupción y el dispendio de recursos públicos, la instalación de una verdadera casta de nobles y clanes políticos que se ha beneficiado de la cosa pública desde hace años, han ocultado, tras la máscara formal de democracia, prósperos negocios en medio de masas empobrecidas. En nuestro caso burlándose descabelladamente del pueblo.
En nuestro país 22 familias son dueños absolutos de 470 empresas, y controlan el 70 % del producto bruto interno del país. Y más grave un grupo político económico ha surgido en competencia desleal en contra de esas familias adinerada. Esto no sólo, no ha fortalecido el sistema democrático, tantas veces prometido, sino que ha profundizado el deterioro moral y material de las sociedades. Hoy con funcionarios gubernamentales empresarios políticos haciéndole competividad a los tradicionales empresarios en las diferentes aéreas del negocio.
El objetivo, entonces, es pensar en las posibilidades de salida del malestar político, social y económico de los países de la región y de nuestra nación ante la posibilidad cierta de tener " agujeros negros", producto de economías impuesta como nos habla Stiglitz en su obra clásica, cuyas consecuencias derramaran en el resto de la región llevando a la inestabilidad.
Las preocupaciones por la falta de arraigo económicos y decisiones propias en las instituciones democráticas, en varios países del Continente Americano, que surgieron en el las últimas décadas. Es decir, tiene sus raíces en la dinámica de la guerra fría y sus consecuencias persisten en la era de la post guerra fría. El análisis se centra en la capacidad del estado nacional para mantenerse y adaptarse a los cambios en la estructura de poder de la nueva era. Como éstos no pueden hacerlo, se quiebran y arrastran consigo toda posibilidad de estabilidad "ad intra y ad extra" con el consecuente impacto en el campo de la seguridad y de la estabilidad económica regional y global.
Por otra parte, la existencia de estos estados débiles o estados fallidos, a punto de colapsar, son vistos como lugares atractivos para el asentamiento de redes del delito internacional: terrorismo, narcotráfico, lavado, venta ilegal de armas, etc. Su problema, entonces, no es meramente teórico, de las relaciones internacionales, sino de importancia significativa para los tomadores de decisión con incidencia en el sistema internacional.
Las crisis de esta realidad que se observa en el Continente americano ha originado inquietudes respecto de que pueda generarse experiencias similares a las ya enunciadas. La primera crisis haitiana , de Argentina y Bolivia dio cuenta de que la existencia de condiciones propia de los estados fallidos podían extenderse fuera de alcance de soluciones Institucionales y el aumento en nuestro caso particular de una deuda externa aumentada sin escrúpulo alguno.
El aumento de la pobreza y los vicios en las prácticas política han dado origen a diferentes puebladas y actos violentos que terminaron con gobiernos elegidos democráticamente. Tal situación ha minado las expectativas positivas que acompañaron la restauración de los regímenes democráticos hace dos décadas. Ahora bien, las particularidades del proceso de descolonización del Siglo XIX en América dan cuenta de la necesidad de revisar el concepto "de la globalización". E
s decir, en la adopción del concepto para explicar las realidades planetarias se debieran incorporar nuevos elementos de análisis respecto del fenómeno histórico-económico y sociológico que acompañó la construcción de los estados nacionales, desde la perspectiva de su economía política como basado en una concepción particular de la "cosa pública". Esta concepción incidirá en la manera en que se preserve y fortalezca la institucionalidad democrática.
El supuesto del que se parte en el trabajo es que: la debilidad de las instituciones representativas, en las democracias del tercer mundo, está dado en el principio de patrimonialidad con las que se administra la cosa pública. Cuestión que incide directamente en las posibilidades de desarrollo nacional, lo cual termina por pauperizar a las poblaciones y torna vulnerable al sistema democrático.
Joseph E. Stiglitz en su estudio avanzado dice: Que con razón esto conduce al malestar social, su fragmentación y el surgimiento de los conflictos violentos. Su consecuencia final es el debilitamiento de la capacidad estatal para mantener los mínimos estándares de estabilidad y seguridad interna amenazando, subsecuentemente, la estabilidad y seguridad regional. No deja de ser significativo que Luis Ignacio Lula da SILVA ,el líder del partido de los Trabajadores del Brasil, todo un símbolo Latino Americano de la unidad de izquierda conjunta contra la derecha, dijera en agosto de 1997,cuando el foro se reunió en Puerto Alegre por séptima vez, que no estaba en contra de la globalización. También, espetó desde el punto de vista social: Queremos transformar el capitalismo en algo menos maquiavélico.
Los burócratas internacionales: Símbolos sin rostro del orden económico mundial, son atacados por doquier. Las reuniones de oscuros tecnócratas dominicanos en torno a temas tan anodinos como los préstamos preferenciales o las cuotas comerciales se han transformado en escenarios de iracundas batallas en la mente del pueblo dominicano y en manifestaciones de salidas a ciega de nacionales en la línea aérea doble A: Agua por delante y agua por detrás: En yola.
Prácticamente de la noche a la mañana, la globalización se ha vuelto el asunto más apremiante de nuestro tiempo, que se discute en salas de justas y en páginas editoriales y en escuelas de todo el planeta. Y lógicamente en los pasillos áulicos.
La globalización :¿Una fuerza que ha producido tanto bien, según ellos, ha llegado a ser tan controversial? La apertura al comercio internacional ayudó a numerosos países a crecer mucho más rápidamente de lo que habrían podido en caso contrario. El comercio exterior fomenta el desarrollo cuando las exportaciones fue la clave de la política industrial que enriqueció a Asia y mejoró la suerte de millones de personas. Gracias a la globalización muchas personas viven hoy más tiempo y con un nivel de vida muy superior. Puede que para algunos en Occidente los empleos poco remunerados sean explotación, pero para multitudes en el mundo subdesarrollado trabajar en una fábrica es ampliamente preferible a permanecer en el campo y cultivar arroz.
La globalización ha reducido la sensación de aislamiento experimentada en buena parte del mundo en desarrollo y ha brindado a muchas personas de esas naciones acceso a un conocimiento que hace un siglo ni siquiera estaba al alcance de los más ricos del planeta.
La globalización olvida a menudo sus ventajas, pero los partidarios de la misma han sido incluso más sesgados; para ellos la globalización (cuando está típicamente asociada a la aceptación del capitalismo triunfante de estilo norteamericano) es el progreso; los países en desarrollo la deben aceptar si quieren crecer y luchar eficazmente contra la pobreza. Sin embargo, para muchos en el mundo subdesarrollado la globalización no ha cumplido con sus promesas de beneficio económico.
La globalización no ha conseguido reducir la pobreza, pero tampoco garantizar la estabilidad. La crisis en Asia y América Latina han amenazado las economías y la estabilidad de todos los países en desarrollo.
La globalización y la introducción de la economía de mercado no han producido los resultados prometidos en Rusia y la mayoría de las demás economías en transición desde el comunismo hacia el mercado.
Los críticos de la globalización acusan a los países occidentales de hipócritas, con razón: forzaron a los pobres a eliminar las barreras comerciales, pero ellos mantuvieron las suyas e impidieron a los países subdesarrollados exportar productos agrícolas, privándolos de una angustiosamente necesaria renta vía exportaciones.
La globalización tuvo efectos negativos no sólo en la liberalización comercial sino en todos sus aspectos, incluso en los esfuerzos aparentemente bienintencionados. Cuando los proyectos agrícolas o de infraestructuras recomendados por occidente, diseñados con el asesoramiento de consejeros occidentales y financiados por el Banco Mundial fracasan, los pueblos pobres del mundo subdesarrollado deben amortizar los préstamos igualmente, salvo que se aplique alguna forma de condonación de la deuda.
Si los beneficios de la globalización han resultado en demasiadas ocasiones inferiores a lo que sus defensores reivindican, el precio pagado ha sido superior, porque el medio ambiente fue destruido, los procesos políticos corrompidos y el veloz ritmo de los cambios nos dejó a los países un tiempo suficiente para la adaptación cultural. Las crisis que desembocaron en un paro masivo fueron a su vez seguidas de problemas de disolución social a largo plazo, desde la violencia urbana en América Latina hasta conflictos étnicos en otros lugares, como Indonesia,Egipto,Tunesia,Siria,Yemen.
El problema evidente de la lógica del FMI es que supone que ningún país pobre podrá gastar el dinero que recibe como ayuda. Por ejemplo, si Suecia entrega dinero a Etiopía para construir escuelas, esa lógica dicta que el país deberá ingresar ese dinero en sus reservas (todos los países guardan, o deberían guardar, reservas en unas cuentas para cuando vengan las proverbiales vacas flacas; el oro es la reserva tradicional, aunque hoy ha sido reemplazado por divisas fuertes y activos denominados en divisas que rindan interés; la forma más común de acumular reservas en Letras del Tesoro de EE.UU.).
El FMI ha sido eficaz en persuadir a muchos de que sus políticas ideológicamente orientadas e, imprescindibles para que los países salgan adelante en el largo plazo. Los economistas siempre subrayan la importancia de la escasez., y el FMI suele decir que él, es simplemente el mensajero de la escasez: los países no pueden vivir continuamente por encima de sus medios. Por supuesto, no se necesita una sofisticada institución financiera cuyos empleados sean doctores en economía para advertirle a un país que limite sus gastos a sus ingresos. Pero los programas de reforma del FMI van mucho más allá de meramente asegurar que los países vivan conforme a sus medios.
La austeridad fiscal, la privatización y la liberalización de los mercados fueron los tres pilares aconsejables por el Consenso de Washington durante los años ochenta y noventa. Las políticas del consenso de Washington fueron diseñadas para responder a problemas muy reales de América Latina, y tenían mucho sentido. En los años ochenta los gobiernos de dichos países habían tenido a menudo grandes déficits. El gran derrumbe mundial comienza a sentirse con las clases media de toda parte del mundo tomando las calles en una resistencia pacifica nunca ante vista. En nuestro país el déficit fiscal es espantoso y el gasto es insospechable hasta que el pandero este en otra mano.