Con lo que gana un senador (320,000 pesos al mes sin el barril) para aprobar todas las iniciativas del gobierno, los empresarios, banqueros, extorsionadores e inversionistas extranjeros, el gobierno paga el salario de 55 rasos de la Policía porque solo reciben 5,800 pesos al mes para trabajar 24 horas enfrentando a la delincuencia común, al crimen organizado y al narcotráfico.
Con esos 320,000 pesos que “gana” cada senador porque ellos mismos aumentaron recientemente 70,000 pesos a su sueldo mensual (no se cuánto le subirán al barril), el gobierno paga el salario miserable de 29 capitanes de la Policía que solo reciben 11,000 pesos mensuales que no le dan ni siquiera para pagar la mitad de la canasta básica de su familia, y ni hablar de libros, medicinas, pasajes y otros gastos para su familia. Para los capitanes y sus hijos no hay esparcimiento y mucho menos diversión. ¿Y para los tenientes, sargentos, cabos y rasos? ¡Nada, salvo que se alíen con la delincuencia que es mucho más generosa con sus miembros!
Si un senador donara su sueldo al gobierno por un mes (no hay dudas de que su familia no pasaría penurias porque el barril es mucho mayor que el sueldo), la Policía podría pagar el salario de nueve generales de brigada que solo ganan 37,000 pesos al mes, lo que los empuja a hacer redadas, macuteos, extorsiones y poner policías al servicio privado de funcionarios, empresarios y “negociantes” para poder completar el financiamiento de su estatus.
Este es un país de locos. ¿Cómo se atreven los senadores a apropiarse legalmente de 70,000 pesos más en su sueldo cada uno cada mes mientras a los policías y soldados los mantienen devengando salarios de miseria y los convierten en vasallos miserables a su servicio?
Para aumentarse 70,000 pesos mensuales los senadores alegan que desde el año 2013 no se reajustan el sueldo. ¿Y desde cuándo no se le reajusta el sueldo a los soldados y policías?
Si el gobierno no se pone claro con el aumento del salario de policías y soldados, creo que tiene que prepararse para grandes deserciones porque tengo testimonios de oficiales, clases y rasos de que ya no soportan la situación en que viven y la gran mayoría no quiere buscar dinero junto a los delincuentes, que todos los días les sacan la lengua en los barrios donde conviven, ellos y sus familias.
Me han dicho que un raso de la Policía Nacional de la República Dominicana recibe un salario de 5,800 pesos al mes, mientras que un raso de la Policía de Haití recibe un sueldo de 23,000 pesos dominicanos al mes. ¡Tanto que privamos y tenemos la isla al revés!
Lo lamentable es que humillados salarialmente como están los miembros de la Policía –desde el “Director” (antiguo Jefe)- hasta el raso que acaba de salir de la Academia de Hatillo, San Cristóbal, algunos miembros del Cuerpo del Orden se presten a reprimir protestas justas (obedeciendo órdenes de gobernadores y senadores) como una reciente en San Juan donde un suboficial le rompió una pierna a tiros a un agricultor que pasaba por el lugar con un tanque de leche.
Ese es el grave problema de la Policía… que pese a que aceptan la humillación del gobierno y la casta política del país a las que son incondicionales, a la hora de reprimir por orden de estos mismos señores, se tornan trujillistas.
Es un fenómeno similar al de un obrero que en su fábrica acepta las peores humillaciones del patrón sin protestar, pero cuando llega a la casa humillado, hace acto de venganza con la esposa y los hijos. El resultado es inconfundible: cobarde frente al fuerte, “valiente” frente al débil en el mejor ejemplo de cobardía.
El gobierno tiene que decidir: le paga mejor a los policías y soldados o contrata guachimanes porque esa gente anda al garete y si no le aumentan para enero van a romper filas por millares.
Los policías y soldados –que aquí no pueden tener sindicatos como en Estados Unidos y otras democracias- tienen que decidir si esa miseria salarial es capaz de crear una ideología trujillista para “intercambiar disparos”, reprimir a agricultores y “enrollar trompos”.
¿Tienen los policías serios que morirse de hambre porque los policías delincuentes y traficantes se la buscan como sea?
¿Hay alguien en el gobierno con un mínimo de sensatez para entender que los policías y soldados –que los protegen fundamentalmente a ellos, no a los ciudadanos de a pie- no pueden vivir con la miseria salarial que les entregan cada mes?
¡Ay Bone Ne, dile a Aristófanes Urbáez que me controle porque “te van a matar, tonto ocoeño”! Total, una raya más para un tigre en una selva en la que nadie sirve, comenzando por mí que lo único que hago es hablar salvajadas a sabiendas de que ya todo está requetedicho.